Los días malos forman parte del calendario

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No tomar el medicamento puede causar un malestar general en tu día a día, sin embargo, a veces el medicarse tampoco es lo suficientemente fuerte como para luchar con nuestros pensamientos.

Y hoy es ese día.

Mentiría si prometo que he dormido lo suficiente, cuando sinceramente la sensación de opresión en mi pecho me colma de ideas de que algo malo va a pasar. Aún sin tener la más mínima idea de qué puede ser, me empezaron a consumir.

Mi respiración era acelerada, mis manos temblaban y el dolor en mi pecho hacía sentir que estaba a punto de morir.

Miré al chico que soñaba profundamente a mi lado mientras sostenía mi mano y lloré aún más.

¿Y si todo lo de ayer fue mentira?

¿Qué hago si está pensando en irse?

¿Y si está cansado de mí?

Mis lágrimas caen y mi cabeza está apunto de explotar. 《Algo malo va a pasar》 dice mi cerebro. Es mentira, pero no puedo convencerlo.

Bajo de la cama con dificultad mientras siento que el aire no llega correctamente a mis pulmones.

Es mentira, todo lo es.

Me repito aquella frase mientras voy a la mesa de noche y tomo mi medicación, ruego al cielo para que el efecto sea rápido y me arrastre fuera de esta cueva.

Tomo el móvil y vuelvo al suelo, recostando mi espalda contra el pequeño clóset.

4:00 am.

Llevo mi vista nublada a Prem, mi cuerpo sigue temblando e incluso siento mi temperatura elevarse. Tengo miedo, no puedo negarlo mientras mi cabeza se llena de imágenes terroríficas sobre cosas que podrían suceder.

Decido llorar en silencio en una esquina, no quiero levantarlo y ver su gesto de preocupación al saber que quizá no pueda hacer nada. Así que decido quedarme en el frío y solitario piso mientras con lágrimas abarrotadas busco tranquilidad en la relajación de cada una de sus facciones.

6:00 am.

Mis párpados arden y mi nariz se encuentra llena de humedad por dentro. Mis ojos van de la pantalla de mi móvil que cuenta las horas al dulce chico sobre mi cama que parece vivir en paz consigo mismo.

No puedo dejar que me encuentre en este estado al despertar. Algunos síntomas han disminuido favorablemente, pero las ideas atroces en mi cerebro se niegan a ceder ante el medicamento.

Podría haber tomado una pastilla para dormir y desaparecer del mundo real por algún tiempo. Pero me aterra hacerme tan dependiente de la felicidad que me otorga dicha cápsula y nunca jamás poder escapar de ella.

Me pongo de pie con dificultad intentando no hacer ruido. Tomo mis cosas de aseo y me dirijo al baño.

Cambio la temperatura del agua y la coloco en lo más helado que me sea posible. Esta cae directo sobre mi cabeza y se desliza hacia las demás partes de mi cuerpo. En otra circunstancia hubiese salido corriendo desde que la primera gota cubriera mi cuerpo pero el dolor que causa el frío extremo sobre mi cabeza y demás partes del cuerpo me ayuda a disminuir la tensión en mis pensamientos.

Para algunos puede ser una técnica estúpidamente falible, porque restar odio e impotencia con dolor no tendría sentido a menos que estés en esta situación y descubras por ti mismo que torturarnos, aveces es lo único que nos hace olvidar por lo que estamos sufriendo.

Prefiero la debilidad de mi cuerpo debido a las tan bajas temperaturas, que dejarme engatusar por los pensamientos que me afirman que si no muero yo, morirá alguien más porque es lo único que ellos saben.

Trata de amarme TÚ [BL] #3 [✔]Where stories live. Discover now