09 🦁

1.8K 280 14
                                    

—¿Y qué? ¿Ya están saliendo? —Yibo miró a Cheng con el ceño fruncido, pues su pregunta le había sido repentina.

Estiró la mano para tomar un puñado de los dulces que descansaban en el regazo del mayor entre los tres, quien sólo se había dedicado a comer con tranquilidad sin dejar de mirarlos curioso. Hai Kuan no le quitaba los ojos de encima y de algún modo comenzaba a ponerle nervioso; ambos seguían observándole de esa manera y no podía evitarlo. Le miraban como si estuviese cometiendo algún delito o algo por el estilo. Los tres nuevamente en la terraza del instituto como solían frecuentar.

—No. —encogiéndose de hombros, llevó un par de dulces a su boca después de quitarles el envoltorio.

—Pero ayer estaban follando.

—No estábamos haciendo eso.

—Lo estabas casi jodiendo.

Rodó los ojos soltando un profundo suspiro irritado. Es que no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. ¡Sus amigos le acusaban de violar a Xiao Zhan! ¿Cómo podían si quiera pensarlo? ¡Él jamás haría algo como eso! Yibo estaba enojado e indignado, muy indignado.

—Ya ChengCheng, no creo que Yibo fuera capaz de hacerle eso a Zhannie.

—¿Lo escuchas? Hai Kuan me cre-

—Creo que sería al revés —completó con una mueca pensativa, mirando a su novio sobre su hombro; pues se encontraba sentado entre sus piernas.

Zhou sonrió divertido al ver la mueca incrédula que Yibo había dibujado en su rostro, pasando de ser incrédula para ser una molesta. Se dejó caer dramáticamente en el techo soltando un gemido exasperado. ¡Su mejor amigo también le había traicionado! Lo esperaba de Zhou Cheng ¡Pero no de Hai Kuan! ¡No de su Hai!

—¡Qué no le quise hacer nada a Zhan y Zhan no quiso follarme! ¿Por qué fue esa su primera conclusión de todos modos?

—Yibo... Estabas encima de él, entre sus piernas, besándolo.

—No lo estaba besando, amor, se lo estaba comiendo —Cheng corrigió, dándole un pequeño apretón al relleno muslo del peli-café para llamar su atención, a lo que Hai Kuan lo miró de inmediato —. ¿Qué no viste? ¡Hasta lengua y todo! —Hai Kuan rió al ver la mueca asqueada que Cheng fingió junto a la sacudida de su cuerpo, fingiendo también sentir escalofríos —. Si no interrumpiamos, seguramente nos hacían tíos, y yo no quiero serlo tan joven.

Yibo fulminó a Cheng, levantándose para volver a sentarse con las piernas cruzadas sin dejar de enviarles dagas imaginarias con sus ojos.

—En primer lugar somos hombres.

—¿Y eso qué?

—¡Qué no puedo darte sobrinos, Cheng!

El aludido rodó los ojos soltando un bufido para luego hacer un pequeño puchero molesto, a lo que Hai Kuan rió levemente.

—Yibo, ¿Te gusta Zhan? —Kuan cuestionó con sincera curiosidad, observando atento a cualquier reacción o movimiento.

Yibo aplanó sus labios unos segundos antes de soltar otro suspiro, pensándolo seriamente durante un buen rato. ¿Gustarle Xiao Zhan? Es decir, era mundo y muy dulce, lograba hacerle sonrojar más de lo que alguna vez alguien mi haya logrado antes, pero no había pensado siquiera en desarrollar sentimientos profundos hacía él. Era cierto que la mitad del tiempo compartían sesiones de besos más de lo que hablaban y que usualmente se buscaban para aquello, pero realmente no sabía que podría significar. Wang Yibo lo buscó en primer lugar por la apuesta que había hecho con sus amigos, y quizás, sino hubiese aceptado, Xiao Zhan nunca hubiera sabido de su existencia. ¿Qué era lo que quería Zhan de él, de todas maneras? ¿Por qué seguía buscándolo?

—No lo sé.. —respondió finalmente en un suave murmuro, observando sus dedos jugar entre ellos.

—Tal vez deberías hablar con Zhan seriamente, preguntarle realmente qué es lo que quiere de ti.

—Cheng tiene razón, Yibo. Deberían hablar de lo que sea que tienen —Hai Kuan dijo mientras llevaba un par de dulces a su boca, para luego hablar con esta llena—. Aywer rewalmewnte pawrewcwia ewstar a puwntwo de fowllar.

—Te estás babeando todo, amor... —Cheng murmuró, estirando la manga de su suéter para limpiar la barbilla y parte de las mejillas de su pequeño y lindo novio.

Yibo observó a su mejor amigo quejarse en voz baja para que dejara de limpiarlo, alegando que ya no era un bebé, a lo que Cheng sostuvo sus mejillas apretandolas ligeramente, logrando abultar sus labios para mantenerlo quieto y terminar de limpiarlo. Sonrió al verlos siendo tan cercanos y cariñosos, imaginando algún escenario donde Xiao Zhan y él terminaran peleando de aquella manera como lo estaban haciendo sus amigos.

Quizás podría gustarle después de todo.

Quizás sí podría gustarle después de todo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Por una apuesta◞♡° YiZhan Where stories live. Discover now