ㅡTe apuesto este dulce a que no me besas. —Yibo enseñó el dulce entre sus dedos y le sonrió risueño.
ㅡCon gusto ㅡZhan le quitó el dulce y se acercó hasta darle un rápido beso a sus labios.
Yibo rió despacio, pues le había hecho pequeñas cosquillas.
ㅡTe apuesto esta moneda a que no te sientas en mis piernas ㅡenseñó la moneda y alzó ambas cejas coqueto.
Zhan le sonrió pícaro y le quitó la moneda guardándola en sus jeans al mismo tiempo en que se sentaba sobre su regazo y se sostenía de sus hombros para no caer, Zhan le sonrió ampliamente colocando sus manos en su cintura dándole un pequeño apretón y provocándole cosquillas que le robaron pequeñas risas.
—Te apuesto un beso, a qué no aceptas ser mi novio. —murmuró Zhan.
Yibo abrió mucho los ojos al escucharle, sintió sus mejillas teñirse y escuchó a su corazón chillar de la emoción. ¡Su novio! ¡Zhan le estaba pidiendo ser su novio!
ㅡHecho. ㅡmurmuró para luego darle un beso. Uno largo y lo suficientemente lento para dejarle saber que ese día se había puesto bálsamo con sabor a sandía.
Abrazó su cintura acercándole más a su cuerpo, mientras los dedos de Zhan se enredaban en los cabellos de su nuca. Sus labios habían comenzando una exquisita danza donde sus lenguas se tocaban tímidamente. El cuerpo de Zhan había comenzado a moverse por si sólo sobre su regazo, sacándole a Yibo suspiros agitados.
—Zhan... ㅡsuspiró sobre sus labios.
Zhan le miró esperando que siguiera. Sus mejillas encendidas, su ropa arrugada, sus cabellos alborotados, sus labios rojos y entre abiertos. Era una hermosa imagen.
ㅡTe quiero.
ㅡTe quiero también, Yibo.
ㅡY todo por una apuesta —Zhan le sonrió ampliamente antes de besarle de nuevo.
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