Táctica de Guerra

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Narrador Omnisciente



Una vez los novios acabaron de bailar agradecieron y se dirigieron a su mesa, había una mesa decorada sólo para los dos.

Shinki la ayudó a sentarse

— ¿Te sientes bien? —preguntó hablándole en voz baja

— Algo mareada pero bien —le sonrió— menos mal bailamos despacio

— En un rato más nos vamos y ya podremos respirar

— ¿Estás seguro que no quieres quedarte hasta el último?

— No —tocó su vientre debajo de la mesa— ya quiero que nos vayamos para poder estar solos y podamos sentirnos más libres

— Esta bien —sonrió— luego del pastel quiero probarlo

— Cuándo quieras... te amo

— Y yo

Shinki se acercó y le dio un cariñoso beso en la frente, todos estaban observándolos por lo que ellos no les darían de que hablar.

El almuerzo finalmente llegó y todos departieron conversando y bebiendo por un par de horas más.

La pareja continuaba sentada en su mesa comiendo el pastel recién cortado, era el segundo plato que Sumire comía.

La mayoría de los invitados ya estaban regados en distintas mesas y otros estaban bailando la música que daba el ambiente perfecto a la celebración

— Shinki es mucho más maduro que Shikadai

— ¿Porqué dices eso? —preguntó el Consejero mirando a su esposa mientras bailaban lentamente

— Porque él nunca ha tenido problemas con Sumire y hasta hoy que es su boda se les ve tan lindos pero si vamos a la mesa de allá —hizo un gesto con sus ojos— vemos a Shikadai y Yodo juntos pero a la vez distanciados

— Tú los ves así porque sabes la interna, pero si los miramos sin conocer lo que acaba de suceder ¿Que ves?

La princesa los miró un momento

— Veo a un chico sosteniendo la mano de su prometida que la mira de rato en rato y ella también lo mira pero ella es más cautelosa

— Eso es lo que todos ven y en teoría es algo normal —miró a su esposo— son dos jóvenes enamorados que son cautelosos ante la mirada de los demás

— Pero esa no es la verdad

— ¿Entonces cual es? —ambos se miraron— Shikadai es un chico maduro y en lo que concierne al trabajo ha logrado absolutamente todo lo que se ha propuesto y desde muy niño y si mi ayuda —la princesa asintió— pero así como sus logros crecieron su ego también lo hizo, el que otras chicas se interesen en él lo sorprendió y no supo manejar bien las cosas porque si hay algo en esta vida que nunca vas a poder controlar son tus sentimientos porque estos cambian constantemente según la situación

— Me estás diciendo que esta bien que halla hecho todo eso

— Te estoy diciendo que él se equivocó porque es humano, ni tu hijo ni nadie de aquí es perfecto son errores que también forman su carácter, él es consciente que dañó a la persona que más quiere pero quiere solucionarlo

— ¿Cómo lo sabes?

— Hablé con él hace unas horas y entiende que esta vez no va ser fácil y que unas disculpas no sirven por así decirlo —miró a todos lados— ahora él va tener que demostrar con hechos que el amor que tanto profesa existe y siempre ha estado ahí.

Mi Celoso Vago Where stories live. Discover now