Capítulo 23

336 77 30
                                    

—Yo también quiero te— repito sus palabras y la abrazo haciendo que así deje de mirar mis labios. Cuando la abrazo apoyo su cabeza en su hombro y ella me aprieta más...

—Bueno vamos a tu casa a ver una película—dice Maite mientras me deja de abrazar...

Vamos caminando y Maite de que mañana sábado tiene ir pensado ir a la feria, aunque no sabe a cual de las tres ir porque es la feria de Caleta, Lagos y Almayate... Prefiere ir a la de Caleta aunque sea más pequeña, pero no sabe seguro...

—Podemos ir juntas. Yo voy sola a la feria, podemos ir en autobús o algo...—dice Maite invitándome a ir con ella. 

—Te lo agradezco mucho de verdad, pero a mí no me apetece nada ir a la feria. 

—Aunque no te apetezca tienes que hacer un esfuerzo, no es nada sano quedarse en casa llorando y rayándose... Nos lo pasaremos bien, veras.

—Bueno.... me lo pensaré esta tarde—digo por decir.

—Vale, tengo toda la tarde para convencerte...

Legamos a mi casa, cogemos mi ordenador y ponemos una película que me venía recomendando ella por el camino pero que yo no había prestado atención.

—Echaba de menos ver películas contigo—dice Maite justo cuando empieza la película.

—Yo también lo echaba de menos.

Estamos viendo una película que no sé como se llama pero que va de la vida de un perro,no le estoy prestando mucha atención y Maite que es muy atenta se da cuenta.

—Hello—dice poniendo su mano entre mi cara y el móvil,eso me recuerda a Ana y me echo a llorar. —¿Qué te pasa? ¿He hecho algo?

—No, tú no has hecho nada. Solo me he acordado de Ana con lo del móvil...

—¡Ay! Perdón. Creo que se a lo que te refieres. ¿Te refieres a cuando Ana te dejó y estábamos viendo una película y yo te quité el móvil para que no le hablaras?—Maite me abraza sin dejarme tiempo para contestarle.

Es que no solo me recordaba a este día sino que me recordaba  a ella, es que nosotras nos hablábamos así, era nuestra forma de picarnos... Maite paró la película y se puso a consolarme... Maite siempre está ahí cuando la necesito... No sabía como agradecerle que no me dejara sola en estos momentos... Luego continuamos viendo la película pero esta vez Maite me había quitado el móvil, así que estuve muy atenta...

—¡No te mueras!—grité tan fuerte que Maite se llevó el susto de su vida...

—Como vuelvas a meter un grito voy me compro una pistola y te mato. Niña que es una película eh, todo es ficción...—se ríe de mí.

—Lo que faltaba ya. Bastante tengo con que seas ladrona, como para que te vuelvas asesina también...

—No pasa nada, porque como te voy a matar, no te vas a enterar de nada.

—Mira como tiemblo... Venga ladrona devuélveme mi móvil—digo burlándome de ella.

—Mañana vengo por ti a las 9 para ir a la feria.

—Nooo.

—No ni nada. Espero que estés preparada para cuando llegue sino tendré que vestirte yo jajajaja.

—No te preocupes que para cuando usted llegué yo estaré completamente lista.

—Así me gusta jajajaja.

Cuando Maite se fue de mi casa me tumbé en la cama, cogí el cúter y como de costumbre lo pasé por mi muñeca... Quise jurar que sería la ultima vez pero no estaba segura si podría cumplirlo así que no lo hice... Me puse a escuchar música y me dormí enseguida...

-----------------------------------------------------------

Me levanté con unas ganas que parecía que había estado la noche anterior de fiesta y me había dormido a la seis de la mañana... Pero había quedado de ir a la feria con Maite y tenía que preparar la ropa que me iba a poner... Tenía en mente dos conjuntos: la primera era un camisón de colores con mujeres, un top debajo, unos pantalones vaqueros y unos tenis negros. Y la segunda era la ropa que me había puesto para la graduación, un traje negro con un top rosa. Estaba casi decidida por la primera pero igualmente cogí la plancha y planché las dos. Fui a la cocina me eché un vaso de agua y me hice una tortilla francesa solo con la yema del huevo.  Me obligué a comerme la tortilla entera ya que iba a ser lo único que iba a comer, me eché una siesta y a la seis me metí a bañarme... Al meterme a bañarme me acordé de nuestra primera vez y me vine abajo de nuevo, pero intenté invadir mis pensamientos... Para colmo cuando salgo de bañarme tengo un mensaje de Ana.

—Necesito que hablemos

No me esperaba su mensaje y aunque obviamente quería verla, me controlé las ganas y le contesté borde...

—Hoy no puedo, estoy ocupada. Tendrá que ser en otro momento.

Digo esto y me salgo de su chat. Me vuelve a llegar otro mensaje suyo, diciéndome que necesita verme pero hago como sino lo hubiera visto...

—Ya mismo voy por ti, espero que estés preparándote.

—Obvio, soy chica aplicada.

 Ya me había decidido me iba a poner el primer conjunto. 

A las 9 Maite ya estaba abajo de mi piso esperándome

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A las 9 Maite ya estaba abajo de mi piso esperándome.

—¡Qué guapa!—dice nada más verme.

—Anda calla ya. 

Fuimos en el autobús y justo cuando llegamos rápidamente fuimos a  montarnos en el pulpo. Compramos los tickets y  tuvimos suerte porque no había casi fila para montarse.

—¡Awww tengo miedo! Esto va hoy más rápido—dice Maite cuando estamos montadas

-—¡Aww tengo miedo!—me burlo de ella—Eso te lo hubieras pensado antes de pagar.

—También, también.

—¡Ay! ¡Qué sustooo!—grito cuando sube la atracción y no me lo esperaba.

—Tomaa. El karma.

—Calla que me desconcentro. 

La atracción está muy chula, tanto que cuando nos bajamos vamos a comprar un ticket más.

Nos ponemos en la fila, porque ahora si hay bastante gente. 

—¡Nooo!—grito de nuevo dándole otro susto a Maite.

—Al final voy a tener que comprar la pistola de verdad. ¿Se puede saber porque has gritado ahora? 

—Mira a tu izquierda...

Por la izquierda venía Ana con la otra. La miramos las dos y se dan cuenta.

—Dame un beso—le pido un beso en la mejilla a Maite para darle celos a Ana. 

Se acerca y me besa... Al parecer no ha entendido muy bien y me quedo completamente sorpendida, pero al ver que Ana está mirando, cierro mis ojos, la agarro de la cintura y le sigo el beso. Cuando me quito Ana sigue mirando con cara de no saber donde meterse.

—El beso era en la mejilla, parece que no nos hemos entendido.—digo riéndome.

—Perdón es que no te has explicado.

—Dame otro en la boca—le digo al ver que se están acercando a nosotras...

Soy solo tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora