Luna Nocturnal [Zhuiling / Omegaverse]

Capítulo 10: Caso 98- d. "A-Qing".

El juramento de honor fue hecho y la nueva generación de policías estuvo oficialmente graduada.

Entre todos los familiares y nuevos oficiales, Jin Ling destacaba por su soledad. Girando del diploma entre sus manos con matices de tristeza cubriendo su rostro; el alma solitaria del omega resonaba en el recinto.

A-Qing, quien reía con su padre no muy lejos de él, notó el aire nostálgico de su amigo. La chica era alegre y espontánea, por lo que con un porte decidido, se dirigió a Xiao XingChen quien aceptó su propuesta sin rechistar; luego la mujer joven gritó en dirección al Jin con alegría brotando por todos sus poros.

—¡A-Ling, vayamos a ese tonto restaurante que te encanta!.

Sobra contar, que gracias a A-Qing su graduación no fue tan mala.

Respirando hondo comenzó a alejarse de su auto, en cierto punto tuvo que correr lo más que sus piernas le permitían.

Llamados distantes a sus espaldas eran exclamados, pero las pisadas de Jin Ling lograban ahogar los gritos.

Además, el zumbido en sus oídos favoreció la causa.

Un tramo de medio kilometro separaba a la carretera en donde Jin Ling abandonó a su auto y la autopista principal que salía de la ciudad. Su condición física siempre fue buena, ahora con una descarga exponencial de adrenalina, ese medio kilometro de distancia fue fácilmente superado.

Sus pulmones ya estaban contraídos cuando paró en seco.

A diferencia de la solitaria carretera a sus espaldas, la autopista estaba concurrida.

«A-Qing, A-Qing...» volver a escuchar su nombre fue más duro de lo que pensó.

Tragando un sollozó, Jin Ling miró sin parpadear al auto que se aproximaba a él. Los faros lo cegaron un segundo, segundo en el que los sucesos de esa noche trágica del pasado atravesaron como un tren bala frente a sus ojos.

"—Nos encontraremos aquí en una hora, prométeme que de encontrar problemas retrocederás.

—Por supuesto, papá.

—Tsk, que tonta. ¿A quién llamas padre?"

Nunca podrá perdonarse que las ultimas palabras dirigidas a su compañera hayan sido esas; tampoco podrá olvidar que fue él quien la arrastró a una muerte segura.

¿Que tan difícil podría haber sido decirle "Cuídate" o seguir insistiendo en su lugar?, la historia podría ser otra si su actuar esa noche hubiera sido distinto.

El auto ya estaba a menos de diez metros cuando en un segundo, el conductor al deslumbrarlo parado en medio de la carretera frenó inesperadamente.

El suelo estaba resbaladizo y fácilmente un accidente que no sucedió podría haber sido desencadenado.