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Lee Jeno era un gran partido, o al menos así aparentaba serlo para Jaemin. La actual pareja de Renjun parecía tenerlo todo e inclusive ser de aquella clase de personas que cuando te la encontrabas por la calle no dejarías de observar hasta que tristemente desaparecieran de tu campo de visión.

Un buen trabajo, le gustaban los animales, estabilidad económica y emocional.

Su sola apariencia señalaba a una persona de gustos definidos e inalcanzable... y solo bastaba ver su rostro para saber que Jaemin no era competencia para él. Aunque en cierta parte también sabía que era tonto pensar esa clase de cosas sobre alguien que no conocía.

Se vio obligado a dejar todos esos pensamientos de lado, ahora que se encontraba en la entrada del edificio donde se hospedaría. El lugar estaba bien si no tomaba en cuenta que su alrededor era extremadamente ruidoso, pero eso tenía sentido al ser una de las calles céntricas de la ciudad.

Jaemin ya había visitado Seúl pero eso fue cuando tenía ocho años, y su familia había decidido ir a un lugar con un nombre similar quedándose en la casa de verano durante esa temporada. Algo que no había tomado en cuenta ni siquiera ahora que tenía veinte años.

Mal momento para ser consciente de lo dependiente que era.

Pero, de todas formas, no podía quejarse porque había sido su padre quién había reservado la habitación por él y la verdad parecía ser bastante lujosa.

Las valijas fueron dejadas sin cuidado sobre las cerámicas que simulaban un suelo de madera en aquel apartamento y Jaemin se centró en prepararse un buen café cargado para dejar atrás las horas de sueño que había perdido durante su vuelo. Y luego observo a través de las ventanas, preguntándose cuál de todos sería el edifico donde Huang se encontraba.

No tenía un plan establecido, pero eso no era necesario cuando la razón estaba más que clara en su cabeza.

Desde que fue transferido de escuela  prácticamente habían compartido todo, desde clases hasta amigos. Jaemin estaba ahí claramente como el incluido de Renjun, aunque eso no parecía ser problema para él.

Pero siempre lo fue para Donghyuck, su mejor amigo.

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—Hay algo que siempre me pareció curioso...—dice el castaño desde el otro lado de la línea mientras Renjun acomoda los pies en una posición mas cómoda sobre el sillón.

—... ¿No es extraño que ustedes hagan prácticamente todo juntos desde pequeños? —soltó Donghyuck que obviamente no iba a ser tan brusco como para cuestionarle tan directamente el hecho de que aún habiendo hecho un viaje exclusivamente para ver a su novio,  Jaemin estuviese allí.

Es decir, podían viajar juntos cualquier otra fecha y en caso de que Renjun quisiera compañía, era tan simple como llamarlo a él.

Tal vez así podría haberse salvado de los castigos de su madre.

—¿A quiénes te refieres con "ustedes"? —Renjun camina descalzo por aquel apartamento, siguiendo al mayor de los gatos de Jeno –Bongsik– por toda la casa cuando no le permite acariciarle.

—Hablo de tu mejor amigo Daeman—dice Donghyuck con un tono de obviedad y a la vez, es notorio que tampoco está muy feliz con decir aquello.

—Es Jaemin...—le corrige mientras termina por resignarse en tomar a Seol, que es más amigable, entre sus brazos.

—Sí ese—responde no dándole mucha importancia, algo irritado porque se haya centrado más en corregirlo que en decirle que su mejor amigo de toda la vida era él, Lee Donghyuck.

—¿De qué hablas?—el mayor frunce el ceño ligeramente cuando recuerda la pregunta inicial de la conversación, preguntándose a que se refiere exactamente—Tú eres mi mejor amigo—le dice a sabiendas de que eso va a satisfacer esa actitud infantil suya—Y Jaemin es sólo un conocido de la infancia... hemos crecido juntos prácticamente solo porque su padre es el jefe del mío—le aclara y el menor habla tan cerca del micrófono después, que tenía por seguro que había causado algún daño irreversible en sus oídos.

—¿¡Qué!?—cuestiona escandalizado el menor—¿Quieres decir que Na es malditamente rico y recién lo mencionas?

Renjun suelta una pequeña queja y ahora los dos gatos en aquella habitación le miran atentos, seguramente sorprendidos por lo aguda que podía ser la voz de Donghyuck a veces en altavoz—No creí que te importara, después de todo, siempre estas alardeando sobre tu ropa de marca.

—No, no espera—le detiene exasperado—¿Sabes que pronto cumpliré dieciocho y mi madre ya espera que me vaya de intercambio a Inglaterra?—menciona ofendido—A duras penas podía pasar los exámenes en la secundaria, ¿Cómo podría pasar uno del cuál estoy consciente que depende mi futuro?—le dice aún alborotado—No gracias, prefiero vivir de un hombre millonario que me mantenga y deje mi nombre en su testamento.

—Jaemin solo tiene dos años más que tú—responde mientras toma lugar nuevamente en el cómodo sofá gris de Jeno.

—¿¡Bromeas!?

—Tú realmente no te has tomado el tiempo de conocerlo...—suspira mientras lleva su una de sus manos a su sien, estaba comenzando a estresarlo.

—No me culpes a mí, él básicamente vivía detrás tuyo y no hablaba con nadie más que no tuviese tu nombre—Donghyuck frunce el ceño al recordar aquello y lo había confirmado al pasar dos años enteros con ellos antes de que se graduasen—Él nunca llamó mi atención y eso es raro, porque cualquier chico atractivo lo hace.

Renjun ni siquiera estaba escuchando del todo a Donghyuck, era consciente de que tendía a exagerar las cosas.

—Debo admitir que es algo extraño que solo hable libremente contigo—Lee dice lo último mientras se mantiene pensativo, intentando buscarle una razón a un asunto que llevaba tantos años ignorando.

—En fin, ya cállate, sólo llamaba para avisarte que estaré contactándome contigo por aquí hasta que reparen mi teléfono.

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⏰ Last updated: Jan 04 ⏰

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━Seoul boyfriend.Where stories live. Discover now