Rencores de amores

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En un bar oscuro y discreto de Seúl, Hwasa y el padre de Taehyung estaban sentados en una mesa apartada, lejos de las miradas curiosas

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En un bar oscuro y discreto de Seúl, Hwasa y el padre de Taehyung estaban sentados en una mesa apartada, lejos de las miradas curiosas. La música de fondo era apenas perceptible, y las luces tenues arrojaban sombras inquietantes sobre sus rostros. Hwasa sostenía una pequeña cámara en sus manos, revisando la grabación que el hombre le había traído.

En la pantalla, las imágenes de Taehyung y Jungkook hablando en la oficina de este último se reproducían con claridad. La voz de Jungkook resonaba con determinación y cariño, y Hwasa sintió un ardor de rabia creciendo en su pecho. Sus dedos se apretaron alrededor de la cámara, sus nudillos blanqueando por la fuerza de su agarre.

"Maldito sea", murmuró entre dientes, su expresión endureciéndose. Cada palabra, cada gesto entre Taehyung y Jungkook solo alimentaba su odio y su deseo de venganza. No podía permitir que Taehyung se saliera con la suya. No después de todo lo que había hecho.

El padre de Taehyung, un hombre de unos cincuenta años con una expresión cínica y desinteresada, observaba la escena con una mezcla de curiosidad y desprecio. Para él, Taehyung no era más que una molestia, un error del pasado.

"Te lo dije", comentó con indiferencia, tomando un sorbo de su whisky. "Ese mocoso jamás me interesó. Fue un accidente desde el principio".

Hwasa desvió la mirada de la pantalla para fijarla en él, sus ojos brillando con una determinación feroz. "Iremos al hospital", dijo con firmeza, su voz cargada de veneno. "Haré todo lo posible para que su madre se ponga en su contra. Si no puedo destruirlo a través de Jungkook, lo haré a través de la única persona que le importa más que nada en este mundo".

El hombre asintió con un gesto de aprobación, sin mostrar ninguna emoción. "Haz lo que tengas que hacer. No me importa lo que le pase a ese niño. Aquí tienes toda la información sobre su madre", dijo, deslizando una carpeta gruesa hacia Hwasa. "Está hospitalizada, y sus días están contados si no recibe el tratamiento adecuado".

Hwasa tomó la carpeta, sintiendo el peso de sus planes oscuros en sus manos. Abrió el documento y revisó la información, cada línea confirmando lo que ya sabía. La situación de la madre de Taehyung era precaria, y Hwasa estaba decidida a usar eso en su contra.

"Perfecto", susurró con una sonrisa cruel curvando sus labios. "Esto será más fácil de lo que pensé".

Se levantó de la mesa, ajustando sus gafas de sol y mirando al hombre con una mirada de acero. "Vamos al hospital. Es hora de poner en marcha el próximo paso de mi plan".

El hombre asintió de nuevo, levantándose lentamente y siguiéndola. Hwasa sentía que el poder y la venganza estaban a su alcance. Mientras se dirigían a la salida del bar, su mente ya estaba trabajando en los detalles de su plan. No descansaría hasta ver a Kim destruido como ella lo estaba.

 No descansaría hasta ver a Kim destruido como ella lo estaba

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The boy of clean "KookTae"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora