31. ¿Atenea?

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SIN CORREGÍR*************




















































































—¡Mami la senora Mary vino por los canolis!— informo came quien estaba parada en la puerta y asenti

Tome la bandeja de canolis y baje las escaleras dirigiéndo me a la puerta con cuidado, ya tenía siete meses pero la semana que viene cumpliría ocho, mi panza estaba más grande que yo, y pesaba demasiado, pero el señor Velkan había hecho algo como un columpio o algo así, la verdad no sabía cómo llamarlo, es un pedazo de tela que está colgado al techo donde pongo mi barriga y dado que está un poco más arriba está la alza aliviandome mucho el dolor de espalda, es maravilloso.

Luego de convivir con él le tome mucho cariño, a pesar de su hablar tan grosero era un señor muy amable, came lo adora, le dice abuelo y todo, siempre que no quiere estar aquí en la tienda va a visitarlo.

—tome señora Mary la docena de canolis que pidió— le entregué la bandeja y ella sonrió amable

—gracias hermosa, cada día esos bebés están más grandes— alago y yo sonreí

Pero no era una sonrisa sincera.

Con las hormonas del embarazo estaba muy mal, extrañaba a los hermanos, a mi posesivo Apolo que seguramente con el embarazo me sobre protegería en todo y no dejaría que nadie se me acerque junto a Iván, el me haría reír y le hablaría a los bebés mientras le hago mimos en la cabeza.

A veces came me encontraba llorando pero yo siempre le decía que era por le embarazo, ella me creía y me abrazaba para que me sintiera mejor, la verdad que si ayudaba, came también se había convertido en mi adoración, ella y mis otros dos bebés son la razón por la cual sigo adelante, a pasar del miedo y de los problemas tenerlos a ellos me reconforta.

—¡Mami se queman los brownies!— grito camelia desde la cocina

El grito me saco de mis pensamientos y me hizo subir lo más rápido que pude de nuevo a la cocina Saque la bandeja de Brownies del horno la cual estaba un poco más tostada pero no mucho, aún estaban bien, las dejé a un lado mientras metía los moldes de pan de sandwich y ponía un poco más de leña al horno, me senté en la silla que estabas allí y me heche aire un momento con las manos mientras suspiraba, came sonrió mientras se recostaba en mi barriga, sus hermanitos no tardaron en hacerse notar donde estaba su mejilla dando pataditas que nos hicieron reír a las dos.

—es como un masaje— dijo

Yo no lo sentía así pero no iba a decírselo.

Se acercaba el cumpleaños del abuelo Velkan, habíamos quedado en que yo haría la torta y algunos bocadillos que a él le gustaban, para llevarlos a su casa, Indira me había dicho que está semana o la próxima llegarían algunos familiares para la celebración, los cumpleaños era una fecha especial para ellos y era la mejor ocasión para reunirse todos en un mismo lugar...

Dado a mi embarazo salimos más temprano a la casa, pero al llegar frunci el celo y jale a came hacia mi al ver una enorme camioneta negra que estaba afuera, una mujer con Cuatro hombres y dos niños iguales, bajaron y yo me quedé en mi lugar mientras veía como empezaban a bajar maletas y demás.

¿Quienes eran?

—¿Mami quienes son? ¿Porque entran en nuestra casita?— dijo came y yo negué.

—tranquila cariño, ¿Porque no vamos a visitar al abuelo Velkan y la abuela tay?— dije y ella sintió sonriente olvidando las personas que entraban en nuestra casa como si fuera de ellos

solo de nosotros [EN PAUSA]Where stories live. Discover now