EL PERSONAJE ENCAPUCHADO

7 5 3
                                    

Después de estar caminando por mucho tiempo, nuestros protagonistas están cerca de su destino.

Gala: Ya he hablado mucho sobre mi, ahora te toca hablar sobre ti Khantos.

Khantos: ¿Te interesa escuchar sobre mi?

Gala:  Bueno tú me escuchaste y creo que será bueno que yo haga lo mismo.

Makungo: Y una historia haría más ameno el viaje.

Khantos: Esta bien, les puedo contar sobre mi niñez; la que recuerdo como la mejor etapa de mi vida.

Gala: ¿Por qué?

Khantos: Un amigo.

Makungo: ¿Es muy especial para ti?

Khantos: Lo es o era, no lo sé…, hace mucho tiempo que no sé cómo o dónde está. Pero bueno, cuando era niño…

Vemdur: ¿Por qué lloras?

Khantos: ¡Mi madre murió hace poco!, ¡tengo hambre y frío!

Vemdur: ¡Toma esta manzana!

Khantos:  Gracias, ¿de donde la sacaste?

Vemdur: Cuando alguien termina solo tiene que arreglarselas por su cuenta, por cierto… ¿no tienes padre?

Khantos: No, el murió antes que yo naciera por la guerra.

Vemdur: ¿Entonces estás solo igual que yo?

Khantos: Si.

Vemdur: Ven conmigo, te aseguró que sobreviviremos mejor juntos

Khantos: ¡Enserio!, ¡Vamos!

Vemdur: Vamos, por cierto… ¿Cómo te llamas?

Khantos: Me llamó Khantos.

Vemdur: Khantos… mi nombre es Vemdur.

Y así sobrevivimos desde los 5 años, bueno aunque el era 3 años mayor que yo. Teníamos que robar para poder comer, pero no sabíamos que era algo malo; al ver fruta y no haber nadie alrededor pensábamos que no era de nadie y las tomábamos.

Vemdur: ¡Mira Khantos!, ¡tendremos comida para un mes!

Khantos: ¡Somos muy afortunados!

¡OIGAN NIÑOS VUELVAN AQUÍ!

Vemdur: ¡CORREEE!, ¡ESE LADRÓN NOS QUIERE QUITAR LA COMIDA!

¡NO SE SALDRÁN CON LA SUYA

Yyyy bueno, me doy cuenta que en verdad nosotros robamos a ese hombre, pero éramos muy pequeños para darnos cuenta. Poco a poco nos volvimos amigos y teníamos algo en común…

Vemdur: ¡Te rendirás tan fácil!, ¡Toma tu espada y lucha!

Khantos: ¡No me rendiré!, ¡Te venceré!

Xaldin: ¡Malditos enanos!, ¡Dejen de estorbar y agarrar mis cosas!

El amor por la lucha, se nos hacía tan divertido y emocionante imaginarnos peleando contra monstruos o dragones y nosotros con nuestras espadas de madera; Xaldin era el único guerrero de la ciudad, pero era muy distanciado de la gente y con un mal humor, y por más que le insistiamos no nos quiso enseñar sus técnicas.

Khantos: Que mal que Xaldin no nos quiera entrenar.

Vemdur: Con o sin él, nos volveremos guerreros que luchen contra toda adversidad.

Khantos: Entrenaremos juntos y nos volveremos más fuertes.

Vemdur: Nadie podrá detenernos más que nosotros.

Khantos: Y vamos a destruir a esta oscuridad, juntos.

Vemdur: Lo haremos.

Khantos: Que te parece si hacemos otro duelo…, esta vez te ganaré.

Vemdur: Vas diciendo eso desde la derrota número ochenta y cuatro.

Khantos: Pero esta vez estoy seguro.
Vemdur: Esta bien, ¡a luchar!

Vemdur y yo empuñabamos nuestras espadas y chocando una contra otra; el que cayera primero sería el perdedor, yyyy volví a caer.

Vemdur: Victoria número ochenta y cinco.

Khantos: ¡No es justo!, ¡no estaba preparado!

Vemdur: Di lo que quieras pero la victoria es mía.

Jugando, robando para comer, peleando, explorando lo poco de la ciudad, viendo el atardecer en la montaña: así vivíamos, hasta ese día…

Vemdur: Adiós Khantos, no te olvidaré.

Khantos: ¡¡VEEEEMDUUUURRR!!

El día donde Vemdur y Xaldin fueron tratados por la oscuridad, ese día que pude hacer algo pero el miedo me invadió, ¡ESE MALDITO DIA DONDE PERDÍ A LA UNICA PERSONA VALIOSA QUE ME QUEDABA!, pero ese día fue el día que la oscuridad había marcado su destino, el cuál es desaparecer.

Mientras vivía mi vida pensaba en él, mientras entrenaba pensaba en él y en este momento pienso y tengo una mínima esperanza de volver a verlo, de volver a revivir esos días. Solo espero que esté con vida, que pueda encontrarlo entre tanta oscuridad.

