ARIAN | Un Secreto, Un Misterio Y Una Sola Verdad ©

13. El bosque.

Onur.

- ¿Por qué hacen esto? - Les pregunté a mis padres, mientras el llanto me quebraba la voz.

- Tú, por qué le haces esto a tus padres sería la pregunta.

- Yo no he hecho nada, lo juro.

- Ya lo sabemos - respondió mi padre - Nos estás poniendo en peligro a todos.

- ¡Ustedes no tienen corazón¡. - En aquel momento mi madre me abofeteo muy fuerte.

Ya no dije palabra alguna, me encerraron en el sótano, no querían que tenga contacto con Arián y Galine.

¿Cómo iba a poder ayudarlos? Yo sabía que era diferente a ellos, no quería ser un asesino como lo son mis padres, ni como lo son la mayoría de este maldita ciudad.

Fueron pasando las horas en ese lugar, tal solo faltaban seis días para el gran ataque. Mis amigos me necesitaban, y yo tenía que estar allí.

Cómo pude logré abrir una pequeña ventana la cual producto de los años y el óxido estaba trabada, pero de alguna y otra manera me las ingenie, utilizando mis conocimientos, por algo siempre fui el mejor de la clase.

Poco a poco fui sacando mitad de mi cuerpo, el polvo del suelo se pegaba a mi buzo color verde agua, el frío me congelaba las orejas, y el viento me daba aún mqs frio.

Cómo pude, logré salir de ese maldito lugar.

Una ves fuera, pensé; ¿Que hago ahora? Prácticamente estaba en la calle, claramente a casa nos iba a poder volver. Lo único que tenía al frente mío era el bosque, aquel mismo al cual las personas le tienen miedo, pero no quedaba más. Fue mi única opción.

Al ingresar allí, el frío de aquel lugar parecía el pelo sur y el ruido de los cuervos merodeando me daba un poco de temor.

Sin embargo seguí caminando, no sabía bien a dónde estaba yendo, pero tenía que huir y estar lo más lejos posible de casa.

Corrí con todas mis fuerzas, me orientaba por los sonidos. Sabía que si escuchaba el lago, era porque la casa de Arián estaba cerca.

Mientras aún seguía corriendo, se escucho a lo lejos una voz gritando - ¡Onur!

Ni si quiera frene para darme la vuelta, seguía corriendo y podía escuchar otros pasos corriendo detrás.

Aquella voz se escuchaba cada ves más y más cerca.

- ¡Onur!

No era la voz de mis padres, entonces ¿Quien carajos podría ser?

Por un momento pensé en parar y esconderme, pero sabía que podría ser mi final, ya no estaba lidiando contra mis asesinos padres, era contra una ciudad.

Mi voz se agitaba por el cansancio, mi respiración se tornaba un poco acelerada y mi corazón bombeaba más de lo normal producto de lo que corrí, el sudor de mi frente se tornaba frío producto de la brisa que chocaba mi rostro.

- ¡Genial! - Exclamé al ver el río a unos metros de mi.

Del otro lado se encontraba la casa de Arián.

- Onur, espera - gritaron.

- Rayos - Susurré.
Sin mas, seguí corriendo. Al llegar a la orilla del lago, observé la casa de Arián, no estaba la camioneta vieja, por lo tanto no estaba seguro si el estaría en su casa.

Para colmo, aquellos pasos se escuchaban cada vez más cerca, ese crujir de la hojas secas rompiéndose producto de aquellos pasos, parecía entrar en mis oídos y desconcentrarme.

Ya no tenía dónde seguir corriendo, y no sabía nadar, ah decir verdad nadie que nació en los años 2004 o 2005 saben nadar, ya que esa materia la cancelaron de la ciudad. Son muy pocos quienes saben hacerlo en Esmery.

No me quedo más que esconderme detrás de un árbol.

Aquellos pasos se escuchaban más cerca y venian a toda prisa.

- ¿Onur? - preguntaba aquella voz.

Yo no iba a salir por nada en el mundo.

Aquellos pasos se escuchaban más cerca y cada vez más lento, era como que se acercaba cuidadosamente al lugar en donde yo me encontraba.

Dentro mío sentía la curiosidad de verle la cara a esa persona que me seguía, necesitaba saber quién carajos era.

Me asome al costado del árbol y saque parte de mi cabeza para poder observar con mi ojo derecho.

No veía nada.

Nuevamente me volví a esconder a cuerpo entero.

E intenté otra vez, muy cuidadosamente me asome, carajos, sentía mucho miedo, tenía ganas de orinar, y el sudor frío de mi cuerpo me hacia temblar, era todo un combo de cosas.

Al asomarme pude ver a esta persona de espalda, era un hombre, tenía un tapado negro y sombrero.

No sabía quién era, no podía distinguir, creo que nunca había visto a alguien vestido así en la ciudad.

Pero la tranquilidad llegó cuando podía observar que poco a poco se iba alejando. Por dentro pensé; Quizás creyó que seguí corriendo por la orilla del lago.

Mientras escuchaba como esos pasos se iban alejando, poco a poco fui saliendo del escondite.

- !Gracias Árbol! - susurre al árbol mientras con mi mano lo acaricie.

Siempre ame la naturaleza.

Me volví a acercar a la orilla del lago, estaba muy agitado, me senté unos segundos y observaba al frente de la casa de Arián.

Tenía la curiosidad de saber si había alguien dentro de la casa, si él se encontraba allí para poder ayudarme, pero no quería gritar, quizás aquel hombre me escuchaba y volvía. Ya no tenía fuerza para volver a correr, me encontraba muy agitado.

Al mirar al suelo observé unas piedritas, rápidamente mi mente me dió una idea, tratar de llegar a golpear la puerta, la ventana o el techo con las piedras.

No era muy bueno con la puntería, pero no quedaba opción.

El primer intento fue fallido, el segundo también, el tercero estubo cerca, el cuarto dió en una de las paredes de madera y el quinto pego en la ventana.

Me quedé esperando que salga alguien, pero nadie abría aquella maldita puerta.

Una vez más agarre una piedra y con la poca energía que me quedaba, respire profundo y la lance.

- !Si! - Exclamé al ver que pego en la puerta.

A lo lejos pude ver cómo alguien movió la cortina de la casa.

- !Abre la puerta por favor, solo abre la puerta! - susurraba en voz baja.

La felicidad que sentí al ver que esas puertas se abrieron.

- ¡ar**! - Exclamé, un golpe fuerte en mi cabeza me silencio.

En aquel momento, todo fue oscuridad.

Continuará...

Nota del autor: Hoy tenemos un capítulo desde la perspectiva de Onur. Si te gusto este capítulo te pido que dejes tu comentario y tú voto en la historia. Te agradezco mucho por formar parte de esta historia y de ser parte de mi vida.

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