911, ¿Cuál es su emergencia?

Caleb.

- ¡Se le van a caer los dientes por secuestrarnos, loco!

Eso es lo primero que escucho al entrar a la comisaría e inmediatamente mi mirada busca a la pequeña dueña de esa voz porque evidentemente es Alegría.

- ¿Acaso es idiota, no ve que no sirve de nada esposarnos? ¡Puedo sacar mi mano! - gritó otra niña.

Entre a la sala y lo primero que vi fue al oficial, luego vi a una pequeña niña de cabello color miel apuntarlo con su pequeño dedo, a su lado había un niño castaño que trataba de no tocar nada, luego otra niña castaña tronando sus dedos y al final una niña más grande calmando a otro niño que solo lloraba.

- Alegría - la llamé y ella volteó a verme con el ceño muy fruncido.

- ¿Y tú quien eres? ¿Otro secuestrador?

Si, es un encanto.

- ¿Vienes a secuestramos para llevarte a mi mamá? - se acercó lento a mi entrecerrando los ojos.

- Vengo a buscar a Alyssa, si - respondo sonriendo.

- Alegría no te acerques, podría en serio ser un loco - habló el pequeño castaño que asumí es Henry.

- Tu vas a volvernos locos a todos si no cierras la boca - dijo la niña a su lado.

Todos están bien y enteros, solo entonces me relajo y la miro bien, ella no había reconocido mi voz.

Y si, da miedo y es tierna hasta que abre la boca.

- ¿Y a secuestrarnos?

- Tan encantador como eso suena, me temo que serías una rehen bastante molesta.

- Pues entérate, nuevo secuestrador, ya estamos secuestrados y es de mala educación secuestrar lo que otro secuestrador ya secuestró.

- Yo vengo a sacarlos de aquí y a pagarte los caramelos que te debo y tú me mandas a hacer una cola de espera - le digo agachándome a su altura - Eso si me parece indignante.

Sus ojos son del color de su cabello, los entrecierra más mientras se acerca a mi cara.

Yo entrecierro los ojos como ella y sonrío de lado, esperando.

Entonces sonríe un poco y se para derecha.

- Ya no somos tus secuestrados - dice mirando al oficial - Eres un secuestrador aburrido, ya nos vamos.

- ¿Por que los tienen aquí? - pregunto al oficial y él solo respira antes de verme.

- Incitación al desorden público.

Frunzo el ceño y me dirijo a pagar la fianza.

- Es por allá, el oficial al lado de la celda le abrirá en cuanto identifique a quien vino a buscar - indicó la mujer detrás de la recepción y empecé a caminar en busca de la chica de los niños.

- Entonces a ver, tu nombre empieza con K... ¿Que nombre de hombre empieza con K, estás seguro de que tú madre te quiere?...Bien, veamos.

La única voz que se escucha en el pasillo es esa y solo la distingo gracias al eco.

Es un pasillo ridículamente largo.

- ¿Kylon? No, bien, ¿Entonces Kit? Tampoco, creo que lo mejor sería preguntarte si estás seguro de que eres hombre... ¡No me veas así! Tu nombre es tan impensable que con razón decidiste volverte mimo para no tener que decirlo nunca más.

Sonreí tratando de aguantar la risa.

- ¿El mío? Yo me llamo Alyssa Becker, lindo y elegante...envidioso, hablando de llamar ¿No se supone que tenemos derecho a una llamada?... ¿Y cómo demonios tú dirías que estás arrestado? Claro porque hacer mímica por llamada es la mejor idea ¡Oficial! ¡Oficial venga si no quiere que ahorque a este mimo, tengo derecho a una llamada!

Su voz se escuchaba cada vez más clara a medida que me acercaba y no es como espere que sería, no es aguda aunque tampoco gruesa.

Ahora estoy sintiendo nervios, joder.

- ¡Oficial si no viene lo demando! ¡No me toques, voy a pellizcarte tan fuerte que te haré hablar! Esto es rídiculo... - escuche silencio unos segundos y luego habló de nuevo - Si tuviera un mago de la lampara, yo pediría...Sabes, conozco a un chico que...

- Espero que lo que vayas a contarle de ese chico sean cosas buenas - digo interrumpiéndola.

El no poder verla bien gracias a la poca luz me regala un poco de tiempo para hacerme la idea de que es ella.

- Espero que tú tengas una buena razón para interrumpir lo que estaba por contarle, por su cara no está nada feliz, chico extraño.

- ¿Le pones apodos a todo el mundo?

- ¿Te metes en conversaciones ajenas siempre?

Río y no le contesto, ella se levanta y se acerca, entonces puedo verla mejor y mi sonrisa se relaja un poco.

Es alta.

- Entonces, nos estabas contando de lo que pedirías a un mago...

- ¿Que pedirías tu?

Su cabello es largo y color chocolate.

- Te preguntaron a ti primero, así que debes responder primero.

- Le pediría que haga algo y me saque de aquí, obviamente - responde cruzándose de brazos.

Sus manos son delgadas y su rasgos son bastante femeninos.

- Bueno, ya estoy aquí, ¿Cuáles son tus otros dos deseos?

- No te desee a ti, chico extraño, te toca responder cuál sería tu deseo.

- Saber si llevas medias pares hoy - respondo sonriendo un poco sin dejar de mirarla.

Se acerca más a la luz y veo lunares en sus brazos y unos ojos verdes que me miran, yo no le aparto la vista.

Entonces ella frunce el ceño y yo sonrió más.

- Hola, chica de los niños.