001. un día normal para blue "la rara"

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La pequeña Blue Potter fue abandonada a su suerte en el orfanato Wild Street, justo el día en que el mundo pensó que lord Voldemort había muerto y ella, sin saberlo, se había quedado huérfana, y como si eso no fuera suficiente, había sido alejada de su hermano mellizo.

Nadie podía negarlo, Blue Potter era, por lejos, la niña más bonita de todo el orfanato. Tenía un largo cabello negro, tan oscuro como el carbón, tenía una piel pálida y suave, que daba apariencia aún más pálida por el color de su cabello. Tenía unos brillantes ojos verde esmeralda, que hipnotizaban a cualquier persona que la viera a los ojos. Era bajita para su edad. Todo su físico le daba apariencia como a una muñeca de porcelana.

Pero en el interior, Blue era cualquier cosa, pero tierna jamás. Era muy sarcástica, con actitud fría y en ocasiones cruel. Podía ser muy manipuladora cuando quería, pero si quería dar apariencia tierna, lo lograba. Le encantaba provocar caos por donde quiera que pase.

Había una cosa que Blue odiaba del orfanato, y era que todos la llamaban "rara", por lo que no tenía ni siquiera un solo amigo.

Y Blue odiaba a todos.

Aquel día, Blue se levantó temprano, pues sabía que ese día habían panqueques en el desayuno, y si quería comer más de uno, debía llegar primera.

Tenía casi 15 años, y siempre que habían panqueques, ella siempre llegaba primera al comedor. Y aquel día no fue la excepción.

―Vaya, la rarita y su amor por los panqueques ―dijo una voz con burla.

Blue alzó la mirada y le dedicó una mirada de advertencia. Pero no se levantó ni dejó de comer. Matilda Green era la única chica que tenía el valor (y la estupidez) para enfrentarse a Blue.

―Te estoy hablando, estúpida ―gruñó Matilda.

Blue dejó de lado sus cubiertos y alzó la mirada, con sus ojos verdes brillando de ira contenida.

―Sí, pero no hablo con animales ―espetó sin despegar su mirada del rostro de Matilda―. Ahora te recomiendo que me dejes, o iré a dirección y mentiré que tú me hiciste algo. ¿Quieres eso acaso? No, ¿cierto? Así que déjame, bruta.

Matilda gruñó, pero se alejó, pues sabía que Blue podía ser peligrosa cuando se enojaba. A veces le daba miedo cuando eso pasaba, pues sus ojos brillaban muchísimo, y podía jurar que vio cosas moverse sin que nadie las tocara. Y Matilda sabía que Blue era la culpable.

A Blue le encantaba causar temor y respeto en los demás huérfanos. Le daba algo de... superioridad. Ella era superior.

―¡Los mayores de 14 años deberán ir al aula 3, en donde habrán actividades!

La voz de la dueña del lugar resonó por las paredes del comedor. Blue se levantó y siguió a los demás que tenían más de 14 años, entre ellos, Matilda.

―¿Que hiciste ahora? ―preguntó Matilda.

―¿Qué te importa, estúpida? ―respondió Blue, harta de oír la voz de la chica.

―Sólo quiero ser amable ―se quejó Matilda.

―Pero yo no quiero tu amabilidad ―espetó Blue como respuesta―. Además, me caes mal y ni en sueños sería amable contigo.

Matilda la miró mal, pero internamente le afectó lo dicho por la pelinegra. Ella no recordaba haberle hecho algo tan malo a Blue que fuera tan terrible como para ganarse su odio infinito. ¿Había algo mal en ella?

―Vamos a tener arte terapia ―anunció Aura, le dueña y jefa del lugar―. Será en parejas.

Aura empezó a dar las parejas, hasta que...

―Blue Potter y Matilda Green.

Por la mierda, pensó Blue haciendo una mueca de desagrado. Por su parte, Matilda parecía feliz. Blue se sentó y empezó a dibujar sin decir una palabra e ignorando a Matilda. Cuando terminó, observó su trabajo.

Era ella acompañada de un señor alto y con líneas en su rostro. Blue frunció el ceño, ¿por qué había dibujado eso?

―Si están listos, dejen sus dibujos en la mesa y váyanse ―informó Aura.

Blue fue la primera en levantarse con su dibujo en mano. Pudo sentir como todos volteaban a verla. Blue rodó sus ojos y tras dejar su dibujo en la mesa, salió del lugar a paso firme.

Al estar en su habitación soltó un suspiro y se dejó caer en su cama.

―Ya quiero que sea mañana ―susurró para ella.

Blue estaba muy emocionada porque al día siguiente, cumplía 15 años. Aunque lo niegue, bien en el fondo, Blue quería que al menos una persona le diga «feliz cumpleaños». Con una bastaba y sobraba.

Muy, muy en el fondo, a Blue le dolía que la llamaran "rara". ¿Qué había hecho para ser llamada así? Si tan mala persona no era. Sí, podía ser fría y sarcástica, pero era porque no quería salir herida. No quería que la gente le haga daño.

Y solo por eso no mostraba sus sentimientos.

Y eso mismo la estaba carcomiendo por dentro.

Porque a ella le gustaría tener amigos.

i don't know me at all ━━━ draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora