31.- Forzada a ser

1.4K 186 53
                                    

El enfrentamiento apenas duró unos minutos.

Haciendo uso de sus habilidades en combate y su capacidad estratégica para vencer a sus enemigos, Kurapika capturó a los hombres que se atravesaron en su camino.

Mientras llegaban los refuerzos para arrestar a los criminales, el rubio los interrogó tras reconocer sus rostros como miembros de la mafia.

—Ustedes... trabajan para ese repugnante gusano, fuí claro al rechazar sus negocios, ¿qué es lo que quiere de mí? dime la verdad, si mis cadenas detectan una sola mentira te volaré la cabeza. —Amenazó apuntándolo con su arma, atemorizandolo con el rojo intenso de sus orbes.

—F...fué p...por por ella... —tartamudeó el hombre, quien se encontraba con un brazo roto y varios dientes se le habían caído.

—¿Ella quién? —exigió saber el Kurta.

—La... la chica que te acompañaba esa vez, nos pidió distraerte para que pudieran secuestrarla y venderla, dos compañeros míos iban en camino, seguramente ya están ahí.

La cadena no reaccionó, señal de que decía la verdad, sin embargo, esa misma confirmación llevó a consecuencias inevitables.

Un disparo acabó con la vida de aquel hombre al instante. Kurapika jaló el gatillo bajo una ira incontenible, dominado por sus emociones al enterarse del descuido que tuvo y por el que te puso en riesgo.

Estuvo a punto de acabar con los demás hombres capturados pero Leorio y otros compañeros llegaron a tiempo para detenerlo.

—¡Suficiente, Kurapika! ¡contrólate! —pidió el doctor abriendo un pequeño portal para sostener la muñeca del rubio desde la distancia.

Pronto, el Kurta volvió sus ojos a la normalidad, pero soltó a Leorio y tomó su auto tan pronto como pudo. Arrancó cuál fiera directo a la torre, olvidando su celular en el pavimento de la avenida.

—Pero si sólo es una prostituta, mira cómo está vestida. —Dijo uno de los secuestradores poniéndose en cuclillas para tomarte del mentón. —La cara de inocencia es de adorno, el tipo no perdía el tiempo y se la follaba todos los días. —se burló al ver las marcas en tu cuello.

—¿Qué importa? si su vagina de zorra no tiene valor, nada nos impide jugar con ella un rato. El jefe no se dará cuenta y si queremos arrancarle los pezones a mordidas, nada mas culpamos al lista negra.

—¡No! por favor, ¡no me toquen! ¡no soy ese tipo de mujer! — suplicaste aterrada deseando estar muerta antes que ser violada, tus brazos fueron atados detrás de tu espalda y te obligaron a sentarte en una silla reclinable.

Forcejeaste intentando patear pero fué en vano, no tenías la fuerza suficiente para golpearlos o siquiera acertar una patada.

—Silencio perra, deja de llorar y abre bien esas piernas, te conviene ser complaciente.

El otro sujeto se colocó detrás de ti, rompiendo tu ropa para dejar ver tus pechos y separando tus rodillas a la fuerza.

—Tómale una foto en esta posición, podemos subirla a la red de subastas presentándola como una inocente esclava pasiva lista para ser domesticada.

—¿Oíste eso, amorcito? con esas lágrimas realmente puedes convencerlos, sobre todo a los sádicos que disfrutan destruir hueso por hueso a las princesas mimadas como tú.

—Vamos, tómala rápido, quiero meter mi lengua en ese agujerito.

Basta, dejen de hablar, ¡no quiero oírlos! Dios, sé que fuí una estúpida ayer, pero no me castigues de esta manera, prefiero estar muerta, no quiero que mis últimos recuerdos sean haber pasado de dueño en dueño como un animal.

Kurapika no contestó mis llamadas, debe estar realmente molesto.

Cómo odio que mis últimas palabras con él hayan sido "terminamos".

Cómo odio que las últimas palabras de mi madre hayan sido "que seas felíz".

Me duele, todo esto me duele, ellos tenían razón y nunca podré reparar esto, lo lamento tanto.

No pude terminar mi carrera, Jade no contestó mi mensaje, Kurapika no contestó mi llamada, ofendí a mi madre, ofendí al clan Kurta.

Soy un desastre de persona.
Ni siquiera merezco ser rescatada.

No tengo derecho a pedir esto, pero quisiera que nada hubiera pasado, que no nos hubieramos conocido, esa era la única solución, pero ya es muy tarde.

Te resignaste cerrando los ojos, esperando que el tiempo pasara rápido o el dolor y la repulsión te llevaran a un desmayo inminente.

Pasaron los segundos, aún no sentías nada, pero temías abrir los ojos, tus piernas fueron soltadas y escuchaste quejidos ahogados. Tragaste saliva y tu cuerpo temblaba al oír el tintineo de un objeto metálico en toda la habitación. Entonces alguien rompió el silencio, pero no era ninguno de tus secuestradores.

—Creí haberle dicho a tu jefe... —sentenció la tenebrosa voz aproximándose mientras el sonido de cinco rechinantes cadenas se alargaban cuál sogas apresando sigilosamente a sus enemigos, asfixiándolos y poco a poco llevando sus traqueas al límite sin que pudieran defenderse—que no se atreviera a meterse con MI MUJER.

Cuando abriste los ojos, la sangre de los hombres salpicó todo tu cuerpo. Ambos sujetos fueron decapitados por las fuertes cadenas dirigidas a mano del cazador de listas negras más temido del mundo.

Kurapika.

Tentación pagada [+18] [Completa]Where stories live. Discover now