El secreto de mi amiga

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Eran tiempos más simples, éramos estudiantes universitarios con algunos semestres encima, aún gozamos de fiestas y discotecas, bebiendo y comiendo en diversos lugares, la farándula de adulto joven que nunca falta, solíamos disfrutar mucho de esos momentos, era muy épico el goce, no había preocupaciones, todo momento la pasábamos bien sabroso.

Recuerdo que tenía una amiga, estudiamos la misma carrera en la misma universidad, nunca la vi com malícia, aunque nunca pude negar, que su sensualidad era mucha, estaba muy bien dotada, incluso una vez tuve sueños húmedos con ella, pero me lo reservaba por respeto, uno no sabe cómo vaya a tomarse las cosas una mujer.

Este fue el sueño, aunque siento que este escrito no le hace justicia a esa diosa erótica.
En el sueño la invité al cine, salimos a comer antes, recuerdo que hablamos de muchas cosas ese día, y hubo un momento de la conversación en que dijo que quería confesarme algo, sin darme más detalles, quedé un poco desconcertado, porque era alguien con quién hablaba mucho, me contaba todo a mi, y yo la escuchaba con detenimiento, me pareció raro, pero me limité a esperar.

Salimos del cine y no podía sacarme de la mente su confesión, así que decidí alargar más la noche para hacerla más amena y cómoda para ella, no sabía de qué se trataba ni tenía sospechas, así que lo que buscaba era hacerla sentir cómoda, la invité por unos tragos a un bar crossover bastante bueno en la ciudad, llegamos al bar, pedimos los tragos y sonaba música de los enanitos verdes en aquel momento, tú carcel, para ser más exactos, seguimos charlando y bebiendo unas cuantas cervezas, combinadas con unos tragos de Jack Daniels bien fríos, ya más entrados en calor y más relajados, mi amiga se suelta y decide confesarme su secreto, y vaya que se lo tenía bien guardado, no leía para nada las señales.

- Lo que voy a decirte tal vez te sorprenda, espero que sea de buena manera, no tengo ninguna pretención, aunque si algo bueno sale de esto, no me pondré guapa.

* Deja los rodeos y dime de qué hablas, desde el cine ando ansioso por saber que es eso que tienes que decirme.

Se sonrojó un poco, acomodó su cabello y me miró fijo a los ojos.

- Desde hace ya varios años que vengo teniendo un sueño recurrente, un sueño en el que estás tú, y la verdad, es un sueño que me gustaría hacer realidad.

* Interesante, y de que trata ese sueño, ya que hablamos del tema, yo también tengo que decirte que te soñé, pero tú primero

Pareció sorprenderle que dijera que también la había soñado, es consciente de lo arrecho que soy y sabe que el 95% de mi vida es sexo, tal vez intuía que la soñé haciéndole todas las maldades que su mente se imaginara, pero en ese momento no me lo dijo.

- Fue un sueño erótico, no sé porque te soñé así, la verdad me da un poco de pena contarte esto, pero fue muy vivido, y cada vez que sueño contigo, amanezco muy húmeda, ni siquiera mi novio logra tanto en mi, me da algo de lastima con el, pero no es algo que yo controle

Quedé como: wow, ¿Es enserio lo que está mujer me está diciendo? ¿Yo? ¿En el sueño húmedo de una mujer tan sensual? Si, está bien que no tratara de coger con ella por ser mi amiga, pero es claro que sí se me da la oportunidad, le haría cosas que nunca olvidaría, seguí escuchando su relato con detenimiento.

- Vamos como en una especie de bus, los dos solos, llevo un vestido corto con una correa de decoración en el medio, voy bastante bien maquillada y con el cabello cepillado, tú vas a mi lado, con un pantalón jean, y un buzo que te gusta usar mucho, el gris claro, de un momento a otro me besas con lengua incluida, y yo te dejo hacerlo, metes tus manos en mi entrepierna y empiezas a manosear mi vagina, yo excitada, alzo mis piernas y te dejo ver mi vagina, babeas tus dedos y empiezas a masturbarme, te arrodillas frente a mi y empiezas a estimular mi clítoris con tu lengua y metes tus dedos en mi vagina, lo haces hasta hacerme llegar a chorro, luego de eso bajas tu bragueta, sacas tu pene, bastante grande, yo te jalo hacia mi para chuparlo, lo babeo todo y luego me metes la enorme cabeza, yo empiezo a gemir, y nada más de sentirla entrar centímetro por centímetro, me vengo otra vez, y justo cuando me vas a poner en cuatro y me alzas el vestido a la altura de la cintura, me despierto, es tanta la humedad que me despierta este sueño, que al levantarme, mis sábanas están mojadas, e incluso la primera vez mi hermana se asustó, porque según ella estaba gritando, pero en realidad no eran gritos, eran gemidos, no lo sé, la verdad quería contarte porque ya no aguantaba mas, ahora además de disfrutarlo, tengo la curiosidad, y ya que estamos tomando y estando los dos solos, me gustaría ver qué significa mi sueño, ya que si es el deseo de mi subconsciente, quiero cumplirlo.

El Deseo Que El Subconsciente OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora