1 - Bromas hirientes

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Dōma se encontraba leyendo un libro tranquilamente en el sofá teniendo en su regazo a varias de las mascotas de la pareja, entre las que se encontraban tres cobayas y un erizo. A la vez acariciaba con la pierna al perro (en este caso hembra) de la familia, Reina.

Se escuchó cómo se abría la puerta principal, entrando cansado el mayor en la pareja tras llegar del trabajo riendo de lado al ver la escena.

--- Cuánto animal junto, ¿No, zorrita?

--- Panda y Polar están en su jau-. --- Dōma cortó la frase al ser consciente de las palabras de su esposo haciendo un puchero. --- ¿Cómo me llamaste?

--- ¿Qué? ¿Ya no te puedo poner apodos? --- Preguntó en vez de responder mientras se quitaba la chaqueta despreocupado.

--- Sí, pero... Olvídalo. --- El menor puso un marcador para cerrar el libro dejándolo a un lado --- ¿Cómo te fue, cariño?

--- Como siempre. --- Akaza cogió su móvil yéndose al cuarto ignorándolo para ver porno como había estado haciendo los últimos días.

Dōma guardó silencio girándose a ver a sus "hijos" con su marido volviendo a hacer un puchero, se levantó con cuidado para no despertarlos y los dejó en su jaula para ir a la habitación con él.

--- ¿Tienes hambre? ¿Quieres que cocine algo para ti?

Akaza no se molestó en alzar la mirada a verlo. --- No tengo ganas de comer mierda, para eso me voy al kebab de enfrente.

--- Oh... --- Fue lo único que Dōma alcanzó a decir bajando la mirada. --- ¿Quieres que vaya a comprar uno?

--- Sí, así eres útil. Coge dinero de mi cartera.

--- De acuerdo, cariño. --- El menor se inclinó agarrando dinero de la cartera tal y cómo Akaza le había indicado, provocando que el mayor lo viese de reojo mordiéndose el labio inferior.

--- Más te vale volver rapidito.

--- Sí, mi amor. --- Respondió guardándose el dinero en el bolsillo para verlo con una sonrisa dulce y la mirada algo opaca de la tristeza. --- Ahora vuelvo.

Dōma fue a la cocina a guardar la pizza junto a la mozzarrela que había comprado para hacerle en el congelador y salió yendo al local de kebab mientras su pareja esperaba impacientemente con el pensamiento de que era un "puto lentorro".

Al raro regresó algo agitado y con algunas gotas de sudor cayendo por su frente al haber ido y vuelto corriendo. Volvió a entrar al cuarto entre jadeos de agotamiento entregándole la comida.

--- Tuyo, mi amor. ¿Qué quieres para beber?

Akaza la recibió viéndolo molesto. --- Me equivoqué, no eres una zorra. Eres un cerdo, porque sudas como uno. Voy yo a echarme whisky, porque si vas tú me lo traes mañana.

--- P-pero fui y vine rápidamente, y el ascensor no funcionaba, tuve que bajar y subir los tres pisos corriendo por las escaleras. --- Respondió con un notable puchero. --- Descuida, yo te lo traigo. --- Dijo corriendo hacia la cocina.

VIOLENTÓMETRO - Akaza × Douma +18 (1ª Parte)Where stories live. Discover now