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—¿Qué trae puesto? —le pregunto al chico formado al final de la fila.

Todos los demás estudiantes nos miran atentos mientras espero una respuesta. Había comenzado a pasar la lista y cuando dije Spring nadie contestó, o al menos no lo escuché, así que pregunté más alto y vi a un chico con la mano alzada.

Debía ser una maldita broma.

Llevaba unos shorts rosa pastel cortos con una camisa blanca ajustada, una diadema del mismo color que los shorts y los tenis que llevaba eran blancos.

—Le hice una pregunta, Spring —le recordé molesto.

El chico solo miraba tímido el suelo mientras jugaba con los cordones de sus tenis.

—Vaya a cambiarse ya mismo —le ordeno—. No quiero este tipo de bromas en mi clase —digo claramente molesto.

Me doy la vuelta y voy al inicio de la fila escuchando algunas risitas de otros chicos, pues al voltear atrás el chico no se mueve, solo mira al resto de sus compañeros en manera de súplica para que digan algo o para que al menos no se rieran, pero nadie haría nada por un chico como él.

—¿No me escuchó? —pregunto—. Estoy harto de repetirle las cosas, ¡vaya a cambiarse esa ropa ya mismo! —exclamo señalando la puerta.

Los demás solo observan cuando el chico se da la vuelta para salir del gimnasio con los ojos rojos y pasos tímidos.

—Escuchen —comienzo a hablarle al grupo—, no quiero volver a ver una broma de este tipo, ¿de acuerdo? —digo con el rostro serio y conteniéndome para no decirles: "eso no es normal idiotas, son hombres".

—¿P-profesor? —habla una pelinegra al final de la fila.

—¿Qué necesita? —pregunto sin mirarla, pasando aún la lista de los presentes.

—Charlie no estaba jugando —dijo y yo la miro confundido.

—¿Charlie?

—Spring —dice poniendo los ojos en blanco—. Charlie Spring, al que acaba de echar por su ropa.

—¿Cómo te llamas? —pregunto cruzándome de brazos.

—T-Tara —dice tímida cuando me acerco molesto a ella.

—Bueno, Tara —comienzo—. La primera regla que debes saber sobre mi clase es que no debes interrumpirme, mucho menos contradecirme cuando hablo, ¿entiendes?

Me doy la vuelta y doy una fuerte palmada para luego señalar el lugar.

—Todos, diez vueltas a la cancha, ¡ya!

Y unos milésimos segundos después escucho los trotes de los chicos detrás mío sin oír que ninguno diga o reproche algo, será fácil controlar a este grupo.

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Recuerden que esta es una adaptación, pero igual, espero que les guste.

Ya saben, voten, comenten y recomienden, de paso les invito a que lean lo demás que tengo en mi perfil.

With all my love and good vibes. ♥

Gabbb.

Gym || Heartstopper || ADAPTACIÓNWhere stories live. Discover now