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A medida que la esfinge nos miraba a todos con sus grandes y aterradores ojos, nos consumía la ira y la desesperación, sabiendo que no había salida, no podíamos rodearla porque nos atacaría en ese instante, la única opción era seguirle el juego y ...

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A medida que la esfinge nos miraba a todos con sus grandes y aterradores ojos, nos consumía la ira y la desesperación, sabiendo que no había salida, no podíamos rodearla porque nos atacaría en ese instante, la única opción era seguirle el juego y encontrarle sentido a ese extraño acertijo.

Noté que Derek empezó a caminar por el lugar mientras su rostro adquiría un toque de frustración, lo entendía, la bestia era solo una piedra en el camino, alguien que nos impedía avanzar y que nos amenazaba de muerte. Yo, en cambio, me dediqué a tratar de darle sentido al acertijo, aunque no sabía ni por dónde empezar, y por más que sonara loco, Alanna tenía razón, el acertijo hablaba de nosotros.

Porque no podía ser una simple coincidencia que hablara de seis personas haciendo un viaje.

«Cuanto más viajaban juntos, más se acercaban a la penumbra»

Esta parte tenía sentido, ya que se refería a que el viaje que hacíamos estaba lleno de peligros y cosas desconocidas, pues algo me decía que los seis no llegaríamos con vida al final de todo esto, más de una persona tendría que partir con la muerte. Sonaba aterrador, pero era la verdad.

«Dos escondían una vida dura»

Al menos en esta parte estaba segura de que no estaba hablando de mí, porque no recordaba haber tenido una vida dura nunca, desde la infancia había sido una niña feliz, rodeada de gente que me amaba y había crecido con una familia completa. Era feliz, de eso estaba segura, así que tenía que hablar de otras personas.

Miré a Jared y luego negué con la cabeza sin que nadie se diera cuenta, como Jared también era hijo único, sus padres siempre le habían dado todo, al punto que a veces mi mejor amigo podía volverse un poco caprichoso y persuasivo, y no muy humilde, seguro, pero no hasta el punto de ofender a los demás. También descarté a Macey, ella se había criado en una familia numerosa, tenía como ocho hermanos y nunca la había visto quejarse, ella también era feliz.

Entonces me fijé en Alanna, era cierto que tampoco sabía mucho de su vida, pero tenía una buena relación con su hermano, sin embargo, nunca la había visto pasar tiempo con sus padres, quizá había algo en ella que no sabía, algo que la hacía infeliz, y sobre Derek ni siquiera tuve que empezar a enumerar. Ahí estaba, esa parte tenía que hablar de ellos dos.

—Esta maldita tensión pondrá arrugas en mi perfecto rostro —murmuró Jared.

—Dos minutos —espetó la bestia, mirando mal a mi amigo.

«Dos con pasión se querían»

Fruncí el ceño para concentrarme, esta parte era complicada, porque no estaba del todo segura de que hubiera sentimientos entre ninguno de nosotros, no tenía sentido. ¿Jared y Macey? Por supuesto que no, me habría dado cuenta si Jared correspondiera a los sentimientos de mi amiga, de ser así hubiera sido la primera en saberlo, y estaba segura de que Jared solo la amaba como a una hermana.

Híbrida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora