Capítulo 41

58 16 13
                                    

La navaja se interpuso entre las garras del tipo de piel oscura a mi anatomía, al mismo tiempo que evadía una patada de su parte, intenté mantenerme alerta de cualquier ataque proveniente de este o de algunos de sus aliados

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La navaja se interpuso entre las garras del tipo de piel oscura a mi anatomía, al mismo tiempo que evadía una patada de su parte, intenté mantenerme alerta de cualquier ataque proveniente de este o de algunos de sus aliados. La lluvia era densa, por lo que mi flequillo se pegaba contra mis ojos a cada movimiento que hiciera, siendo esto una desventaja para mí, ya que lo que menos debía hacer era perderlos de vista. 

En un movimiento que fue invisible ante mis ojos, el cuchillo quedó partida a la mitad, retuve las ganas de gritarle a Hal para quejarme del pésimo material que me había dado, pero estaba seguro de que aquel ángel sin alas se encontraba muy ocupado en ese momento como para atender mis inconformidades. Tenía todas las de perder, y no era por ser pesimista, la única arma que aún me mantenía con vida se había roto y no contaba con las habilidades de Jackie Chan para sobrevivir a un combate cuerpo a cuerpo cuando el oponente al que me enfrentaba tenía sus capacidades más desarrolladas que yo. 

—Eres demasiado idiota como para haberte involucrado con las personas equivocadas. —Tragué saliva, no quería admitirlo, pero el haberme reunido con los chicos ese día fue una de las decisiones más tontas que había tomado—. Ahora, por tu culpa, morirás en una guerra que no te incumbe. 

—Por supuesto que me incumbe, mis amigos están en ella. —Usé mi cuerpo para impulsarme y clavar la punta de lo que quedaba de cuchillo en su estómago, este no tardó en maldecir por mi ataque y su mano se cerró en mi tráquea. 

—Asqueroso humano, vas a morir. 

—Deja tantas amenazas y cumple con tu palabra, Idiota —gemí clavando mis uñas en sus manos intentando vanamente en liberarme. 

Sus ojos se abrieron como platos de repente, él, al igual que yo, bajamos la mirada a su pecho donde una mano sostenía un corazón que aún latía sobresaliendo de su tórax. El agarre en mi cuello cedió antes de que este se desplomara en el suelo, por lo que levanté mi vista al causante de aquella muerte: Jungsoo. 

Sus ojos azules escanearon mi cara por unos instantes antes de girarse al par que observaban a nuestra dirección con notorio interés. Eran ellos, Los Cazadores que me había citado en aquel lugar a las afueras de la ciudad para reencontrarme con Hal. 

—¿Quién de esos idiotas te lastimó, Yeonsuk? —preguntó Jungsoo en tono bajo. 

—Ellos —le indiqué señalando al par de idiotas, Jungsoo asintió volviendo su vista a estos; hubiera deseado ver la manera en como mi novio los había mirado, ya que todo resto de diversión en sus expresiones desapareció por completo. 

—Ya veo... Hal nos mintió al darnos a un falso Park como ofrenda —dijo cobrizo. 

—¿Y aún te sorprende? Qué patético eres. —Mordí el interior de mi mejilla al escuchar a mi novio hablar de ese modo. 

—Patético tú por arriesgar tu vida por un simple humano. 

—De igual forma ustedes me hubieran dado caza, así que terminemos con esta mierda de una vez. —A partir de ese momento los perdí de vista. 

EN DISTINTA SINFONÍAWhere stories live. Discover now