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El cuerpo cayó al suelo, ocasionando un ruido que resonó en el oscuro callejón.

La mujer se quitó el rubio cabello de su rostro, pasando su lengua por sus labios para quitar el exceso de sangre antes de que comenzara a recorrer su barbilla.

Soltó una risa al ver al hombre, cuyo rostro aún mantenía la expresión de terror. Sus ojos azules lo miraron con desagrado, no sentía remordimiento por aquel hombre, que apesar de haber sido alguien bueno, había perdido su humildad por el dinero que pronto comenzó a generar.

Procuró salir del callejón antes de que el fuego comenzara a llamar la atención de las personas. Se acomodó la chaqueta y una sonrisa amable se deslizó por su rostro, como si no hubiera incendiado el cuerpo del hombre del cuál se había alimentado.

Miró despectivamente a la chica que pasó por su lado, utilizaba su celular como si no hubiera un mañana. Eryn odiaba la tecnología, extrañaba los años veinte, el crimen no era tan frecuente como el que había hoy en día, sin embargo disfrutaba estar ahí, adoraba Nueva Orleans, Hela solía bailar cuando visitaban el barrio francés.

―¿Qué hace una señorita tan hermosa como usted, dando vueltas sola por estos lugares? ―preguntaron detrás de ella, Eryn sonrió de lado, dejando de lado la bufanda que había llamado su atención, volteó lentamente con una sonrisa coqueta.

Recorrió con la mirada ambos vampiros, uno más alto y fuerte que el otro. Ambos la miraban con sus ojos dorados, igual de juguetones y con aquel brillo divertido tan conocido para ella. El hombre parecía un entrenador profesional, sus brazos cruzados marcaban sus fuertes brazos. La mujer castaña a su lado era digna de estar en las revistas de modelo que Hela solía leer de vez en cuando.

―No puedo evitar admirar la belleza del barrio francés. ―respondió Eryn encogiéndose hombros. ―Miren lo que el viento me trajo. ―enseñó sus blancos dientes con picardía. ―Emmett y Eleonor Cullen.

―¿Cómo has estado, Eryn? ―sonrió Eleonor.

―Está claro que más bella cada día. ―halagó Emmett, sabiendo que a Eryn le encantaban los halagos.

𝙶𝚘𝚛𝚖𝚜𝚜𝚘𝚗² | 𝚃. 𝙳𝚎𝚗𝚊𝚕𝚒/𝙶𝚊𝚛𝚛𝚎𝚝𝚝Where stories live. Discover now