Cuatro latidos

601 40 216
                                    





Iwagakure



Torre de la Tsuchikage



⏰Cinco semanas después



Shiomi lloraba en el baño de su habitación, su madre sobaba su espalda mientras ella vomitaba.

— Tienes que decirle que estás embarazada, ya tienes poco más de seis semanas

— Se lo diré hoy... —se levantó para mirarse al espejo— hoy cuando lo vea se lo diré, ya no voy a ocultarlo.

— ¿Pero en plena fiesta?

— Mamá...

La puerta sonó con dos golpes

— Adelante

— Señora ya están llegando las personas, el Señor me pidió que le avise

— Voy en un momento

Shiomi se levantó se miró al espejo para luego salir del baño.

— Shiomi tomate este mate, te va ayudar con las náuseas

Shiomi recibió el mate de su madre y a los pocos minutos la puerta se abrió de golpe.

— ¿Porqué no bajas? —preguntó entrando bruscamente sin importarle que esté la madre de su esposa.

— Ya estaba por bajar —respondió dejando el mate en su tocador.

— Los dejo...

La madre de Shiomi salió de la habitación cerrando la puerta

— Recién te veo

— ¿Y para qué querías verme?

— Llegaste en la noche después de tres semanas de estar ausente, pensé que vendrías a verme

— La ultima vez te dije que no volvería a compartir lecho contigo me das asco

— ¿Asco? —sonrió— pero para forzarme si no sientes asco ¿no?

— Es tu deber, eres mi esposa

— Quiero hablar de lo que pasó hace semanas en casa de mi padres

— Sé lo que pasó, una de las nanas de Hana me lo contó —Shiomi negó— ¿Qué creías? Que te mandaría a Konoha a sí porque sí para dejarte hacer lo que quisieras con tu amante sin que yo me entere.

— ¡Eres un idiota! ¿Lo sabías? —lo empujó— no sabes como te odio, menos mal todo esto va acabar pronto porque me voy a ir.

— ¿Irte? ¿A dónde?

— ¡Estoy embarazada! —Takumi palideció— ¡Quiero el divorcio!

— Mientes... no estás embarazada

— ¡Si lo estoy! —gritó— ¡Este hijo es...

Takumi la cogió del cuello ahorcándola empujándola contra la pared.

— No sabes como te detesto —Shiomi jalaba sus manos para que la soltara— haz hecho de mi vida un infierno —ella lo golpeaba y le arañaba el rostro pero a él no le importaba— yo era un chico enamorado y tú me destruiste...

Los gritos de Takumi alertaron a la madre quién se había quedado cerca escuchando la discusión.

— ¿Porqué está aquí? —preguntó la Tsuchikage caminando por el pasillo— ¿Y Takumi?

— Está adentro con Shiomi —respondió su madre escuchando los gritos del esposo de su hija

— ¿Pero y esos gritos? —la Tsuchikage abrió la puerta y cuándo vio la escena se horrorizó

Mi Celoso Vago Donde viven las historias. Descúbrelo ahora