CAPITULO 60 MI FAMILIA CHRISTIAN

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Hoy es un día especial, nuestro hijo ha nacido y estamos en la sala del cuarto del hospital donde se encuentra mi esposa, todo mundo opina como debe llamarse nuestro hijo, mis padres optan por poner el nombre de mi adorado abuelo, ya que dice mi padre que su nombre no le agrada, los padres de Ana lo dejan a muestro criterio pero su punto de vista sería que llevara el nombre de Don Raymond, de mi padre, abuelo, de José o el mío, hicimos algo singular, en unos listones colocamos nuestros nombres.

Raymond, Carrick, Theodore, Christian y José, en una mascada de mi suegra los metimos para revolverlos, el último listón que salga es el que llevará mi hijo, el primero que salió fue el de José, por consiguiente fuera ese nombre, después siguió Carrick, vi la cara de desilusión de mi padre, el siguiente fue mío, Ana quería que llevara mi nombre, ahora por democracia fuera, al sacar el penúltimo nos dimos cuenta que venían pegados por la misma fricción, el de mi abuelo Theodore y el de mi suegro.

El destino así lo quiso, se llamará Theodore Raymond Grey Steele, reímos por la circunstancia, ahora estaba muy dividido unos le decían Tedy y otros Ray, ese es el problema de que lleve dos nombres. Entre mis citas de ortopedista, padre y diseñador de calzado, nunca dejé de lado a mi querida Ana, al despertarnos siempre la primera frase que le decía es "Te Amo".

Durante el día le enviaba alguna frase que llevara "Te Amo" tanto a ella como a mi hijo, no muy noche cuidaba de mi hijo y ocupaba un hora para charlar con él o jugar con sus juguetes didácticos para bebé.

Aunque algunos días eran diferentes por las actividades que teníamos, nunca dejé de decirle a mi linda esposa "Te amo", al decir esa palabra y mirar su lindos ojos, mi corazón palpita mucho, siento maripositas en el estómago, pero también siento una alegría indescriptible cuando estoy a su lado, si volviera a nacer y la volviera a conocer como nos conocimos, no buscaría novias como Leila y Gia, directamente me le declararía a Ana.

En el primer año de nacimiento de mi hijo, Ana nos diò la noticia que estaba nuevamente embarazada, me agrada cuando está así, no tengo queja, después de lo que vivimos en Bruselas, Bélgica, reconozco que mi mujer es más fogosa embarazada, necesito tiempo para poder complacerla y con la nueva llegada de otro bebé, no sé qué más pueda pasar.

Mis abuelos traspasaran su local, ya no quieren trabajar, aunque tienen 70 años todavía se ven muy fuertes, decidieron irse a viajar, aunque lo han hecho cuando eran novios y darse tiempo de vacacionar con mi madre, ahora solo quieren pasar tiempo juntos y disfrutar de sus ahorros y riqueza, ellos saben que la familia sigue con la tradición del calzado, se sienten orgullosos de ello.

Los despedimos en el aeropuerto, piden que les avisemos cuando nazca mi segundo bebé y la boda de mis hermanos que en algunos meses ellos se casarán, por ende vendrán más nietos y así la familia crecerá, también José está pensando en casarse este mismo año, pero sería después de que nazca nuestro segundo bebé, ya que quiere que Ana y yo seamos sus padrinos de boda.

Cuatro meses después al saber que nuestro próximo hijo será una niña, hemos decidido llamarla Ella o Ela que significa en hebreo "aquella que es de roble", buscamos muchos pero este nombre nos llamó la atención a ambos, satisfechos de que se pueda escribir Ella y se pronuncie Ela, sé que hay nombres más bonitos pero este lo escogimos al mismo tiempo Ana y yo, en un unísono de este nombre

La boda doble de mis hermanos estuvo muy hermosa, desafortunadamente ellos se irán a vivir lejos de Estados Unidos, Elliot se irá a Irlanda y Mía a Canadá, sus parejas son de esos países y por ende quieren vivir cerca de los padres de mis cuñados.

El nacimiento de Ella fue a media noche en el mes de diciembre, pero aun así desvelados, nunca he dejado de decirle a mi linda esposa Ana "TE AMO"


F  I  N

TE AMOWhere stories live. Discover now