06.

1.1K 161 10
                                    

Hubo consecuencias, y fueron las peores. Una batalla de la que quería huir desde el primer momento en el que llegue a la isla, explotó. Ya no solo por mi huida. No, eso ya no importaba, no para el Germa 66.

Big Mom quedó plantada en su fiesta de té, al mismo tiempo que se enteraba de la derrotada de uno de sus hijos. La orden de captura y la recompensa por nuestra cabeza, fue creciendo, mientras caía la noche y me continua ocultando. Extrañamente fuimos ayudado por quien fue mi principal captor, aun cuando dijera que era por mutuo beneficio, solo mi capitán podía aceptar, y lo hizo, con una promesa de proteger a quien ahora su aliado, además de acabar con quien nos arrebato nuestra amado tiempo.

Ya en la soledad de la habitación, no dude en abrazarlo, y casi marcarlo con mi aroma al solo sentir sobre su piel tantos aromas desconocidos, era lo que más odiaba de las peleas, la marca de los demás sobre él, como si pudieran doblegarlo. Luffy no caería tan fácil, de no ser que sea yo.

Sus brazos de goma rodean mi cuello, llenando mi rostro de besos, mientras sus amados ojos se cristalizan, exhausto de todo, sus emociones me vuelven a abrumar, pero ya no estamos lejos como en los últimos días, ya no tengo necesidad de golpear a alguien, cuando a quien más quería se encontraba entre mis brazos, siendo amado por mí.

No era una ilusión, ni siquiera un doloroso recuerdo en mi habitación.

Podía dejarme arrastrar hasta la gran cama, donde volvería a besarlo como la primera vez, un casto tacto, que se repite, sin dejar de que mis manos recorran las vendan que cubren su cuerpo. No puedo dejar de pedir por su perdón, por abandonarlo, por pelear contra él cuando debía de hacer todo lo contrario, y por no creer en su palabras. Lo beso, y luego escondo mi rostro en su cuello, aspirando su aroma, tratando de que mis palabras no se acorten por mi repentina debilidad.

Pero, Luffy no responde, solo entrelaza mi cabello entre sus dedos, como si dependiera de aquel tacto. Me adormece, y es cuando sus palabras llegan a mí.

Sanji debe de confiar en mí, somos una familia, y eres mi pareja. Nadie puede separarme de ti, jamás. Sanji, sigue siendo mi alfa, sin esas personas. Ellos solo dañan, tú no eres así.

Negó varías veces, refunfuñando algunas maldiciones, y su molestia crece por el matrimonio en el que iba a someterme.

Zoro esta enojado, dice que eres un idiota por querer casarte y dejarme. Dijo que te golpearía.

¿Dejarás que lo haga?

Sí, Sanji rompió mi corazón, aunque ahora ya lo curó. Sigo molesto.

Sonrió por su repentina manera de mostrar lo molesto que estaba por todo lo que nos estaba ocurriendo. No me importaba Zoro, no ahora, no cuando Luffy volvía a hacer un puchero, y su aroma volvía más fuerte en la habitación, correspondiendo a mis feromonas. ¿Así quería que me controlara?

Cierro los ojos, y trato de no pensar en todo lo que se avecina apenas amanezca. Una lucha en la que seríamos vencedores, porque así sería, apoyaría a Luffy hasta el final, incluso si debíamos morir juntos. Esto se había convertido en mi penitencia por olvidar el apellido que me había dejado atrás, casi destruyendo mi perfecto futuro.

Me envuelvo en su aroma, amando escuchar los latidos calmados de su corazón al caer dormido después de tanto tiempo sin descansar. Rendido a la paz que nos rodeaba. Mientras yo me rindo a solo pedir perdón por el daño causado, y después de que todo acabe, buscar la mejor manera de ser perdonado, mucho más grande que el maravilloso banquete que haré a su nombre.

Pero, eso podía esperar, solo me relaje, y olvide todos, solo por unas cortas horas, descansaría olvidando todo, a lado de mi capitán, ahora todo lo demás podía esperar. Incluso mi propio pasado.






Fin.



¡Gracias por leer y por dejar sus votos! 

Como es una pareja de la que muy poco veo, ajá, tenía que tener algo de ellos. ¡Espero que les haya gustado! ¡Nos vemos!

Sombra del pasado; SanLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora