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Kara PV

Aún era muy temprano así que me senté delante de la mesa de dibujo, abrí el cuaderno y me preparé lo que iba a usar.

Empecé por hacer un dibujo Disney para Kieran, y el personaje que me venía a la mente era Elsa.

Así que empecé a dibujarla.

Sin darme cuenta ya empezaba a ver movimiento en la casa, miré el reloj del teléfono y marcaba las ocho de la mañana, había estado una hora y media dibujando y lo tenía casi terminado, me faltaban unos retoques, pero los haría después.

Fui al baño a lavarme las manos y me reuní con los demás en el comedor.

—Buenos días a todos. —les saludé.

—Buenos días. —contestaron a la vez.

Me senté al lado de Lena y de Kieran, vi a la pequeña comerse los huevos revueltos y sonreí.

Brainy puso mi plato delante y se lo agradecí.

— ¿Qué vais hacer hoy? —pregunté.

—Tenemos clase por la mañana. —dijo Lex.

— ¿Cómo le van a Kieran? —le pregunté a Lena.

—Bien, está aprendiendo a escribir oraciones, sumas y restas. Winn dice que lo hace bien y que aprende rápido.

— ¿Winn?

—El profesor.

—Oh, vale.

—Lex, si quieres esta tarde te enseño a jugar a baloncesto.

— ¡Sí!

—Lex, tranquilo hijo que sigues en la mesa.

—Perdón.

Me hacía gracia verlos tan entusiasmados, no sé cómo eran antes, por lo que he oído no se comportaban como niños felices, pero entre ayer y ahora, veo que lo son con mi presencia y eso es bueno. Voy hacer todo lo que esté en mi mano para verles así, siempre.

Después de desayunar, ellos se fueron a lavarse los dientes y coger sus cosas para sus clases, Lena se fue a su oficina y yo la seguí necesitaba preguntarle una cosa.

Llamé a la puerta y esperé, al oír un adelante opacado por dicha puerta, la abrí y entré.

—Hola Kara.

—Hola.

— ¿Qué puedo hacer por ti?

— ¿Quería saber si en esta mansión, tienes alguna sala dedicado al gimnasio?

—Sí, el sótano.

—Ah.

— ¿Quieres entrenar? —me miró sonriendo.

—Pues sí, es mi rutina diaria.

—Se nota. —dijo en voz baja, pero la escuché porque estábamos solas en la oficina. —te acompaño.

—Gracias.

Salimos de la oficina y bajamos las escaleras, después me llevó justo detrás de estas donde había otras que bajaban.

Fuimos al sótano y vi un pequeño gimnasio y otro un poco más grande de colores, pensé que debía de ser para los chicos. En él podían hacer gimnasia niños de 6,8 y 13, el de trece tenía las barras paralelas, las barras de pared, los aros, pelotas, pesas y poca cosa más. El gimnasio estaba dividió por una pared de vidrio, el de adultos en un lado y el de niños en el otro, miré a Lena sin decirle nada.

 El gimnasio estaba dividió por una pared de vidrio, el de adultos en un lado y el de niños en el otro, miré a Lena sin decirle nada

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La niñera (supercorp)Where stories live. Discover now