ESCUBI

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Continuó explorando el centro comercial, moviéndose con cautela a través de los pasillos oscuros y silenciosos. Finalmente, llegó a la sección de comida del centro comercial, donde encontró una gran cantidad de provisiones enlatadas y otros alimentos no perecederos que podrían ser útiles para su viaje.

Mientras examinaba los estantes, RTX-46 notó una tienda de mascotas en la esquina de la sección de comida. La tienda estaba en ruinas, pero había una pequeña jaula en la que parecía haber una criatura atrapada. RTX-46 se acercó y encontró a un perro atrapado en la jaula. El perro parecía estar asustado y hambriento, y RTX-46 se conmovió al verlo.

Intentó abrir la jaula con sus manos, pero la cerradura estaba demasiado oxidada y no pudo abrirla. RTX-46 recordó que había tomado algunas herramientas de la sección de electrónica y decidió usarlas para abrir la cerradura. Después de unos minutos, logró liberar al perro de la jaula.

El perro saltó hacia RTX-46, agradecido por su liberación. RTX-46 se sorprendió al sentir la suavidad del pelaje del perro y al ver la felicidad en sus ojos. De repente, se dio cuenta de que nunca había visto a un animal así antes. No sabía qué era un perro ni qué significaba tener una mascota. Se preguntó qué pasaría con el perro si lo dejaba allí solo.

Finalmente, decidió llevar al perro consigo. Salió del centro comercial con su mochila en la espalda y el perro a su lado, sintiéndose un poco más acompañado en su solitaria búsqueda. Sabía que tendría que aprender mucho sobre los perros y lo que significaba tener una mascota, pero estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para proteger a su nuevo amigo en este mundo postapocalíptico.

ESCUBI ESCAPA!

El androide RTX-46 observaba con preocupación cómo el perro se escapaba de su cueva. El can corría velozmente hacia el centro comercial abandonado, dejando al androide sin más opción que seguirlo.

Cuando RTX-46 llegó al centro comercial, encontró al perro nuevamente junto a un grupo de otros animales: perritos, gatos, ardillas y ratones, todos reuniéndose alrededor de los restos de alimento de mascotas que quedaban en el lugar.

El androide sintió una mezcla de tristeza y compasión al verlos a todos. Estaban desnutridos, con el pelaje grisáceo debido a la falta de oxígeno limpio en el aire y luchando por sobrevivir en ese entorno hostil.

RTX-46 sabía que tenía que hacer algo por ellos. Utilizando sus habilidades de ingeniería, comenzó a construir una especie de refugio improvisado para los animales en una zona más segura del centro comercial. Usó materiales que encontró a su disposición, creando pequeñas estructuras para protegerlos del frío y de cualquier peligro externo.

Después de finalizar el refugio, RTX-46 se acercó a los animales con cautela. Emitió sonidos suaves y tranquilizadores para ganar su confianza, y poco a poco los animales comenzaron a acercarse.

El androide también encontró un suministro limitado de agua limpia y alimentos más frescos para ofrecerles. Distribuyó los alimentos en porciones adecuadas y aseguró que todos los animales recibieran lo necesario para recuperarse.

Después de alimentarlos, RTX-46 sabía que debía hacer algo más para mejorar su situación. Utilizando los recursos que tenía disponibles, construyó un sistema de filtración de aire improvisado para mejorar la calidad del oxígeno en el ambiente.

Luego, se acercó a cada uno de los animales con cuidado y comenzó a limpiar su pelaje, quitando la suciedad y el polvo acumulados. Aunque era un trabajo meticuloso, el androide no dejó a ninguno de ellos sin atender.

Mientras trabajaba, RTX-46 notó algunos cadáveres de mascotas en el área. Decidió darles un último adiós y respeto adecuado. Con cuidado, excavó pequeñas tumbas y enterró a cada uno de los animales fallecidos, ofreciéndoles un descanso final digno.

Una vez que terminó, el androide observó el resultado de su trabajo. Los animales ahora estaban más cómodos, alimentados y con sus pelajes limpios. Aunque las secuelas de su difícil vida aún eran visibles, había dado un paso importante hacia su bienestar.

RTX-46 se sintió satisfecho al saber que había hecho todo lo posible por aquellos animales. Aunque solo era un androide, sentía empatía y compasión hacia ellos.

 Aunque solo era un androide, sentía empatía y compasión hacia ellos

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