'Tenía la esperanza de quedarme y soñar
Pero jamas retuve las ganas de volar
Mi vida a tu lado suele sanar
Los últimos vestigios de tu amor quiero olvidar
Que no entiendo de arte, pero si sé amar
El último naufragio se perdió en ultramar
Vete lejos...
Cierro la puerta de la habitación, acomodo mi pelo y me dejo caer en la cama. Miro la hora y suspiro, tan solo estoy a dos minutos de saber que cojones tiene Nicole preparado para mí. Coloco el brazo izquierdo detrás de mi cabeza y actualizo el Instagram cada minuto. A las doce en punto me comienzo a desesperar. Vuelvo a actualizar y allí aparece esa foto.
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Frunzo el ceño, salgo de Instagram y me meto en YouTube. La busco desesperadamente y una vez tengo delante la canción respiro hondo. Me tranquilizo o al menos lo intento. Apago la luz para hacer el ambiente más íntimo y hago click en el vídeo. La música inunda la habitación, la melodía de su piano me transporta a cuando éramos pequeños, a cuando ella tocaba y cantaba sin pudor. Me transporta a aquellas tardes donde me sentaba en el pasillo y la escuchaba a escondidas.
Aparece su rostro en la pantalla, algo triste, mira hacia un lado y sonríe, la música sigue sonando, pero ella todavía no canta. Y de repente ahí está ella pasa a un segundo plano y miles de fotos y vídeos nuestros cuando éramos más jóvenes inundan la pantalla. Salimos ella y yo besándonos, mirándonos, riéndonos. Todos los vídeos que grabamos cuando estábamos juntos, todas las fotos que nos hicimos están en ese vídeo. Ese videoclip tan íntimo y tan especial.
Quererte fue algo que no quise, pero que amé hacerlo. Mirarte era un placer envenado y un sueño cumplido tenerte.
Nunca fuimos algo pasajero porque sabíamos que lo nuestro gritaba eternidad.
No te dije te quiero antes por miedo a perder aquello que ya tenía.
Fue un vienticuatro de junio, un sentimiento despertó.
Fueron tus labios los que me hicieron atar los cabos.
Y perdona si no te tengo en mente, pero prometí olvidarte aunque seas recurrente.
Fue un veinticuatro de junio, un sentimiento despertó.
Fue el roce de tu piel la que me hizo vibrar, fueron las palabras las que se perdieron en cielo.
Un cielo oscuro y vacío testigo de mi más sincero dolor.
Y perdona por no estar cuando me necesitas, pero yo también quiero olvidar.
Fue un veinticuatro de junio cuando vi más allá.
Que eres tú y solo tú, un nosotros sin autoridad me hace olvidar que ya no existe la formalidad.
Perdona por apartar tu amor, solo quiero sanar mi corazón.
Fueron muchos veinticuatros de junio sin vernos, pero aquel el más especial.
