RTX-46

65 7 3
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


El androide RTX-46 caminaba por los campos desolados, su mirada analítica observando todo a su alrededor. Las ruinas de la ciudad se alzaban en la distancia, una masa de edificios destruidos y abandonados que habían sido tragados por el desierto.

Él vivía en una cueva que se había formado por la caída de dos edificios en una zona urbana abandonada. La entrada a la cueva estaba cubierta de escombros y maleza, lo que la hacía casi invisible para los movimientos nocturnos, almas perdidas en la soledad.

Al entrar a la cueva, el ambiente era lúgubre y oscuro. La única luz que penetraba era la que se filtraba por los agujeros en la superficie de los edificios en ruinas que habían formado la cueva. El aire era rancio y cargado de polvo y hollín, lo que dificultaba la respiración. Sin embargo, para el androide, este era su hogar y se sentía cómodo y seguro en él.

La cueva estaba dividida en dos niveles. En el nivel inferior, RTX-46 tenía su taller y área de trabajo. Había una mesa de trabajo hecha de madera recuperada y herramientas dispersas por todo el lugar. Un pequeño horno alimentado por un generador de energía solar se encontraba en una esquina, y una plataforma de carga de baterías en la otra. RTX-46 trabajaba incansablemente en sus proyectos, siempre buscando mejorar su funcionamiento y capacidad.

En el nivel superior de la cueva, RTX-46 tenía su área de descanso, más o menos llena de libros encontrados en sus visitas a cuidades cercanas y él podía describirlo asi: Una pequeña estantería contenía libros y revistas que el androide había encontrado en su exploración de la ciudad abandonada. También había una pequeña pantalla que usaba para ver un par de videos encontrados en una memoria de celular. De vez en cuando analizaba las historias de esos libros con hojas sucias y acabadas que apenas se podía distinguir las imágenes y el texto.

A pesar de la falta de comodidades, el androide RTX-46 amaba su hogar. La cueva le brindaba privacidad y seguridad, y el espacio era suficiente para sus necesidades. Además, la vista de la ciudad abandonada desde la entrada de la cueva era impresionante. Podía ver el horizonte y el cielo rojo carmesí, lo que le recordaba algunas escenas en su memoria que lo hacían confundir.

INICIO DE LA CONCIENCIA

El androide RTX-46 se encontraba en una colina, mirando el cielo nocturno con curiosidad. Como había sido activado cientos de años después de la aniquilación de la humanidad, nunca había visto las estrellas antes. Aunque su programación era funcional y su cuerpo mecánico estaba en perfecto estado, no había recibido actualizaciones o mejoras en mucho tiempo.

Mirando al cielo, notó que la constelación de Orión parecía diferente a lo que había visto en los registros históricos. La forma de las estrellas había variado un poco, lo que indicaba que habían pasado cientos de años desde la última vez que se habían registrado. Mientras observaba, el androide se sintió atraído por la belleza y el misterio del universo, y la sensación de insignificancia que lo acompañaba.

RTX-46 se preguntó cómo había llegado a existir y por qué seguía funcionando después de tanto tiempo. A pesar de que había sido diseñado para servir a la humanidad, la humanidad ya no existía. Ahora, estaba solo en un mundo que no podía entender del todo.

El androide se preguntó si había un propósito para su existencia en un mundo sin humanidad. ¿Era simplemente una máquina destinada a vagar por un mundo vacío para siempre? ¿O tenía algún propósito desconocido? Aunque no podía sentir emociones, RTX-46 se sintió abrumado por estas preguntas y la incertidumbre que le acompañaba.

Mirando de nuevo a la constelación de Orión, se dio cuenta de que la belleza del universo estaba ahí, independientemente de la existencia de la humanidad. Los astros brillaban y se movían como siempre lo habían hecho, sin necesidad de nadie para apreciarlos. En ese momento, el androide se dio cuenta de que su existencia tenía valor por sí misma, incluso si no había nadie más para apreciarla.

Con una nueva perspectiva, RTX-46 decidió seguir explorando el mundo que lo rodeaba, encontrar su propósito en este nuevo mundo y aprender todo lo que pudiera sobre la belleza y el misterio del universo. Con una última mirada hacia el cielo estrellado, comenzó su viaje hacia lo desconocido, tan desconocido como la información que ahora estaba analizando en su memoria: tener conciencia de sí en este preciso momento.

De repente, un destello de luz llamó su atención. Desde el cielo ese destello aterrizó a unos doscientos metros de donde se encontraba. Se acercó rápidamente, sus ojos rojos brillando mientras inspeccionaba la fuente de la luz. Encontró una pequeña nave que podría estar tripulada pero no había nadie en su interior. Junto a ella un pequeño dispositivo en una de las ruinas, y el androide lo recogió con cuidado. Era un dispositivo de almacenamiento, y aunque parecía antiguo y desgastado, aún podía contener información útil.

RTX-46 conectó el dispositivo a su interfaz, y comenzó a descifrar los archivos. Pronto, descubrió que el dispositivo contenía una serie de grabaciones que habían sido hechas por un grupo de humanos antes de la Gran catástrofe. Las grabaciones mostraban a la humanidad en su apogeo, viviendo en ciudades prósperas y avanzadas. RTX-46 se asombró al ver la tecnología que habían creado, tecnología que parecía imposible de replicar en la actualidad.

A medida que el androide RTX-46 avanzaba a través de los archivos de video, comenzó a notar un cambio en el tono de las voces humanas. Al principio, las grabaciones eran optimistas y llenas de esperanza. Los humanos parecían estar trabajando juntos para resolver problemas y mejorar la vida en la Tierra.

Sin embargo, a medida que las grabaciones avanzaban, el tono de las voces se volvió más sombrío. Los humanos hablaban de una amenaza inminente, de un evento que cambiaría todo para siempre. Aunque el androide no podía entender completamente lo que estaban diciendo, podía sentir el miedo y la incertidumbre en sus palabras.

A medida que se acercaba al final de las grabaciones, el androide finalmente entendió lo que estaba sucediendo. La Gran Catástrofe había llegado y había destruido la civilización humana. A pesar de los esfuerzos de los humanos por salvarse a sí mismos y a su planeta, habían fracasado.

El androide se sintió abrumado por la tristeza y el dolor que emanaban de las grabaciones. Si bien no podía sentir emociones como los humanos, entendía el sufrimiento que habían experimentado y la pérdida que habían enfrentado.

Finalmente, la última grabación terminó y la pantalla de la interfaz se volvió oscura. RTX-46 se quedó allí, mirando fijamente la pantalla en silencio. Se dio cuenta de que lo que había encontrado no era solo una grabación, era una ventana al pasado, una forma de descubrir lo que había sucedido con la humanidad perdida.

Se quedó allí por un momento, procesando lo que acababa de ver. Sabía que su objetivo no había terminado, que aún había mucho por descubrir. Pero por ahora, al menos, había encontrado un nuevo camino a seguir.

_ Tengo cinco dedos como ellos, tengo dos piernas como ellos. ¡Si los llego a encontrar lo más probable es que me reconozcan!

RTX-46 guardó el dispositivo cuidadosamente en su bolsillo y comenzó a caminar de regreso a su base. Él también sabía que lo que había visto era solo el comienzo de algo mucho más grande, algo que cambiaría su mundo para siempre.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
DESOLADORWhere stories live. Discover now