El caos en Silph S.A. continuaba creciendo mientras el plan de Blue seguía causando estragos. Red y Green avanzaban rápidamente para detener al Team Rocket, y Blue había dispersado mentiras entre los reclutas, desatando un caos total en las instalaciones. Ahora, cada rincón del edificio estaba envuelto en confusión y enfrentamientos, mientras los miembros del Team Rocket luchaban entre sí.
Red estaba frente a Arlo, el Ejecutivo del Team Rocket, quien no mostraba signos de retroceder. Ambos se miraban con intensidad mientras preparaban sus pokéball.
—Dragonite te matará esta vez... No ocurrirán más milagros —dijo Arlo con una sonrisa arrogante, lanzando su pokéball.
Red llamó a Charizard, quien rugió desafiando al imponente Dragonite de Arlo. Ambos Pokémon volaban en círculos, esperando las órdenes de sus entrenadores. La batalla iba a ser brutal.
Mientras tanto, en las partes subterráneas del edificio, Blue había terminado de esparcir sus mentiras para generar el caos entre los reclutas. Mientras se alejaba, una voz conocida la detuvo.
—Oye mocosa... tu padre estará furioso cuando se entere de lo que hiciste —dijo Sierra, una Ejecutiva del Team Rocket, con un tono amenazante.
Blue se dio la vuelta lentamente, viendo a Sierra, quien estaba claramente dispuesta a detenerla. A pesar de su corazón latiendo con fuerza, Blue no mostró miedo.
—Sierra... vieja bruja —respondió, sabiendo que este enfrentamiento sería inevitable.
Sierra sonrió con malicia antes de añadir:
—Tu rebeldía termina aquí. Tu padre me pidió que te castigara, pero supongo que tendré que enseñarte una lección yo misma.
Lanzando su pokéball, de ella salió un Exeggutor, un Pokémon de tipo Planta y Psíquico. Sin perder tiempo, Blue llamó a su Ninetales.
—¡Lanzallamas! —ordenó Blue, y las llamas de Ninetales se dirigieron hacia Exeggutor.
Pero Sierra fue más rápida.
—¡Protección! —respondió Sierra, y el ataque de Ninetales fue bloqueado completamente.
Sierra sonrió aún más, con un brillo siniestro en sus ojos.
—Un incendio... perfecto. Podré matarte aquí y ahora, y diré que moriste en el fuego. Nadie te extrañará.
El incendio en los pisos subterráneos comenzó a extenderse rápidamente. Ninetales se encontraba en una situación difícil cuando Exeggutor lanzó un Psicorrayo, causando que Ninetales entrara en confusión y se lastimara a sí mismo. Viendo la situación, Blue decidió cambiar de estrategia y llamó a su Meowth, lo que provocó la risa en voz alta de Sierra.
—¿Meowth? ¿De verdad? ¿Este Pokémon tan débil es tu apuesta para derrotarme? —dijo Sierra entre risas.
—Es mi primer Pokémon... y es mucho más fuerte de lo que crees —replicó Blue, sabiendo que Meowth tenía algo especial, algo más allá del poder físico.
Blue ordenó a Meowth que atacara con Cuchillada, y aunque golpeó a Exeggutor, el Psicorrayo de Exeggutor fue rápido en contraatacar. Sin embargo, Meowth no se rindió. En el momento clave, Blue gritó:
—¡Mordisco!
El ataque fue crítico, dañando gravemente a Exeggutor. Molesta, Sierra respondió con un poderoso Lluevehojas, pero Meowth se mantuvo firme, usando Golpes Furia para desviar las hojas y golpear directamente a Exeggutor.
—¡No puede ser! ¡¿Cómo puede ser tan fuerte?! —exclamó Sierra con incredulidad.
Lo que Sierra no sabía era que Meowth tenía un significado especial para Blue. Era un recuerdo valioso de su madre, Aoko, quien siempre había amado a los Persian y los había investigado por el mundo. Ese Meowth tenía un legado que lo hacía único.
El combate continuó y, cuando Meowth estaba al borde de su límite, comenzó a brillar. Evolucionó en un majestuoso Persian, y Blue sonrió al ver a su primer Pokémon más fuerte que nunca.
—Evolucionar no será suficiente, niña —dijo Sierra, llamando a su Houndoom—. Mi Houndoom es superior... ¡Houndoom, Lanzallamas!
Houndoom salió de su pokéball y desató su poder con un feroz Lanzallamas, hiriendo a Persian. Pero Persian no retrocedió.
—¡Persian, Joya de Luz! —ordenó Blue.
Las joyas de luz impactaron con fuerza en Houndoom, dañándolo gravemente. A pesar de ello, Sierra no estaba dispuesta a perder.
Mientras tanto, Green seguía luchando contra los reclutas del Team Rocket, aprovechando la confusión causada por las mentiras de Blue. El caos dentro del edificio hacía difícil diferenciar entre enemigos y aliados, lo que jugaba a favor de Green mientras avanzaba para enfrentarse a los altos mandos del Team Rocket.
El campo de batalla entre Sierra y Blue estaba en su punto álgido. Houndoom lanzó un Triturar hacia Persian, pero este lo esquivó ágilmente y se lanzó con una poderosa Joya de Luz, golpeando de lleno a Houndoom y derrotándolo.
Sierra, derrotada, miró a Blue con furia, pero no pudo hacer nada más. Blue se acercó a ella con calma.
—Vete de aquí... el incendio no se va a detener y no tengo ningún Pokémon de tipo Agua para controlarlo —dijo Blue con seriedad.
Sierra, sin más opción, retrocedió lentamente.
—Prometo que no nos volveremos a ver... —murmuró Sierra antes de desaparecer entre las sombras, dejando a Blue sola.
A pesar de su victoria, algo seguía molestando a Blue. El caos, el fuego, las revelaciones... todo estaba afectándola emocionalmente. Sin embargo, no había tiempo para reflexionar. El incendio seguía extendiéndose y necesitaba salir de allí.
En el exterior de Silph S.A., las personas comenzaban a notar el humo aumentando, saliendo por las ventanas de los pisos subterráneos. Sabrina, que ya estaba en las cercanías, observaba con preocupación mientras esperaba la llegada de Misty, quien había prometido ayudar a controlar la situación.
—Misty, llega pronto... —pensó Sabrina en silencio, sabiendo que la batalla dentro del edificio aún no había terminado.
El destino de Silph S.A., Kanto y todo lo que Red, Blue y Green habían luchado por proteger, estaba por definirse en los próximos momentos.
Continuará...

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Pokémon - El Origen de la Leyenda
FanfictionEsta vez se contara la historia de la primera generación pokémon de la mano de Red, quien es considerado el entrenador mas fuerte del mundo, pero no siempre fue así, nadie comienza siendo el mejor y Red es un ejemplo de ello. Esta historia mostrara...