Capítulo 8: "Decisiones"

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Nota de las autoras:

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Nota de las autoras:

Debido a los cambios de POV, se hace referencia a ambos Obitos por su nombre. Sin embargo, el lugar en el que se encuentren dictará cuál es el punto de vista de Obito. Por ejemplo, [Konohagakure] indica que es el punto de vista de AU-Obito. Cualquier otra cosa es canon Obito.

 Cualquier otra cosa es canon Obito

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[Konohagakure]

ーSaku, hemos estado en la cama casi todo el día ーOrochimaru dijo mientras trataba de escapar del agarre de hierro de su esposo.

ーSolo cinco minutos más, mi querida serpiente ーSakumo murmuró contra la nuca de Orochimaru, acurrucando al hombre más delgado aún más cerca. Sus manos estaban envueltas alrededor de su cintura, su cara acariciaba su cuello.

Orochimaru suspiró y se giró para mirarlo. ーSolo cinco minutos.

Sakumo estalló en una sonrisa de dientes, antes de darle a Orochimaru un casto beso.

El hombre volvió a acurrucarse, pero la mente de Orochimaru se había desviado. Sus hijos todavía estaban un poco sorprendidos por la aparición de su hermano, y pronto, la noticia se había extendido por todo el clan. Orochimaru tuvo que calmar la inquietud y emitir una orden de silencio. Esto era algo que la matriarca creía que no debería ser conocido por todo el pueblo todavía, al menos, hasta que averigüen de dónde vino este Kakashi y cuál es su agenda.

Aún así, le dolía el corazón saber que un Kakashi estaba ahí fuera y no en casa. Sus instintos maternales estaban pateando, ¿este Kakashi dormía en una cama caliente todas las noches? ¿Estaba comiendo bien? ¿Se estaba manteniendo alejado de los problemas? Orochimaru sabía que no debería estar pensando así, pero no pudo evitarlo. Amaba a todos sus hijos, pero además de ser su hijo, Kakashi era su pequeño asistente.

De los tres, Kakashi era el que siempre acompañaba a Orochimaru a sus laboratorios. Estaba interesado en la investigación de su madre e incluso se había ganado un lugar en el equipo. Muchas veces Sakumo tuvo que estar arrastrando sus culos fuera de los laboratorios en las últimas horas de la noche, regañándolos por estar demasiado inmersos en su trabajo. Y, por supuesto, sacándoles los ojos de cachorrito, Kakashi los rescató todo el tiempo.

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