—Tranquila mi dulce ______, yo sé que todo saldrá bien. Has estado ensayando durante un mes y lo has hecho bien, no…¡Lo has echo perfecto!—le regresó el abrazó mientras que alzaba su mano en forma de puño con un rostro confiado y con determinación—¡Yo me haré cargó que todo salga perfecto!
—Daphne…—le miró con lágrimas en los ojos y con una sonrisa aliviada, delante de ella estaba su héroe.
Mientras que ambas estaban en su mundo, Arabella era ayudada por el presidente quién le echaba algo de aire con una hoja tratando de reanimarla y diciendo que todavía no era el momento de irse al otro mundo, que podía irse después de que la obra haya terminado, obviamente se ganó un golpe de parte de la peliroja que lo hizo irse hacía el suelo, preocupando a los presentes. Arabella miró a sus alrededores asustada y empezó a sacudir al presidente.
—¡No te me mueras!
|5 minutos después|
—Bien, ¿Ya estás más calmada?—le preguntó el presidente con la mejilla algo hinchada y con la marca de una mano y cabe a decir que se encontraba algo mareado.
—S-sí, siento mucha las molestias presi—se disculpó apenada, mientras que miraba el golpe del chico en su mejilla y escuchó un "que putazo" de parte de Daphne y le dió un pequeño golpe y mirando al presidente con lastima, habló—Me disculpó en nombre de Arabella.
—¡Oye!—se quejó la nombrada—¡El se lo buscó!
—¡Pero eso no quiera decir que me reiniciaras el Windows!—la miró molestó.
—¡Ay ya perdón! Al menos ahora ya estamos a mano.
—Como sea, después de que los demás hayan terminado nosotros seguiremos después del equipo de Rin. Así que manos a la obra, tenemos que empezar a alistarnos—miró a la pelirosa—No te preocupes ______, trataremos de hacer todo lo posible para la escena del besó.