Italia es una país maravilloso, los turistas abundan en aquel lugar, los paisajes, la cultura, sin duda todo es hermoso, aunque por otra parte, así como es de hermoso, también es peligroso. Existen cuatro mafias en todo Italia, pero solo una de ella...
—¡Jungkookie! ¡Hola!, ¡Tiene tiempo que no te veía después de aquella noche!, ¿Hace cuanto fue?, ¡Dios!, ¡Casi dos años!— grito una mujer mientras a pasos rápidos se acercaba a Jeon que estaba a punto de subir a su auto, su hombres inmediatamente se acercaron a la chica para apartarla de su jefe, sin embargo Jungkook hizo una señal con su mano para que la dejaran continuar, y así fue.
—Laura, efectivamente, tiene bastante que no nos vemos, ¿se te ofrece algo— dijo con inmensa seriedad, le fastidiaba ese apodo en labios que no fueran de su amado.
—¡Por Dios!, Pero que serio, a penas nos vemos después de mucho y me tratas así, ¿Kook?, ¡Anda!, Invitame a desayunar, o... Mejor aún, invitame a tu casa...— Laura acercó su mano a la corbata de Jungkook, tratando de "acomodarla", mientras hablaba seductoramente.
Simplemente repugnante.
Jungkook inmediatamente, y con un fuerte apretón en su muñeca, retiro está de su corbata.
—Te voy a pedir de favor que no me vuelvas a tocar, mucho menos sin mi consentimiento, y si quieres ir a desayunar, puedes hacerlo pero sola, porque yo iré a desayunar con MI Esposo, y MI hijo, así que te voy a pedir que te retires y dejes de interferir en mis tiempos...— y dejando a una chica bastante impactada por aquellas cuatro palabras que recalcó, subió a su auto, y antes de que este tomara marcha, bajo el vidrio para posteriormente hablar— Ah, y no Laura, no es un gusto volverte a ver—
Y sin más el auto arrancó.
Aquella mujer estaba en shock, no podía creer que haberse ido a Estados Unidos por casi dos años, hubiese ocurrido todo esto.
¿Jeon Jungkook con esposo? ¿Un hijo?
Eso no podía ser posible...
[...]
Jeon Jungkook llegaba a su hogar, siendo recibido por su precioso chico cuyo lo recibió con un fugaz beso en los labios, y por supuesto su hijo, cuyo este lo recibió con sus manitas tocando su rostro.
—Que hermoso es llegar a casa y lo primero que veo es a ustedes dos, los ángeles de mi vida—
—¡Te extrañamos mucho Kook!, Te fuiste muy temprano, y solo encontré tu bonita nota y los hermosos tulipanes que me dejaste— Dijo un Tae sonrojado.
Aquellos pequeños detalles los amaba con toda su alma.
—Lo lamento mi amor, tenía que ir a ver algunas cuantas cosas, que... tengo muchas ansias de decirte mi cielo, pero lo haré en la hora del desayuno, ¿De acuerdo?— sujetaba con tanta delicadeza y amor la cintura de su amado, con una sola mano, mientras que con la otra cargaba a su bebé que no paraba de jugar con sus cabellos negros.
—¡De acuerdo Jungkookie!, entonces vamos a desayunar, tengo mucha hambre, pero quería esperar hasta que tú llegarás— dijo tímido.
—Oh Mi amor, si tienes hambre desde antes y yo no estoy en casa, no es necesario que te esperes tanto tiempo mi cielo, puede hacerte daño, ¿de acuerdo?—
—Esta bien kook— y con un piquito que le dio a Jeon, ambos se fueron al comedor.
[...]
JunHyun se encontraba acostado en su carreola a lado del comedor, se encontraba jugando con su mordedera, mientras que sus padres desayunaban tranquilamente.
Jungkook paro de comer, dejando los cubiertos a un lado, y limpiando los restos de comida con una servilleta, comenzó a hablar.
—Mi amor, hoy salí temprano porque fui a ver a una vieja amiga... Su esposo y ella se encargan de organizar fiestas, eventos exclusivos y privados... La razón de que fui, es porque... Le pedí por favor que nos ayude con todos los preparativos de nuestra boda, quiero que sea especial, que sea a tu total gusto Taehyung, quiero que sea inolvidable, porque es algo significativo e importante para nuestras vidas... Así que ángel, piensa en todo aquellos que siempre haz soñada que haya en tu boda amor, en nuestra boda—
Jungkook hablaba con una gran sonrisa en sus labios, y con un inmenso brillo en sus ojos al ver como Taehyung había dejado de comer por lo impresionado que se encontraba.
El gran momento estaba comenzando.
—¡¿Lo... Lo dices en serio Jungkookie?!— sus ojitos brillaban de la felicidad.
—Mas que en serio cielo—
—¡Oh por Dios! ¡Muchas gracias Jungkookie! ¡Gracias! ¡Gracias!— corrió a los brazos de Jeon.
El cual lo recibió gustoso, dejándolo en su regazo mientras apartaba aquellos cabellitos rebeldes del rostro de su chico...
—No tienes porque agradecer Tae, perdóname por haber tardado tanto cielo, pero ya no más, quiero que Dios sea testigo del amor sincero que tengo hacia ti, quiero que el mundo sea testigo del amor que te tengo Taehyung, quiero que tú, sepas lo mucho que te amo, lo mucho que te adoro, lo mucho que deseo unirme en sagrado matrimonio contigo, quiero que te digan "Señor Jeon"— y soltando carcajadas pequeñas, ambos se unieron en un hermoso beso, Taehyung llorando por las bellas palabras que su prometido le decía.
—Te amo Jungkook, te amo mucho mucho, gracias, gracias por todo esto, gracias por llegar a mi vida, gracias por escogerme a mi...—
—No mi amor, gracias a ti por quedarte a mi lado a pesar de todo... Gracia sport darme al más precioso hijo... Gracias a ti por llegar a mi vida Taehyung—
[...]
"The End Of The World" de Skeeter Davis. Sonaba por toda aquella enorme habitación, mientras Jeon y Taehyung se unían en cuerpo y alma, mientras hacían el amor, mientras Jungkook admiraba y tocaba todo aquel pequeño cuerpo, con tanta adoración y cariño...
Mientras se susurraban aquellas palabras en dónde se decían lo cuánto que se amaban, mientras la luna solo era testigo del amor que se daban aquellos dos en aquella habitación.
En donde solo eran ellos dos, convirtiéndose en uno solo, con sus cuerpos desnudos, transmitiendose calor y amor, en donde solo Jungkook era testigo de aquellos bonitos jadeos que salían de la hermosa boquita de su chico, y Taehyung, solo siendo testigo de aquellos gruñidos que su hombre sacaba a la hora de penetrarlo con tanta delicadeza, sin ninguna intención de lastimarlo.
Solo ellos dos, y la luna alumbrando sus cuerpos.
Y por JunHyun no se preocupen, el está con su abuelo en una habitación algo alejada de ellos.
¡He vuelto!
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