"Su celosa mujer, contrato a un chico como servidumbre. Así aseguraría que su perfecto esposo no la engañe. Si...grave error".
Kooktae
No copias no adaptaciónes.
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El auto se detuvo frente a un enorme edificio, un enorme y lujosos edificio.
Alzó las cejas para observar el nombre de aquel lugar, satisfecho cuando supo que estaba en el sitio correcto.
Camino con tranquilidad hasta llegar a la entrada donde un hombre caucásico de avanzada edad aparente se paró frente a su anatomía.
"¿En qué puedo ayudarle joven?"
Taehyung le ofreció una cortéz sonrisa antes de responder.
"Quisiera saber dónde está el departamento de Jeon Jungkook"
El hombre le observó dudoso examinandole de arriba hacia abajo, tornando el ambiente un tanto incómodo.
"¿Al señor Jeon?, ¿De parte de quién?"
El castaño noto el gesto de desconfianza al observar el arrugado entrecejo del viejo, tratando de controlar sus reflejo y no virar los ojos con fastidio. Sonrío nuevamente, tratando de que no fuera a notarse forzado.
"Soy su primo, Jeon Taehyung"
El anciano abrió los labios asintiendo. Extendió una mano en dirección hacia dentro de aquel lugar ofreciéndole el pase.
"Es el departamento 257"
Taehyung asintió "gracias", camino hacia las puertas metálicas del elevador y sus pies sobre el piso alfombrado.
Y finalmente subió hasta donde tenía que subir.
Camino tranquilo observando el número de cada puerta.
No pensó que fuese tan complicado encontrar el departamento del azabache tardando algunos largos minutos en el proceso.
Exhaló con fuerza evidentemente ejercida, y sus mejillas se inflaron liberando el aire retenido cuando por fin pudo identificar el número que buscaba marcado al lado de una puerta de madera clara sobre una blanca pared de concreto.
Se relamio los labios acercando su mano hecha puño con suavidad, y algo dudoso golpeó este contra la superficie de madera cuatro veces.
"Abranme la puerta señor Jeon" verbalizo en voz baja para su propio criterio.
Justo en ese instante parpadeo escuchando la manija de la puerta ser removida con inquietud.
Cuando Jungkook abrió la puerta, en su rostro apareció un gesto de sorpresa y algo de confusión, pero detrás de aquello también había otra emoción que había desvanecido cualquier posible incomodidad.
Los ojos del fornido hombre reflejaba alegría, estos brillando dulcemente ante su vista, redondos y grandes ojos marrones de largas pestañas le observando curioso.
"Taehyung hola" el castaño solito una suave risa por lo bajo, ofreciéndole una sonrisa al hombre. Su mano derecha viajo hasta que la palma se cubrió por completo con la mejilla de la pálida piel frente a el.
