Capítulo 2

8.7K 921 163
                                    

Jennie estaba en la sala, recostada en la alfombra, raspándola con sus garritas, su celo había acabado hace días atrás y a pesar de eso seguía sintiéndose de mal humor, definitivamente algo había cambiado en ella, pues su abultado vientre la delataba.

Pensaba en aquella noche tres semanas atrás con Lisa, se supone que sería solo la puntita, pero ahora intenten decirle eso a las crías dentro de ella, sabía que no debía ceder ante el deseo, lo peor de todo era que aquella idiota no había vuelto a aparecer por aquella casa, debió suponerlo.

Ella solo había sido atraída por el aroma.

Se sentía una estúpida por haberse creído toda esa palabrería que le dijo mientras estaban en el acto, tonta Lisa y su buena labia, podía tener una parte gatuna a la cuál no le interesaba demasiado con quién se envolvía y su solo deseo era llenarse de pequeñas crías, pero su parte humana se sentía llena de humillación.

ㅡJennie... ㅡ Ryujin la llamaba extendiéndole un poco de su comida en la pequeña cuchara, su mamá le había dicho que no podía darle su comida así a la gatita, pero la verdad ella solo quería ser buena compartiendo sus cosas, y así quizás Jennie quisiera jugar con ella.

La gatita se estiró y bostezó, sin hacer caso a los llamados de la menor, ignorándola como si ni siquiera estuviera allí pidiendo por su atención.

¿Esa niña no entendía cuándo una gata estaba despechada? Uh, probablemente no.

ㅡElla mintió, ella dijo que me amaba y no era verdad, ella mintió. ㅡ Maullaba la gatita lastimera.

Ryujin frunció su pequeño ceño ante la actitud de su gata, además de su forma extraña de maullar, no podía entenderla así que prefirió buscar ayuda de una experta.

ㅡMami... ㅡ Ryujin se levantó y caminó hasta dónde se encontraba su madre que estaba haciendo el puré de papa para su almuerzo y tiró de su pantalón.

ㅡ¿Qué sucede, amor? ㅡLa niña señaló a la gatita sobre la alfombra, al parecer rascando su espalda con esta y maullando aún de esa forma extraña.

La mayor la observó, era un poco extraño mirarla así en su opinión.

Rosé había notado el cambio en su gatita juguetona, antes solía saltar en los sillones y sofás, correr por la casa y jugar junto a Ryujin de vez en cuando, pero últimamente estaba como decaída. ¿Será que Jisoo tenía razón y debía buscarle una pareja a Jennie? Creyó que mejor sería ir al veterinario, en su comunidad había un pequeño consultorio, quizás podría llevarla.

ㅡCreo que Jennie se siente enferma, Ryujin. ㅡLe comunicó a la pequeña, obviamente preocupada por la situación.

ㅡ¿Enferma? ㅡPreguntó con un tono triste la pequeña.

Asintió, un poco enternecida por la preocupación de su hija.

ㅡSí, cariño. ㅡRespondió volviendo a su tarea de aplastar la papa que sería almuerzo de Ryujin, pues no le gustaban los grumos, esa niña mimada, gracias a Jisoo.

Ryujin estaba preocupada por Jennie, no entendía mucho de enfermedades, o quizás absolutamente nada, pero sonaba a que era realmente feo, corrió hacia la peluda alfombra y tomó a la gatita de imprevisto, abrazándola fuertemente contra ella, casi dejándola sin aire.

ㅡJennie , te quiero. ㅡDio muchos besos sobre su cabeza peluda, sus madres hacían eso con ella cuando lloraba, quizás podría ayudar de alguna forma.

Jennie por su parte se dejó abrazar sin quejarse, necesitaba ese aprecio, cerró sus ojos y ronroneó ante el cariño dado, a final de cuentas podía admitir que le gustaba como Ryujin siempre estaba dispuesta a llenarla de mimos.

Mininas | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora