20

2.2K 226 3
                                    

Kara PV

Fui a mi habitación, literalmente huí de Lena, necesitaba pensar, procesar lo que había sucedido allí abajo.

Cuando abrí la puerta vi a Kieran en su mesita pintando. Habíamos trasladado su mesa de la sala de juegos a mi habitación hacia ya un tiempo. Porque le gustaba estar conmigo mientras las dos pintábamos.

—Hola princesa. —le dije mientras me acercaba a ella.

Me miró y sonrió, después siguió pintando.

Decidí dejarla seguir con su dibujo, un artista sabe cómo tratar a otro artista. Me senté en mi mesa y decidí dibujar también hasta que se me ocurrió una idea. Miré los botes de pintura que había dejado al lado del caballete y miré a Kieran.

—Oye princesa, he pensado en hacerte un regalo, pero voy a necesitar que guardes bien tus muñecos. —me miró con el ceño fruncido. —no me mires así, es una sorpresa y seguro que te gustará cuando esté lista. —sonrió y asintió, dejó de pintar y se fue a su habitación.

Aproveché y fui a la cocina para pedirle a Brainy bolsas de basura grandes, esperaba que tuviera, sino no me quedaría otra que ir a la tienda.

Fui al salón y lo vi limpiando las ventanas.

—Oye Brainy, ¿tienes bolsas de basura grandes?

—Mmm, creo que alguna tengo ¿Por qué?

—Quiero cubrir la cama de Kieran para que no se manche.

— ¿Qué tienes pensado hacer? —se bajó de la escalera y se secó las manos.

—Un mural en la pared, donde no tiene muebles. Primero tendré que pintar de blanco la pared en sí porque es rosa, después haré el mural.

—Mmm, seguro que le gustara.

Fuimos a la cocina y abrió un cajón, cogió el royo y me lo dio.

—Usa lo que necesites.

—Gracias, intentaré manchar lo menos posible.

—No te preocupes. —me sonrió y se marchó para seguir trabajando.

Cogí las tijeras y me fui a la habitación de la niña. Cuando entré estaba guardando sus muñecos en el baúl de delante de su cama.

—Vamos hacer una pequeña maleta para guardar ropa para dos semanas y te vas a trasladar a mi habitación o la de tu mamá. ¿Cuál quieres?

—Mamá. —me quedé estática, de la nada había oído una pequeña voz, tímida.

— ¿Qué has dicho? —pregunté intentando que volviera a decir algo, porque me pilló desprevenida.

Saqué el móvil a escondidas y llamé a Lena.

—Ven a la habitación de Kieran rápido. —colgué sin dejarle hablar.

Unos minutos después apareció Lena recuperando el aire, porque había venido corriendo.

— ¿Qué, qué pasa? ¿Ha sucedido algo? —parecía histérica.

—Tranquila.

—Entonces ¿Por qué me has dicho que viniera rápido?

—Espera.

Me acerqué de nuevo a Kieran y le volví a preguntar.  Lena se quedó mirándonos sin entender, como era normal.

— ¿Dónde has dicho que te quedarías? —pregunté, esperé un poco.

—Mamá. —sonreí y miré a Lena que se había quedado de piedra como yo hacía un rato.

Cogí a la niña y la acerqué a Lena.

La niñera (supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora