Hermanos Haitani

8.6K 241 64
                                    

Ésta es la continuación del shot de Ran para quien no lo haya leído todavía🤭. No cuántos mensajes recibí pidiéndome la segunda parte 😏 Aquí lo tenéis, si os gusta por favor dejar un voto ⭐️❤️

******

- Yo no te he enseñado a entrar a un lugar privado sin llamar primero a la puerta, Rindou. - Ran miraba a su hermano pequeño, buscando algo con lo que limpiarse.

- Lo que sí me has dicho siempre es que hay que compartir y, mírate... te has ido para disfrutarlo todo tú solo. - Parecía que había cierta tensión entre los hermanos y, para qué mentir, eso te ponía mucho.

Dos hermanos, con ese porte y con esas ganas de devorarte, discutiendo por ti... Quién quisiera. Y si los dos follaban igual... En tu mente solo aparecían imágenes lascivas imaginándote todo tipo de cosas.

Te limpiaste rápido con papel y unas toallitas húmedas que siempre llevabas en el bolso. Le ofreciste a Ran para que pudiera hacer lo mismo.

- Rindou... - El más pequeño tornó sus ojos hacia ti lentamente. - Ran y yo sólo queríamos pasarlo bien.

Te acercaste de forma pausada hacia él, colocándote justo delante suya. Era bastante más alto que tú, así que te viste obligada a levantar la cabeza para poder continuar mirándole a los ojos. El bajó la mirada para encontrarse con la tuya.

Con tus dedos, recorriste su brazo, acariciándole. Llegaste hasta el cuello de su camisa, donde tenía la corbata. Llevaba un traje muy parecido al de Ran. Dios, cómo te ponían los hombres con traje.

Sujetaste ligeramente la corbata, fingiendo que le ayudabas a acomodarle el nudo. Acercaste tu rostro al suyo, con esa cara que solías poner de cachorrito para salirte siempre con la tuya.

- Te estuvimos buscando... Queríamos pasarlo bien contigo pero... te marchaste con esas mujeres. Fuiste tú el que nos abandonó. - Pusiste un puchero, girándote hacia Ran para que corroborara tu versión. - Como te largaste con ellas... pensé que yo no te gustaba...

Te encantaba tener el control. Sabías el poder que tenías con tu cuerpo y lo que tus palabras provocaban en los hombres. Disfrutabas haciéndote la víctima para salirte con la tuya. Harías lo que fuera para ser siempre la ganadora.

Rindou por fin sonrió.

- ¿Te suele funcionar este discurso para dar pena?

Ahora fue en tu rostro donde se formó una sonrisa.

- Mmm sí. ¿No te ha gustado? - Tú sonrisa se amplió un más y pasaste tus manos por detrás del cuello de Rindou, alegre.

- No hay nada que no me guste de ti, T/N. - Levantó la mirada hacia su hermano. - Te lo paso esta vez porque... - Volvió su mirada hacia ti. - Yo tampoco hubiera podido resistirme.

Te agarraste un poco más del cuello de Rin, para obligarle a que se inclinara un poco.

- Entonces, ¿vamos a terminar de pasarlo bien? Prometo que te lo voy a compensar. - El hermano pequeño mantenía la sonrisa, comiéndote con la mirada y humedeciendo sus labios.

Asintió ligeramente y entonces uniste tus labios con los suyos. Permanecías colgada de su cuello, devorando su boca y jugando con su lengua. El trajeado no tardó en colocar sus manos en tu cintura, apretándote con su cuerpo, siguiéndote el ritmo.

Te separaste despacio, mirándole, pasando uno de tus dedos por tu boca para recoger los restos de saliva.

Te giraste hacia Ran, que no se había movido del sitio y permanecía inmóvil, mirando la escena con una sonrisa. Agarraste su mano, al igual que hiciste con su hermano.

One Shots | Tokyo Revengers 🔞 Where stories live. Discover now