Para poder sanar, hablemos.

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—Prem, acaso t-

La forma en la que se asusta, esconde todo lo que tiene sobre la cama y cierra su computadora, me deja paralizado. Se gira hacía mí sin dejar de cubrir sospechosamente algo y sonríe, agitado.

—¿Ya te duchaste? —pregunta, cuando supongo que las gotas de agua cayendo sobre mi pelo mojado y la toalla en mi mano, deberían darle una respuesta.

Vuelvo a mirar hacia su computadora.

—¿Estabas viendo porno? —lo señalo y entrecierro los ojos.

—¿Yo? ¡No! ¡Yo no e-

Me río.

—No tienes que negarlo.

—¡Pero no lo estaba haciendo! —intenta defenderse.

—¿Entonces qué hacías? —se queda callado—. ¿Ves? Te dejaré solo para que puedas terminar.

—¡Oye!

—Pero no tardes tanto, debemos ir a la universidad.

Prem se sigue quejando mientras yo me burlo y abandono la habitación.

♡♡♡

En nuestro habitual camino a la universidad, no puedo evitar reír constantemente al notar la cara de vergüenza que carga Prem.

Suelta mi mano y se coloca frente a mí, deteniendo el paso.

—¡Dije que no estaba haciendo eso! —intenta hacerme creerlo por décima vez.

—Llegaremos tarde a clases. —acaricio su cabello e intento cruzar por su lado. Coloca su mano en mi cintura y lo impide—. Oye...

—Cierra los ojos. —pide y yo desconfío—. ¿Quieres saber lo que estaba haciendo esta mañana o no?

La curiosidad puede conmigo en este instante y es por eso que a pesar de que resoplo, vuelvo a ponerme frente a él y cierro mis ojos.

Dura unos segundos sin hacer nada y cuando creo que solo es una broma, siento el cálido tacto de su mano sobre mi mano izquierda, algo frío se introduce en mi dedo índice y mi corazón se acelera.

Abro mis ojos sin esperar una orden y llevo mi vista al nuevo objeto que adorna mi piel. Me quedo sin aliento. Suelta mi mano y no puedo evitar elevarla más cerca de mis ojos, examino delicadamente el metal dorado que se enrolla alrededor de mi dedo, las tres bolas igualmente doradas en su superficie se ven delicadas.

No comprendo. Toma mi mano derecha y hace exactamente lo mismo.

—¿Q-qué es esto? —pregunto, atónito.

Vuelve a mirarme, sujeta mi mano con fuerza.

—Vi muchos vídeos en internet sobre anillos antiestrés, pensé pedir uno en una joyería pero no llegaría hasta dentro de unos meses. —mis ojos se vuelven llorosos—. Así que busqué un tutorial, compré algunos materiales y los hice yo mismo.

Mis lágrimas caen.

—¿Cuánto tiempo estuviste haciendo esto? —pregunto con genuina alegría.

—Unos días, estos son mi intento número 20. —ríe, avergonzado—. No es lo mejor pero... supongo que sirve.

Acaricia mis manos, específicamente las heridas cicatrizadas entre mis dedos.

—Para mí es lo mejor que he recibido.

Afirmo con sinceridad. Prem sonríe con alegría, satisfecho de la reacción. Coloco mi agarre por encima del suyo y lo sujeto con fuerza.

—Vamos, o llegaremos tarde.

Trata de amarme TÚ [BL] #3 [✔]Where stories live. Discover now