"Su celosa mujer, contrato a un chico como servidumbre. Así aseguraría que su perfecto esposo no la engañe. Si...grave error".
Kooktae
No copias no adaptaciónes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sus labios se separaron tan lascivamente.
Jungkook le miro con cariño pero ese cariño estaba cubriendo al miedo interno carcomiendole.
Taehyung lo noto, y sus labios se fruncieron en una mueca de aflicción. ¿Que se supone que pasaba?, fue como un golpe de realidad, un golpe en el que el hombre del cual, comenzaba a generar estragos en su loca cabezita. Tenía una esposa, tendría un bebé, muy probablemente su matrimonio se arreglaría y el solo pasaría a ser un juguete para pasar el rato.
Pero décidio optar por la segunda opción.
Una en la cuál, el hombre dejaba a su esposa de lado, para estar con el.
Se perdió inmerso en sus pensamientos. Sonrió en un semblante socarròn dirigido hacia su propia persona.
¿Que tan idiota puede ser?.
El azabache le miro con nerviosismo y duda debido a el gesto en el rostro del chico.
El cual tenía preciosamente la camisa celeste del uniforme desabotonada, mostrando su hermoso y dorado pecho.
Abriendo la boca para hablar. Los ojos del castaño comenzaban formar cristales de agua, pues aquel hombre que le volvía loco, no dejaría su vida por el.
Y era algo verdaderamente disparatado pensar de aquel modo.
No por un universitario que estudia Medicina, y paga los semestres con empleos en casas de hombres de alto estatus para embobarlos y sacarles una buena cantidad, lo suficiente para mantenerse a él y su familia. A los cuales engañaba y les venía con el cuento del chico limpiando casas de gente de buen dinero. Y que por ello la paga era un poco más benéfica que cualquier otro empleo.
Jungkook le miro nuevamente tentado a hablar, para poder decirle a Taehyung algo que lo calmara.
Pero sabía que no podía hacerlo, por qué las palabras que el castaño deseaba que llenarán sus oídos, no podrían ser jamás. Así que solo se mordió la lengua antes de manifestar algo absurdo.
Por qué estaba mal.
Cada uno manteniéndose en su propio pensar, pero al mismo tiempo de forma paralela fijamente antentos ante el habla del otro.
El sonido de la puerta tratando de ser abierta los alertó a ambos.
A Jungkoonk se le fue el aire de los pulmones y Taehyung solo pudo palidecer y maldecir.
"¡Jungkook!, ¡Cariño, abreme!"
El azabache engulló con dificultan, sus labios se sintieron secos momentáneamente. "Escondeté bajo el escritorio".
Taehyung, con el corazón en la boca y su pecho doliendo horrible, asíntio ante los susurros de la reciente declaración.
Sintiéndose como una zorra. Y claro que aquello le hubiera importado lo que es un trozo de nada al principio. Pero ahora...
