Una vida regular.

Raijin.

Izuku despertó con lo que es una de las peores migrañas conocidas para la humanidad, probablemente resultado de que el One For All jamas se apago en el transcurso de la noche, por amabas, el y lo que sea que sucedía dentro de el, como había estado sucediendo toda la semana.

Observó el reloj al lado de su cama, en la mesa de noche, este marcaba las 9:00 AM, perfectamente dos horas antes de que Inko despertara. Esto, siendo una de las múltiples formas que desarrollo para convivir en lo mínimo con la mencionada, ademas, ya empezaban las clases de Raijin.

Ya fue una semana desde que perdió la poca confianza que le quedaba en las pocas personas que aun consideraba amigos, y honestamente, no sabia si sentirse aliviado de eso, o preocupado de parecer esquizofrenico al hablar consigo mismo, o bueno, los portadores, como se hacían llamar las voces de su cabeza.

Se levanto, tomo una ducha apresurada y se vistió en el uniforme de Raijin, era de un color café oscuro, detalles de tonalidades mas claros en lugares como alrededor de los botones, y al final de las mangas de la camiseta, el distintivo sello de Raijin, parecía ser una mano musculosa sosteniendo un rayo sobre un libro con las paginas pasando se acomodaba en el lado izquierdo de su pecho, lo acompañaba con las botas que el detective Tsukauchi le ofreció, ademas de que había desarrollado cierto apego a ellas, ademas de que se miraban bien.

Se dispuso a salir, todavía faltaba una hora para que Inko despertase, Izuku simplemente no quería estar mas en la casa, no tenia por que estarlo, no queda nada para el en ese lugar.

Camino hasta la estación, donde debía esperar el tren, pues a pesar de quedar en una de las escuelas mas prestigiosas, quedaba a desafortunadamente el otro lado de la ciudad, y un viaje entero a metro.

Mientras esperaba, su celular vibro en su bolsillo, y, a sabiendas de que podía ser Inko, decidió revisar de igual forma.

Observo el nombre del remitente, "Fujisaki Chihiro", cosa que le hizo levantar una ceja con curiosidad, acaso necesitaba All Might hablar con el?

"Hey.. Se que puede ser repentino y todo, pero quería desearte suerte en tu primer día.. Si es hoy, no? No me equivoque de fecha verdad?"

Al menos no era su madre, por eso agradecía, e incluso así, agradecía el mensaje en si, se sentía cálido, de manera agradable, que le hizo esbozar una pequeña sonrisa mientras tecleaba una respuesta.

"No Fujisaki, no te has equivocado de día, estoy esperando el metro en la estación."

"Ah.. bueno, en ese caso, me alegra poder decírtelo, al señor Might también le gustaría, pero ha estado en labores de héroe desde esta mañana, me dijo que te deseara suerte de su parte también."

Izuku estuvo a nada de responder, el tren tenia otros planes, pues este se detuvo de golpe, haciendo que casi se cayera, de no ser por su rápido reflejo de sostenerse del barandal para las personas que estaban paradas, observando la ventana del metro, notando que lo que parecía hielo saliendo de frente a la cabina del metro.

Observo un poco, y pudo observar una silueta saltar desde frente al metro, esta vestía un traje de pingüino, llevaba bastón y un sombrero de copa, aparentemente el causante del hielo, pues a mitad de su salto un chorro de agua salio de su boca y se congeló al tocar un poste de luz, dándole una plataforma para ejecutar otro salto y seguir con su escape, pues algunos héroes ya le pisaban los talones, uno de estos, la creciente estrella Kamui Woods.

Izuku observo detenidamente, el ya habría detenido al villano pingüino repetidas veces, pero ahora mismo era solo un estudiante de preparatoria regular, por lo que se limito a quedarse en el vagón y esperar a que las autoridades correspondientes se hicieran cargo.