Capítulo 5

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Cuatro bebés estaban sobre la alfombra afelpada en la sala de aquel hogar, jugando quién sabe que cosa con alguno de sus juguetes, la convivencia no era del todo buena entre esos cuatro, pues la mayoría del tiempo andaban molestando a la mayor de ellos como su madre gata les había enseñado, haciéndola llorar en diversas ocasiones.

Rosé los observaba desde la cocina porque estaba preparando el almuerzo, la forma en la que esos gatitos crecían le daba escalofríos, había transcurrido un mes aproximadamente desde su nacimiento y en su forma humana estaban casi del tamaño de Ryujin, hasta ya caminaban, lo que dificultaba un poco su tarea de ocultar a los pequeños híbridos y eso le preocupaba un poco la mayoría de las veces.

El pequeño Soobin se levantó con una sonrisa traviesa de bebé, caminando hacía donde estaba Ryujin haciendo una coleta en el cabello de Lia, con rapidez tomó el juguete de la mayor y se transformó rápidamente en su forma gatuna, llevándoselo en la boca, dejando a Ryujin en un mar de llanto, en medio de una rabieta.

Jennie por su parte reía panza arriba ante la escena, había entrenado bien a los tres gatitos, aunque casi se ahogó debido a que Yizhuo había mordido uno de sus pezones en busca de su alimento.

ㅡMocosa, ten más cuidado. ㅡRegañó tratando de acomodarse, pero le era imposible porque Yizhuo estaba casi encima de ella y con sus patitas presionaba para que saliera más leche, Jennie lloriqueó, ser madre no era nada fácil.

ㅡNo deberías enseñarle a los niños a molestar a Ryujin, creo que Jisoo no está muy contenta con eso, la semana pasada la rasguñaron. ㅡDijo Lisa, tomando a Soobin en su boca, arrastrándolo para que dejara el juguete sobre la alfombra.

El pequeño gatito se mostraba renuente a soltarlo, pero con un leve apretón de su madre finalmente lo soltó.

ㅡGracias, Lisa. ㅡ Le había dicho Rosé, agachándose a tomar el juguete con una llorosa Ryujin en brazos. ㅡ Ya, cariño, déjame limpiarlo.

Y desapareció yendo a la cocina, con Lia siguiéndole, desde que la gatita había descubierto que Rosé también tenía leche no había parado de buscarla para que le diera aunque sea un poco, eso de compartir a su mamá le había cansado así que usando su inteligencia de gatita de un mes, le pareció lógica su idea.

Lisa volvió a dónde estaba Jennie, acostándose y acurrucándose contra ella y Yizhuo.

ㅡNo seas aburrida, Lisa. Una de las mejores cosas de ser gato es molestar a los bebés humanos, bueno también raspar el sofá y las cortinas, pero ya Rosé me amenazó con no comprarme la nueva almohada. ¿Puedes creerlo? Es un mounstro. ㅡDijo y con una de sus patitas empujaba la cabecita de Yizhuo para que ya la soltara. ㅡ ¡Ay! Yizhuo estás mordiéndome. ¡Gata insolente! Ten consideración con tu madre.

La gatita finalmente soltó a su madre, riendo al despegarse de ella, por todas las palabras que le había dicho y corrió hacía Soobin para así poder jugar a las peleas un rato.

ㅡAh, Jennie a veces se pasan con sus bromas. ㅡDijo Lisa pasando su lengua por una de sus mejillas, mientras Jennie ronroneaba.

No comprendía mucho a Lisa cuando se ponía a discutir por cosas como esa, ella solo quería dejar su legado a sus gatitos, que fueran educados con aquellas habilidades gatunas de las que se sentía orgullosa.

¿Por qué le molestaba eso?

ㅡYa olvida eso, solo dime que me amas como siempre haces.

ㅡUh... Te amo mucho. ㅡRespondió lamiendo sus bigotitos, como siempre obediente.ㅡ Traje una rata para ustedes, está afuera, ya sabes cómo se pone Rosé cuando las meto a la casa, y como últimamente las palomas se han portado bien no he tomado a ninguna, aunque le prometí a la brigada que ya no tomaría más de ellas.

Mininas | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora