Maniac [Hyunlix]

Capítulo 2: Fin de curso

Félix estaba haciendo una video llamada con sus padres, lo hacía con cierta frecuencia, aunque menos que el primer año que se fue a vivir lejos de ellos. No era como Bangchan que a veces se aburría y mientras comía llamaba a su madre para verla.

—¿Y cuántos exámenes te quedan para terminar?

—Dos y acabo —respondió Félix a su padre.

—¿Y cuándo vas a venir? —preguntó la madre.

—No lo sé, tengo que saber si he aprobado todo o tengo alguna recuperación, pero creo que en julio.

—Cada año vienes más tarde.

—Este año tenía que entregar el trabajo final y eso es lo que más me está costando mamá... Es difícil, pero quiero entrar en el máster el año que viene.

—Seguro que sacas buenas notas, no te desanimes.

—Cuando vengas la playa te está esperando —dijo el padre en tono de ánimo.

—¿Y Chris viene contigo o no viene?

—Está trabajando, supongo que irá si tiene vacaciones, pero poco tiempo —explicó a su madre.

—Vaya... Bueno, os hacéis mayores.

—Dale recuerdos de nuestra parte —dijo el padre.

—¿Y mis hermanas dónde están?

—Rachel de viaje con sus amigas, Oli seguro que hoy viene tarde, ya acabó los exámenes y solo viene a dormir —respondió la madre.

—Bueno, el otro día me mandó una foto de la playa, Oli, para darme envidia y que volviera pronto —dijo Félix riéndose.

—Buena táctica —dijo el padre.

Estuvo hablando con ellos un rato más pero luego siguió haciendo el dichoso trabajo que tanto le estaba costando.

Sus días eran tan aburridos, echaba de menos a su familia. Poco a poco se fue olvidando del chico guapo porque tenía cosas más importantes de las que preocuparse.

Un día volviendo a casa por la noche después de haber ido a llevarle a Bangchan una cosa que necesitaba, se subió en el autobús. Le pareció ver de espaldas a aquel chico, entonces volvió a su mente. No le pudo ver la cara pero el pelo, la complexión... era parecido a lo que recordaba. ¿Viviría por allí cerca?

Tampoco tenía tiempo en ponerse a pensar en él. Debía que acabar con el trabajo cuanto antes, solo le quedaba una semana para mandarlo a revisión.

Se tuvo que poner mucho las pilas, pero al final lo logró terminar a tiempo. Después solo quedaba esperar a que en la revisión le dijeran las cosas que debía ultimar para poder presentarlo.

Dos días tuvo de relax hasta que le llegaron las correcciones, aunque por suerte no eran muchas, pero sí tediosas.

Ya era finales de junio, 26, era domingo y él se había pegado todo el fin de semana al ordenador para poder terminarlo. Eran las 8 de la tarde cuando salió de la habitación y se encontró a su amigo en el salón viendo una película.

—¿Acabaste?

—Acabé, la presentación, las correcciones... Solo me queda presentar el miércoles.

—¿Nervioso?

—Realmente creo que el trabajo está bien, tampoco me importa hablar en público, creo que va a ir bien.

—¿Quieres que salgamos a cenar para celebrarlo?

—Estoy bastante cansado... Pero podríamos ir mañana por la mañana a la piscina antes de que vayas al trabajo.