Fútbol Girl, ¿lo han escuchado antes?
Mack Moretti viene siendo una chica como cualquier otra, pero su ambición y determinación les dice que ella está destinada a jugar su deporte favorito con su hermano; A el fútbol, y con Gabo Moretti.
Le ponen...
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Estábamos jugando un partido en Álamo Seco, y como no, Gabo invitó a Dedé con Ricky a estás mini vacaciones. Para el gusto de Gabo y mío, pensaba en invitar a Zoe, pero ella ya tenía algunos planes antes de entrar a último año, así que técnicamente soy la única mujer, aparte de mi abuela.
Ya me había acostumbrado. Estaba en un equipo de hombres y yo era la única chica y nada malo había pasado.
Si dejamos a Ezequiel en las Águilas, Camilo en las Águilas, Felipe en las Águilas, Diego Guevara y Martín Mejia.
Era mejor no mencionar al último porque había tenido unos problemas amorosos con el, el año pasado, y no eran de mi agrado.
Mientras jugábamos pensaba lo distinto que era al IAD, pero mejor si lo pensamos en tema sentimental. Álamo Seco es todo para mí y Gabo, y jugar algunos partidos con nuestros amigos y la gente apoyándonos, nos aleja los pensamientos y ponemos concentración solo en la cancha.
-Dedé, ¿te estás acostumbrando a la tierra? -cuestioné burlona, viendo a el brasileño en el piso después de que Gabo pasara al defensa.
Él se rió y yo fui a ayudar a Gabo. Nuestra Abuela nos gritó que faltaban 10 minutos para irnos, había que empatarlo.
Mi hermano me hizo una seña y me dió un pase, controle la pelota y tire arriba en el palo derecho. Metí el gol y me acerque a Felipe y a Gabo para celebrar.
El comisario ya había llegado. El oriundo del pueblo nos guiño el ojo a mi y al rubio. La jugada era de ambos así que mi problema era darle el pase a Gabo.
Claramente los planes de Gabo siempre salían bien, pero, ojo, solo en la cancha.
Vi mientras recogía mis cosas para irnos, a Gabo hablando con Rodrigo. Era como un niño de 9 o 10 años que soñaba jugar profesionalmente, tal como lo hacía Gabo a esa edad. Y no era malo, así que deseaba que más grande cumpliera su sueño.
-Chao, Abu -me despedí con un abrazo y un beso en la mejilla de mi abuela y me acerque a dónde estaban los mejores amigos hablando.
-¿Vas a estar bien? -le preguntó Gabo a Felipe.
-Si, quiero quedarme en el pueblo. Necesito un poco de esto.
-Hey, jugaste increíble. No tienes nada de que arrepentirte, Feli -le dije tratando de hacerlo sentir mejor.
Igual se notaba que él necesitaba un poco de aire fresco.
-Mack tiene razón, y eso no pasa seguido -La nombrada lo golpeó con el codo por su comentario-. Sabes que no tuviste nada que ver con lo que pasó. Ya sabemos de quien es la culpa.
-Bueno, si van a hablar de ese traidor mejor me voy al auto con Ricky y Dedé.
Abraze a Felipe, realmente lo iba a extrañar. Era uno de mis mejores amigos después de todo, y, por lo loco que sonase antes, yo lo apoyaba de todas formas cuando estaba en las Águilas. Definitivamente me iba a ser falta.
