Comienzo

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Tanto Izuku como Inko recordaban ese día vividamente, el día en que su relación desapareció por completo.

Inko se arrepentía más y más cada vez que lo recordaba.

Izuku crecía más y más rencor cada que se acordaba de ello.

Fue algo.. Estúpido, algo que no debería de haber escalado a algo como lo que terminó, pero sucedió de todas maneras.

Los Midoriyas no eran una familia de buenos recursos, pero tampoco eran pobres, ellos se podían mantener vivos claro, pero tenían que vigilar muy bien cada recurso a su disposición.

Inko procuro inculcarle muy bien esto a Izuku, quien lo entendió sin muchos rodeos.

... O eso fue hasta aquel incidente.

Izuku sin querer empapo el último rollo de papel higiénico que les quedaba, lo que llevó a Inko a estallar en rabia.

Esta lo golpeó y lo golpeó hasta que su corazón descanso, y lo hizo con la primera cosa que tuvo a la mano, un cable que llevaba a la única fuente de luz que tenían, una pequeña lamparilla de mesa.

Inko golpeó y golpeó, no lo importo los llantos de perdón y súplicas de detenerse de su indefenso hijo.

Esto llevó a los vecinos a llamar a la policía, debido a que la familia de los Midoriyas era conocida por ser calmada, y los tan repentinos gritos llevaron a pensar que algo estaba mal.

Laatimosamente, la policía tardaria en llegar debido a un incidente de villano bloqueado la calle que había que tomar para llegar.

Esto le dio a Inko, cegada por la ira más margen para golpear al pequeño Izuku

En su ceguera, Inko utilizó la lámpara para golpear fuertemente a Izuku, quien se estaba levantando, ingenuamente pensando que Inko ya había terminado con su 'castigo'

La cabeza de Izuku fue regresada al suelo violentamente, haciendo que esta rebotara en este, comenzando a sangrar.

Lamentablemente la policía tardo un poco más en llegar, y cuando lo hicieron tuvieron que separar a una mujer de violentamente acabar con la vida de un niño.

El niño fue llevado de urgencia al hospital, múltiples heridas contundentes y con lo que asemejaba un objeto cortante.

El pequeño se aferraba con tenacidad a su vida, la máquina de signos vitales amenazando a marcar flatline y que el pequeño ya no se encontraba en este mundo.

Por su parte, Inko ya había vuelto a la realidad, y terminó estallando en llanto, después de haber caido en cuenta de lo que había hecho, al ver las marcas de sangre en el suelo, justo donde estaba 'castigando' a Izuku.

Los doctores lucharon, y muy apenas lograron salvar la vida del pequeño Izuku, sin embargo las cirugías dejaron su marca, dejando a Izuku ciego del lado de su ojo izquierdo, ya que este casi sale de su cuenca a consecuencia del golpe de Inko con la lámpara.

Aunque eso solo era una memoria, una memoria que Izuku no deseaba recordar más, lentamente olvidó este pensamiento por ahora, tapando la cicatriz que quedó en su ojo con un parche, exhalando de un cigarro, dejando que el humo invadiera sus pulmones, sólo encontrando alivio en esta sensación antes de suspirar profundamente, dejando que el humo escapara por entre sus dientes, se miró en el espejo, su apariencia había cambiado mucho, lo más notable era que su cabello verde no lo era más y ahora era negro, esto debido a que Izuku lo tiñó de este color para que no se le asociara con Inko.

Salió de su habitación, hoy era finalmente el día en el que aplicaría a la escuela de sus sueños, la Preparatoria Raijin.

Asi es, incluso después de cómo la vida lo trató, se encontró con un muro insuperable, el no tener un quirk.

Una vida regular.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora