cinque

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Simón estaba dudando si mandarle o no mensaje a Villa

"¿Y si estará ocupado? No quiero molestarlo..." estaba dando vueltas y vueltas de un lado a otro sin saber que hacer
Lleva diez minutos así, sin saber que hacer, hasta que por fin se arma de valor y manda el mensaje

¡Hola! Soy Simón
17:48 p.m.

Rápidamente, pone el teléfono en su mesita de noche y pone la cara en su almohada, se arrepiente, pero a la vez está feliz de que tuvo la valentía de mandar el mensaje
Después de unos minutos sin agarrar el teléfono, se dio cuenta que el mensaje aún no fue visto, se acercó y agarró el teléfono y efectivamente, aún no lo a visto
Un poco más relajado, usa su teléfono como si no le hubiera mandado mensaje a su ex

Decidió salir un rato, para despejar su mente

Ya estando afuera, comenzó a pensar en cualquier cosa que se le venga a la mente, hasta que llegó un pensamiento sobre Villamil, su anterior vida juntos... El anillo ¿El anillo? ¿Si se lo llevo, verdad?

Ahora que lo recuerda, nunca se lo llevo, lo dejo en el cajón, y lo sacaría si Villa si aceptaba cenar con el, pero el nunca aceptó, y el anillo se quedó ahí
Comenzó a llamarse estupido por haber dejado el anillo en el departamento... ¿Pero Villa aún vive ahí? ¿Se habrá mudado? ¡Simón deja de sobrepensar las cosas! Villa nunca reviso esos cajones, todavía hay esperanza de que no se haya dado cuenta del anillo

Volvió a la casa, eran las siete y la cena ya estaba lista

—Que bueno que llegas, ya te iba a llamar —. Dice Martín —Sientate, ya está la comida —. Simón asiente y se sienta sin decir nada, sigue pensando —¿Estás bien? —. Pregunta al ver a su hermano tan pensativo

—Si, solo... Cosas del trabajo, algo sin importancia, no te preocupes —. Martín asiente sin saber si creerle o no, pero decide no darle más vueltas al asunto —¿Sabes? No tengo hambre, me iré a recostarme

—♪—

Simón estaba recostado en su cama, viendo su teléfono, se sentía bastante aburrido, ¿Y si sale a comer? Prácticamente no ceno así que es buena idea

Iba a dejar el teléfono, hasta que le llegó una notificación

Villa

Hola
21:35 p.m.

Casi se cae de la cama al ver el mensaje, rápidamente contesta

No estás ocupado ¿Verdad?
21:35 p.m.

No, acabo de llegar a mi casa
21:35 p.m.

Que bien
Creí que seguías trabajando
21:35 p.m.

No, salí hace como 7 minutos
21:35 p.m.

Oh, ok
21:36 p.m.

¿Y ahora? Esa es la conversación más corta que a tenido, ¿Que podría decirle ahora? ¿Así lo dejara? No, algo se le ocurrirá

¿Ya cenaste?
21:38 p.m.

Justo iba a ver qué voy a cenar
21:38 p.m.

"¿Y ahora que? ¿Debería invitarlo a cenar?" Simón estaba dudando si mandar el mensaje o no, lo borro, lo volvía a escribir, lo borraba y escribía algo similar y lo borraba de nuevo, hasta que al fin lo mando

No lo Recuerdo ───VillargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora