Capítulo 1: Nuestras miradas

52 2 0
                                    


"Era el rostro más bonito que había visto nunca. Ese chico era tan guapo y tan atrayente que no podía ni tan si quiera parpadear, solo quería mirarlo... Pero desapareció."

Félix, un chico joven, guapo, inteligente, un poco tímido al principio pero cariñoso y bromista cuando entraba en confianza. Llevaba el pelo como siempre, no se había hecho nada diferente por el hecho de salir, era rubio, con flequillo y mullet. Tampoco se quiso maquillar en exceso, no se tapó sus pecas, se puso un poco de eyeliner y eso era más que suficiente. El look tuvo que cambiarlo por órdenes ajenas, finalmente se puso unos jeans rotos, unas zapatillas y una camiseta blanca metida por dentro del pantalón. Por encima llevaba una cazadora vaquera de color crema.

Y allí estaba él, de fiesta, con su compañero de piso y mejor amigo. Odiaba salir, no le gustaba el ambiente, pero no podía dejar de pensar en lo que pasó un rato antes.

Justo cuando entraron en la discoteca y caminaban para buscar un lugar donde sentarse, pasaron cerca de la barra. No le prestó atención a la gente que había allí hasta que un chico se giró en el momento en el que él pasaba. Cruzaron sus miradas, ese chico era alto, con el pelo largo y negro pero con una coleta, un rostro tan dulce pero tan sexy, con unos ojos tan intensos... Fueron unos segundos, pero ellos se vieron a cámara lenta.

Cuando se sentó con su amigo le buscó con la mirada, y allí estaba, sentado prácticamente enfrente suyo, pero a una distancia considerable. No dejaron de mirarse ni un segundo. Notó cómo le sonreía y él no pudo hacer nada, estaba completamente embobado. No se dio cuenta cuando su amigo se fue y volvió con las bebidas, su atención estaba únicamente en aquel chico. Se pudo fijar más en él, su rostro era tan bonito, tan perfecto. Era apuesto, atractivo, con un toque de misterio y Félix estaba dispuesto a investigarlo todo si el otro le dejaba.

—¿Qué miras tanto? —preguntó su amigo que ya había echado la vista atrás varias veces para descubrir qué es lo que era tan interesante.

Félix le miró en ese momento.

—¿Qué?

—¿Que qué miras tanto?

—No, nada —dijo y quiso volver a mirar al chico guapo, pero ya no estaba.

Se puso nervioso, miró alrededor para ver por dónde se había ido, pero no lo encontraba.

—¿Nada? ¿Y ahora qué buscas?

—No busco nada. Bueno sí, el baño —dijo como excusa y se puso de pie algo nervioso.

—Oye Félix, que no soy estúpido, estabas mirando al tío ese... ¿no? El del pelo largo.

—¿Y qué si le miraba? Es guapo.

—Pero... No más que yo —bromeó el otro sonriendo.

Bangchan era el amigo gracioso que casi todo el mundo tiene, aunque a parte de gracioso era guapo y estaba bastante bueno. Era buena persona, generoso, empático, el mejor amigo del mundo. Era más mayor que él, y eso era una ventaja para que sus padres confiasen en dejarle viviendo en otro país mientras terminaba sus estudios.

Se conocían muy bien, sabía que mentirle era imposible, por eso le había pillado a la primera.

Después de alardear de su belleza, Félix le puso una mueca de pesadez y se giró para ver si veía al chico.

—¿Te ha prestado atención? A lo mejor no le interesas.

—No dejaba de mirarme.

—Ah... Claro, tú también eres guapo.

—Voy a buscarlo —sentenció el menor.

Primero se acercó a la zona de la barra, pero no le vio, luego de echar una visual por el local mientras caminaba se fue al baño, y efectivamente, allí estaba el chico guapo, pero con una chica morreándose.

Maniac [Hyunlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora