IV.

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Imaginando la despedida
del trabajo abstracto
que es tratar de hacer brillar
tu sonrisa como a una copa,
siento el temor
de cometer el error
de dejar de ser la adecuada.
Me recorre un escalofrío
con la primera helada de éste invierno,
y no es miedo a la soledad mi infierno,
si no el h el echo de saber
que nunca podré querer
como te he querido a ti,
que nunca podré besar,
como te he besado a ti.
Que nunca volveré a sentir
lo que tú me has hecho sentir.

Y que nunca, nunca, volveré a ser
lo que por ti logro ser.

El orden de mi caos.Where stories live. Discover now