Crūdēscō •Takey•

10

Le habian sacado una muestra de sangre, para un chequeo general, después de eso, se le permitió entrar a qué le hagan un ultrasonido para observar su útero y si se encuentra en un estado saludable o no.

Para ese momento sobre la camilla, mirando el techo, empezó a disociar, no podía escuchar o percivir las cosas a su alrededor, solo tener angustia atrapada en su garganta, escenario imaginarios en su cabeza que solo tiene un Bad ending explicado, su mente se centra en recordarle que existe un 99% que no pueda ser fecundado sin ni quiera explicar ese 1%.

Soltó un jadeo por el gel frio sobre su vientre, no miro a la doctora, a su hermano, la pantalla en blanco y negro se lleva toda su atención, ansioso en buscar cualquier mal para no ilusionarse, aunque ya tenga el llanto mermando en sus ojos.

—Felicidades Mamá, son dos pequeños cachorros— no podía ver lo que la beta observa, pero, las lágrimas de alivio desendieron como un mar.—Este es un embarazo riesgoso, puedo observar las paredes que tuvo algunos abortos, ¿ve estas marcas en su pared? Suele aparecer en omegas maltratados, como las líneas de estres en los ojos.

—¿Como estan?

—Sanos, perfectamente, sus corazones laten de manera desigual pero, coordinan con sus latidos ¿Cuánto tiempo lleva con su alfa?

—tenemos unas 3 semanas, es un Prime.

—oh....— murmuró sorprendida.—tengo los resultados de sus exámenes medicos, indica que estuvo cerca de un pico hormonal dónde pudo a ver perdido la capacidad de tener bebés, el alfa prime se encargó de regular tus hormonas ¿Te marco?

—Si.

—Tiene que venir a los controles prenatales señor sano y también traer a su alfa— tomo algunas capturas de la pantalla para ubicarlas en su ficha médica.—Le recetarme algunas vitaminas, recomiendo que no haga ningún esfuerzo físico o movimiento brusco, será riesgoso los dos primeros meses, después de esto podrá hacer su día a día con tranquilidad.

—Si, seguro— sonrió agradecido cuando le entrego el papel, después salió del consultorio, pagando todo, afuera y serpenteando por las calles con las emociones explosiónando, creando auroras, haciendo los colores más vibrantes, se sentía tan eufórico e emocionado que nada podría destruir esa noticias, ni nadie.

Izana lidera el camino a casa, está bien sentir que puede recargarse en uno de sus hermanos sin ser juzgado o limitado, la sola idea de saber que había alguien que había vivido tantas situaciones, las mismas que él, que no recibiría ningún desaire lo hace sentir agradable, cómodo, protegido.

—Gracias— murmuró, sabiendo que su segundo hermano mayor lo ha escuchado por qué lo vio detenerse.—Ahora solo necesito contárselo a Takemichi.

—Mikey, felicidades.

—Gracias— dejo de mirar las fotos de su ultrasonido para observar a su hermano mayor que estaba frente suyo, dándole la espalda.—Seras tío Izana.

—Lo sé, espero y sean bonitos, no dudo que los hijos de Emma sean feos pero, con ese alfa que tiene lo dudo.

—Oye, Ken-chin es guapo— soltó una risa, camino un poco más rápido estiró su mano, para tomar del brazo al contrario y caminar al mismo paso.

—Ya se que consideras a tu amigo bien parecido y un ejemplo de alfa pero, no significa que yo lo halla aceptado, ni siquiera me pidió permiso, el abuelo le dijo "si, por qué no" y la embarazo— reclamo enojado, dando la vuelta para encarar a su hermanito.—¿Mikey? ¿A dónde diablos fuiste?

••••

El callejón olía fétido, la figura frente a él provoca muchas emociones entre ellas, la alerta, una mano sobre su vientre para protegerlo, otra sobre su pecho por si se acerca a él, si hace un movimiento brusco podría lastimar a sus bebés y eso es lo que menos desea.

—Mi alfa te cazara.

—el invencible Mikey escondiéndose detrás de un alfa, que vergüenza— lo vio dar un paso, el terror subió de su estómago a su garganta en forma de bilis logrando tener una acidez quedante en su paladar.— No le tengo miedo a ese patético, eres mi omega y volverás conmigo— vio que su agarre en el arma blanca se hizo más fuerte, que cada vez estaba más cerca, a pesar de que está poniendo distancia.—Existe más de una forma, lo intente con el chantaje, sobre que lastimaria a Emma si te ibas de mi lado— su garganta fue tomada con crueldad, las uñas del contrario se entierran en su delicada piel.—no te preocupes a tu hermana no le podré hacer nada de todas maneras tiene un gran alfa.

—dilo sin temblar, Sakauchi— sonrió altanero, podía sentir su terror por sentir las feromonas que lo rodean, Takemichi podría parecer un debilucho pero, enojado era una máquina de matar.

—ARRODILLATE— perdió la conección de sus músculos, soltó un chillido lastimero, más suceptible a la voz, por sus cachorros, comenzó a temblar aterrorizado, su integridad física ya no le importa, lo que sí, es el producto del amor que le tiene a takemichi, sus bebés.—hueles diferente.....

Decir que el mundo termino en sus hombros es poco, en sus pies, incapaz de formular una negación, de huir, el estado primario del terror y miedo, creando la bazofia de sentimientos inútiles, que controlan sus instintos, bajar la cabeza y esperar lo peor, como si mereciera ser castigado por intentar ser feliz.

Al no saber controlar sus reacciones, siente que poco a poco pierde la sensación de control, de mantenerse despierto, el letargo lo hace sentir mareado y al poco tiempo pierde el equilibrio, cayendo a un lado, chocando contra el piso, observa a sakauchi antes de saber que si pestañea dejara de estar conciente.

“Takemichi....„