Una noche fría - Minwon

two

Mingyu se sentó en su cama grande y cómoda, rodeado por la suave luz que provenía de la lámpara en la mesa de noche con una tableta en sus manos y anteojos apoyados en su nariz. Trató de leer el libro que había estado postergando durante semanas, pero las palabras parecían repetirse en un ciclo continuo como un disco rayado mientras su tren de pensamientos tomaba un curso diferente cada cinco minutos.

No podía dejar de pensar en la persona que estaba a unas pocas habitaciones de la suya.

Mingyu miró hacia la alta ventana doble, frunciendo el ceño ligeramente.

La lluvia había empeorado, acompañada por el relámpago que destellaba en el cielo nocturno de vez en cuando.

Recordando el clima tormentoso que asustó al bello omega, Mingyu se preguntó cómo estaba Wonwoo en este momento, si podía dormir tranquilo, si estaba bien. El omega estaba casi ardiendo, feromonas pesadas por todas partes. El alfa de Mingyu había estado inquieto desde que pudo percibir el increíble olor que emanaba del pequeño cuerpo, irritando su mente como una picazón que no podía rascar.

¿Debería ir a verlo, por si acaso?

Mingyu se mordió el labio inferior mientras contemplaba si escuchar sus instintos o no.

El repentino y desagradable estallido de un trueno lo sobresaltó, el dispositivo de lectura se le escapó de las manos. La lámpara que proporcionaba luz parpadeó.

Frunciendo el ceño, Mingyu se bajó las gafas para leer y se frotó el puente de la nariz, cerrando los ojos.

Era muy tarde. Tal vez debería dejar de intentar terminar el capítulo (apenas le prestó atención) e irse a dormir. Probablemente también debería comprobar cómo estaba Wonwoo, para calmar a su alfa inquieto...

Suspirando, Mingyu volvió a dejar la tableta en la mesita de noche cuando un olor abrumador y dulce golpeó su nariz.

Alarmado, giró la cabeza hacia la fuente de donde provenía.

La vista casi lo hizo gruñir bajo en su garganta.

Wonwoo estaba de pie en la entrada, luciendo extra pequeño en ese suéter ridículo, jugueteando con sus dedos cubiertos por las mangas largas como un niño tímido. Parecía un poco agitado, balanceándose sobre sus pies de un lado a otro, con los dientes tirando nerviosamente de su labio inferior. Sus ojos no sabían hacia dónde cambiar su enfoque, lanzándose de un lado a otro.

"Min-Mingyu hyung...". Incluso su voz se había vuelto más pequeña, apenas por encima de un susurro.

"¿Hmm?".

Debido a sus sentidos mejorados, Mingyu pudo notar el parpadeo de un azul cristalino en esos orbes negros cuando hizo contacto visual con Wonwoo.

Esa breve interacción entre ellos le hizo algo al omega. Sus piernas se apretaron y el escalofrío en su cuerpo empeoró.

"Alfa". Un gemido sin aliento escapó de los labios de Wonwoo mientras miraba a Mingyu, con los ojos vidriosos y las mejillas sonrojadas.

Incluso desde la distancia, Mingyu podía decir que el chico estaba temblando, a punto de llorar y sudando profundamente.

Cuando Mingyu le hizo señas para que se acercara y el omega obedeció sin pestañear dos veces, los instintos primarios de Mingyu se activaron sorprendentemente rápido, repentinamente vencidos por el deseo de cuidar al chico de todas las formas posibles.

"¿Qué pasa, Wonwoo-ya?", Mingyu preguntó, en voz baja y suave. Sus ojos estaban enfocados en Wonwoo, quien solo se retorció, luego se estremeció cuando otro sonido atronador atravesó el cielo.