Makungo: Wow, si que es tu amigo verdad, se parece mucho a nosotros, verdad Gala…

Khantos: Escuchando tu historia con el pajarr…

Makungo: ¡MAKUNGO!, ¡ME LLAMO MAKUNGO!

Khantos: Bueno, con Makungo si son muy parecidas las amistades, oye te noto extraña, ¿estás bien?

Gala: Khantos… encontrarás a tu amigo, te ayudaremos a encontrar a tu amigo; se que una amistad es muy valiosa, porque la de Makungo lo es para mí y puedo entender que perder a esa amistad duele y me dolería si me pasará lo mismo, yo sé que lo encontrarás. Sigue caminando por la oscuridad y ten esperanza por encontrarlo y lo hallarás.

Khantos: Woow, muchas gracias por incrementar mi esperanza, es muy valioso para mi.

Makungo: ¡Hoy estamos muy inspirados verdad!

Gala: No importa, ¡miren!

En frente, el grupo pudo ver al palacio de cerca, a pocos metros de ellos, finalmente llegando a su destino.

Khantos: Llegamos, ahora a lo que veníamos.

Gala: Si, ahí está el cristal, encerrado en esa caja de energía.

Makungo: Bueno Khantos ahora abre la caja.

Khantos: Esta bien, ¿tiene alguna llave?

Gala: Con luz.

Khantos: ¿Luz?

Gala: Dispara un rayo de luz con tu espada a la caja y se abrirá.

Khantos: ¡Si claro!, pero no sé hacer eso.

Gala: ¡QUEE!

Makungo: ¡QUEE!

Khantos: Nunca aprendí a hacer eso.

Gala: ¡Entonces como piensas derrotar a la oscuridad suprema!

Khantos: Partiendolo a la mitad…

Makungo: Es como partir humo, si eres el guerrero de luz deberías saber usar la luz, aunque creo que ni eres capaz de prender una fogata.

Khantos: ¡CALLATE GALLINA PARLANTE!, ¡APARTE ESE ES EL FUEGO Y NO LA LUZ!. Intentaré usar la luz.

Khantos empezó a intentar de varias formas de utilizar su poder oculto.
Khantos: Tal vez tenga que decir unas palabras.

Gala: ¿Cuáles?

Khantos: ¡Hágase la luz!

Makungo: Es enserio.

Intento de otra forma.

Khantos: Talvez tengo que dejar la espada en el sol para que recolecte energía y así pueda lanzar luz.

Makungo: Mejor no lo intentes.

Intento todo lo posible hasta cansarse y agotar todas las palabras y formas existentes, hasta que…

Khantos: ¡Mi sueño!

Makungo: ¡Ahora vas a dormir para que funcione!

Khantos: ¡ Cierra el pico!, pero en mi sueño usaba la luz para derrotar a una sombra gigantesca.

Gala: ¿y exactamente como lo hacías?

Khantos: Recuerdo que alzaba mi espada y está resplandecía en luz.

Makungo: Quizás esa sea la respuesta.

Gala: Inténtalo Khantos.

Khantos: Lo haré.

Entonces Khantos elevó su espada al cielo y se concentró para poder utilizar la luz a su favor. Poco a poco su espada fue llenándose de luz e iluminando toda la habitación. A medida que la luz crecía se volvía más inestable y difícil de controlar para Khantos.

Makungo: ¡Sigue así Khantos!

Gala: ¡No te rindas!

Khantos: ¡NO PODRE AGUANTAR MUCHO MÁS!

A pesar de tener guantes con protección al calor, Khantos sintió sus manos quemándose por tanto poder. Si alguien que no estaba preparado para usar su poder lo hacía, podría llegar a morir. La luz incrementaba y la caja empezó a brillar, indicando que ya se podía abrir.

Gala: ¡AHORA KHANTOS!

Disparó la luz a la caja haciendo un gran destello en el lugar y una vez se apagó el destello la caja se abrió. Khantos acabó muy exhausto y con las manos quemadas.

Khantos: Ahhhh, ¡Al fin!, Ayyy ¡Me duelen las manos!

Gala: ¿Estás bien?

Khantos: Si, todavía puedo ponerme de pie.

Makungo: ¡Miren!, ¡Es el cristal!

Khantos: Es como el de mi ciudad, solo que el de allá era azul y este rojo.

Gala: Bueno, ahora tenemos que mover el pedestal al centro para que se conecte con la otra ciudad.

Makungo: Empecemos a empujar, ¡yo les ayudo!

El grupo comenzó a empujar el pedestal donde se encontraba el cristal que uniría a las dos ciudades, pero entonces…

Gala: ¡Falta poco!

Khantos: Ahh, ¡Cuidado!

Con su espada cubrió un ataque que vino de un lugar desconocido.
Gala: De donde…

Makungo: Qui, Quien es él.

De un lugar desconocido salió un personaje encapuchado. No mostraba ningúna parte de su cuerpo y no se dejaba ver el rostro.

Khantos: ¡Será mejor que te vayas!

