Capitulo 9

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DÍA CINCO DE LA DESAPARICIÓN

El universo no es consciente de la desgracia o felicidad que ocurre dentro del corazón de las personas, es por ello que aun en la peor desgracia el día no se detiene, la mañana y el anochecer llega con normalidad, los minutos y segundos corren con normalidad, no hay calor en el invierno ni nieve en el verano.

Un nuevo día llego y con ello la obligación de llevar a cabo las actividades usuales. Los chicos del equipo de Seidou se levantaron a la hora habitual e hicieron su entrenamiento habitual, se dirigieron a clases como cualquier otro día y regresaron para entrenar nuevamente, todo fue un día habitual, pero solo ellos eran conscientes de que lo habitual empezaba a molestarlos, porque en su día habitual y en sus actividades habituales había algo que les faltaba, no, había alguien que les faltaba, una persona que era capaz de hacer que en lo habitual dejará de pesar la monotonía, porque eso es lo que hacía Sawamura, solo él era capaz de hacer que los colores opacos cobraran color, después de todo, él era...

-Nuestro girasol en un gran campo – murmuró Haruichi.

-¿Decías algo? – preguntó Tojo a su compañero.

-¿Eh? Ah, no, perdón, yo solo estaba divagando.

-Ya veo, últimamente es lo que hacemos todos, perdernos en nuestro propio mundo.

-Es inevitable.

-No solo es el equipo, también la escuela se ha tomado el caso con seriedad – comento Kanemaru caminando hacia ellos –. Después de todo, es un alumno de la institución el que desapareció, todos están preocupados.

-Si... incluso hubo una junta directiva, ordenaron al personal de seguridad estar al pendiente de cualquier cosa sospechosa que se note alrededor de la escuela.

-En el salón hay varios que van a dejar cosas en la banca de Sawamura, incluso el profesor tuvo que intervenir para que fuera más moderado, ya no cabían jaja – intervino Haruno quien pasaba cerca de los chicos –. Sawamura era muy conocido por los chicos de nuestro grado, extrañamente tenía talento para adaptarse a cualquier deporte así que en los tiempos libres era muy solicitado por otros clubs.

-Si soy honesto, hay momentos en que es difícil para mí estar en el salón – dijo Kanemaru –; es triste mirar la banca de Sawamura y solo ver su retrato con algunas flores, al principio me enoje y estuve a punto de quitar todas esas cosas porque parecía que pensaban que estaba muerto, lo hacían lucir así... pero no solo yo, a veces puedo notar la mirada de los demás volteando y buscándolo.

-Sí, también lo he notado – respondió triste Haruno.

-Es esa la razón por la que no vas a su salón, ¿no es así, Haruichi? – preguntó Tojo.

-Es doloroso, apenas iba entrando al salón y ya era recibido por los gritos de Eijun-kun, pero desde que él no está todo es muy silencioso, y no lo soporto – permanecieron todos en silencio -. Furuya, ¿cómo estás tú?

-Yo... quiero que Eijun regrese, no es divertido el béisbol si Eijun no está, últimamente cuando entreno y lanzó la pelota siento mi brazo pesado, me cuesta concentrarme, siento que Eijun tiene consigo algo que... hace más claro el camino que estoy tomando.

Las palabras de Furuya los sorprendieron un poco, sabían que la rivalidad de ambos pitcher no era de odio, envidia o resentimiento; era como si supieran que tenían a alguien a su lado, alguien con quien apoyarse y motivarse, sabían que era algo positivo y que no detenía su amistad, todo lo contrario, pero solo ellos dos sabrían con exactitud lo importante que era el contrario en su béisbol.

EN OTRO LUGAR

-Aun cuando prometimos al entrenador que nos esforzaríamos puedo darme cuenta que el ambiente no mejora – dijo Kuramochi –; pero bueno, no era algo fácil, al menos puedo decir que ya no lucen tan deprimentes.

No te quiero perderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora