Señorita Miller • JJK (COMPLETA)

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 23: 𝑀𝑖 𝑐𝑢𝑟𝑎

Julia estaba un poco tranquila, pero a la vez preocupada por NamJoon, el chico la había llamado como dijo una vez estuvo en Seúl, había llegado bien, el vuelo no tuvo problema alguno, cuando comprobara el estado de su madre entonces la llamaría de nuevo. Para animarla un poco, Liv le había dado la idea de visitar la feria que estaba cerca de la costa, una gran noria resaltaba de aquella feria, había muchos juegos para ganar diferentes premios, algunos comerciantes aprovechaban de vender accesorios, comida o cualquier cosa que tuvieran.

—Enserio quiero golpearte—reprochó Julia cuando Liv le contó lo sucedido en el ginecólogo— ¿Quién se confunde en algo así?

—Lo dice quien pensó que estaba embarazada.

—Y resultó no ser así.

—Pero estabas asustada.

—El punto aquí es que el más mínimo descuido te costará caro—advirtió. JungKook se acercaba con Emily y Deivis, iba con su mano en el brazo de ella.

—Traje algunas bebidas—Em se las entregó con una sonrisita— ¿Qué quieren hacer?

—Julia es la mayor, debería escoger.

— ¿Estás diciéndome vieja? —reprochó a su hermana.

—Un poco—esquivó un golpe de su parte.

—Quisiera subir a la noria. ¿Les parece bien?

Y todos asintieron.

▪︎▪︎▪︎

La última vez que Olivia y JungKook subieron a la noria fue esa vez donde ambos hablaron sobre la atrofia del chico profundizando un poco en el tema. Todavía lo recordaban incluso, era un poco triste estar en la misma situación y que el pelinegro no pudiera ver, frente a ellos se apreciaba Miami con sus edificios de diferentes tamaños, a sus espaldas quedaba expuesto el infinito océano.

—Estás muy callada—habló el chico rompiendo el silencio. Julia y Emily estaban en otra cabina, cada cabina soportaba dos personas, Deivis fue quien quedó solo en otra— ¿Te sientes bien?

— ¿Recuerdas la última vez que estuvimos en una noria?

— ¿Estás comiendo el hielo? —preguntó algo divertido. Escuchó como Liv lo mordía, como si se tratara de algo crujiente, se echó a reír un poco negando con la cabeza.

— ¿No comen hielo en Corea?

—No es eso. Eres la primera chica que conozco que hace eso.

— ¿Enserio? —se sorprendió—Es relajante y refrescante.

—Las chicas con las que he salido son innecesariamente perfectas—describió—Se esfuerzan por ser algo que no son en las citas y a veces es...agotador, comer hielo sería algo grosero para ellas.

—Los coreanos son un tanto perfeccionistas, ¿No es así? —se apresuró a decir—No estoy diciendo que esté mal, cada país tiene sus costumbres, una cita en Miami es...sencillamente ser tú, por supuesto que quieres dar una buena impresión a esa persona, pero este tipo de cosas no es la gran cosa.

—Ah, la primera vez que te vi comiendo hielo—ambos rieron por eso compartiendo el recuerdo.

—Estabas muy sorprendido por eso.

— ¿Sigues comiéndolo?

—Más que nada en verano—asintió— ¿Sigues sin conocer a nadie más que coma hielo?

—No lo sé, no salgo con muchas chicas, no a todas les agrada un chico ciego.

—JungKook.

—Lo siento.

De nuevo hubo silencio en la cabina, otro recuerdo vino a la mente de ambos.

—Tú...—Liv interrumpió el silencio. Miró al chico a su lado queriendo preguntar—Dijiste que tenías un problema con tu visión.

—Ujum—asintió.

— ¿Cómo...te sientes con eso? —se acomodaron en los asientos. Liv subió sus piernas a éste mirándolo de frente— ¿No tienes miedo?

—Lo tengo—dejó salir un suspiro cansado—Tengo miedo, sé que llegará el momento donde estas gafas no me sirvan del todo y...tendré que renunciar en la escuela.

Olivia notó el cambio en su voz, JungKook estaba fingiendo que no era la gran cosa.

— ¿Tus padres saben de tu problema?

—Saben de la atrofia, pero no saben que está empeorando como esperábamos.

— ¿No le has dicho a tu madre?

—No quiero decirle.

—JungKook...

—Sé que debo, pero el hacerlo implicará irme a Busan para que ambos puedan cuidar de mí—bufó negando con la cabeza—Me sentiré como un completo inútil.

—No serás un inútil.

—Perderé la vista por completo, Olivia, no podré valerme por mí mismo al menos por un tiempo hasta que me acostumbre a ser ciego—llevó sus manos a su cabeza apoyando sus codos en sus piernas—Me aterra tanto ver una pantalla negra, me aterra tanto saber que sólo me bastará vivir de recuerdos.

Una pequeña sonrisa triste se dibujó en los labios de ella, decidió contarle notando algo de incomodidad en el silencio.

— ¿Te conté que una vez le pregunté a uno de mis profesores si existía cura para la atrofia?

—Sí—asintió.

—Bueno...a veces cuando siento que puedo contra el mundo me gusta fantasear imaginando que consigo una cura para ello—JungKook sonrió apenas—Sé que estoy ilusionándome sola, pero es lindo imaginarte...viendo de nuevo.

Él tomó su mano entrelazando sus dedos.

—Mi padre tenía razón, soy muy afortunado de tener una novia como tú—suspiró—Creo que debemos dejar de intentar seguir buscando una posible cura.

— ¿Quieres que me rinda?

—No, sólo te pido que no te atormentes ni presiones por ello, ya enfermaste una vez, no quiero que enfermes de nuevo—acarició el dorso de su mano—Tú misma lo dijiste, sigamos adelante y vivamos nuestra vida.

— ¿Debería disculparme contigo por no cumplir mi palabra de ayudarte?

— ¿Estás loca?, me has ayudado mucho, siempre tienes algo nuevo para hacer y cuando estás en el departamento siempre me ayudas a distraer mi mente ya sea cocinando, diciendo una de tus bromas—Liv sonrió—Limpiando, cualquier cosa.

—Quizás deba llamar a esos laboratorios avanzados para que hagan algo con tu atrofia.

—Olivia.

—Estoy bromeando, pero es lindo ver que lo notas.

—Siempre noto todo lo que haces.

— ¿Alguna vez nos hemos molestado con el otro?

—Creo que no—ladeó la cabeza pensativo. Olivia sonrió por ese gesto, depositó un beso en su mejilla, en la comisura de sus labios y otro en sus delgados labios sellando aquel momento.

Ella estaba siendo una linda cura para él.