VIII

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"Las cosas que quise evitar, el estigma del que creí escapar desde hace tanto.

Cada cosa a las que me prometí jamás ceder, una por una se me olvidan cada vez que te recuerdo.

Mí corazón lo hace.

Y tengo miedo.

Porque el único que saldrá herido, después de todo, seré yo"

"Cielo, debes tomar aunque sea la mitad de esta sopa" dijo con suavidad, ya que no deseaba alterar o espantar de algún modo al paciente, quien había sido tema de conversación entre el personal del hospital desde el momento en que llegó, incluyendo...

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"Cielo, debes tomar aunque sea la mitad de esta sopa" dijo con suavidad, ya que no deseaba alterar o espantar de algún modo al paciente, quien había sido tema de conversación entre el personal del hospital desde el momento en que llegó, incluyendo a sus compañeros de turno que le comentaron cierta información del chico cuando les avisó que lo asignaron con él, y no eran precisamente cosas buenas.

Fue por esa razón que hace cuatro días atrás entró a la habitación del joven con todo su cuerpo temblando en terror puro debido a todo lo que había escuchado, y que apenas hubiera iluminación no ayuda mucho a que se calmara, quiso irse al instante en que cerró la puerta y fue consciente de que estaba él solo en el lugar. Con el corazón en un puño y con la garganta sintiéndosele seca al encender la luz, pudiendo ver ahora con más claridad lo que antes había distinguido gracias a la tenue luz del atardecer que se filtraba por una de las ventanas como una silueta acostada sobre la cama de hospital.

¿En serio ese monstruo que se había atrevido a atacar a la nuera y la hija del doctor Choi, ésta última teniendo apenas cuatro meses de embarazo, era la persona que estaba viendo ahora? No podía ser cierto.

El chico que lo miraba con esos ojos grandes que poseían un brillo que si no hubiera visto las lágrimas acumulándose en las esquinas, él podría haber jurado que ya eran así. Albergaban tanto miedo en ellos mientras se mantenían fijos sobre él que su alma dolió, porque aunque él no tuviera hijos o se considerara como alguien con instinto paterno, algo dentro dentro suyo no pudo evitar sentir ese sentimiento, el querer calmar al chico y detener ese llanto silencioso que llevaba mientras intentaba cubrirse más allá de los ojos con las delgadas sábanas.

Esa simple acción logró que el miedo que Yeong Misung sintió antes de entrar a la habitación quedara olvidado. Ahora, días después de ese primer encuentro, ya no quedaban rastros de dicho sentimiento.

Al igual que en el joven de cabello castaño, aunque eso Misung no lo supiera, y es que la falta de algún aroma en él consiguió que esa cosa dentro del castaño se mantuviera tranquila con su presencia.

No intentó lastimarme, así que él es bueno, pensó el chico el segundo día al notar que ese hombre lo visitaba para llevarle comida y cambiar la ropa de su cama. Tres comidas en un día, ¿eso era normal?

TAKE A DEEP BREATH || JJK-KTHWhere stories live. Discover now