Este con sus manos creo un círculo de fuego encerrandolo a él y a Khantos. Posteriormente desenfundó su espada y la prendió en llamas.

Khantos: Entonces acabaré contigo, ¡A luchar!

Los dos se pusieron en pose de pelea, agarrando sus espadas esperando el primer movimiento. El personaje encapuchado empezó dando el primer golpe, al que Khantos cubrió y contraatacó y el personaje encapuchado también cubrió su golpe.

Los dos corriendo a atacar chocaron sus espadas, retrocedieron para volver a atacar. Su pelea era un constante choque entre armas, tenían la misma fuerza y velocidad al atacar, pero lo que no tenía Khantos era la resistencia a altas temperaturas, así que el fuego de alrededor lo fatigaba mucho más.

El círculo de fuego se fue haciendo cada vez más y más pequeño, Khantos debía terminar cuanto antes la batalla. El personaje encapuchado recargo su espada en llamas e hizo un ataque rápido ardiente. Khantos intento cubrirlo pero este golpeaba tantas veces y tan rápido que terminó siendo lanzado contra el muro. Choco con el círculo de fuego, que aunque tenía apariencia de ser simples llamas, su alrededor era tan sólido como la roca. Khantos casi derrotado empezó a pensar:

Khantos: Es demasiado fuerte, se compará a mí pero yo ya estoy muy golpeado y cansado, él no presenta ningún tipo de dolor o fatiga, ¿Qué puedo hacer?

El personaje encapuchado tomo su espada y tal cual lava se dirigió a Khantos para darle la estocada final.

Khantos: ¡Lo tengo!

Cuando esté le iba a dar la estocada, Khantos esquivó su golpe y se dispuso a atacar, peor el personaje encapuchado esquivo el golpe saltando y dando una voltereta en el aire atacó, Khantos cubrió ese golpe con su espada y al caer el personaje Khantos le clavó la espada por la espalda.

Khantos: ¡Bien!, ¡Esta acabado!

El personaje sacando la espada de su cuerpo y regenerando con oscuridad la parte por donde había sido atravesado. Con sus manos deshizo el círculo de fuego.

Personaje misterioso 2: ¡Ja!, Impresionante…

Diciendo esto se fue rápidamente.

Khantos: ¡Espera!, ¿Quién era ese?

Gala: ¡Khantos!, ¡¿Qué pasó ahí?!

Makungo: Te miras lastimado.

Khantos: Solo me dañe un poco pero no pasa nada, ¿y el cristal?

Makungo: Mira por ti mismo.

Se veía que la oscuridad del camino fue desvanecida, y un camino de la ciudad de Vha a la de Khantos fue creado, uniendo dos cristales entre sí.

Khantos: ¡Es increíble!, ¡Shir debe estar orgulloso de esto!

Gala: Mientras luchabas logramos moverlo.

Makungo: ¡Estos músculos no me iban a fallar en este momento!

Khantos: Gracias por su ayuda.

Gala: En lo que podamos ayudarte aquí estaremos durante todo tu viaje.

Khantos: ¡¿Todo el viaje?!

Gala: Es que estábamos pensando en acompañarte, te seremos de ayuda.

Makungo: Y es mejor que vayas acompañado y no solo.

Khantos: Es muy peligroso para ti y para el ave esa, ¿Y por qué quieren acompañarme?

Gala: No quiero quedarme aquí sin poder utilizar todo lo que he entrenado, al fin tengo una oportunidad para demostrar mi fuerza y no quiero desperdiciarla.

Makungo: Y yo no me quiero quedar solo, así que voy.

Gala: Por favor no me niegues está oportunidad.

Khantos: Esta bien, vengan conmigo, pero están advertidos del peligro que puede haber.

Gala: ¡Gracias Khantos!, ¡te prometo que te ayudaremos en tu viaje!

Makungo: Y te seremos de compañía, para que no te aburras en el camino.

Khantos: Esta bien, hay que descansar y reunir cosas para el viaje.

Una vez que descansaron, reunieron provisiones y curaron sus heridas estaban listos para salir a la siguiente ciudad.

Khantos: Estamos listos.

Gala: ¡Espera se me estaba olvidando algo!

Makungo: ¡Yo voy contigo!

Khantos: Los espero.

Mientras ellos fueron a traer lo que se les olvidó, Khantos esperaba en la salida de la ciudad, en la soledad alguien se le apareció.

Xihart: Todo te está saliendo bien verdad.

Khantos: Tu quién eres.

Xihart: Pronto lo sabrás, veo que eres muy fuerte.

Khantos: ¡Y que con eso!

Xihart: No desesperes, que la hora de tu muerte llegará tarde o temprano.

Khantos: ¡Que!

Xihart: Nos veremos Khantos.

Khantos: ¡¿Cómo sabes mi nombre?!

Xihart: Alguien me lo dijo…

Khantos: ¡QUEE!

Se desvaneció y se fue.

Khantos: ¿Quién era él?

OSCURIDAD DESCONOCIDAWhere stories live. Discover now